Proyectan un hotel de 80 habitaciones en la zona sensible de la Albaida

El consejo rector de la Gerencia de Urbanismo aprobará de forma inicial esta misma semana una iniciativa que empieza a diseñar la construcción de un hotel en un espacio que parecía gafado, el entorno del castillo de la Albaida, cuyas condiciones de edificación son tan estrictas, teniendo en cuenta que se encuentra dentro de la zona de influencia de Medina Azahara, que todo lo que se ha intentado hacer allí se ha encontrado con un no administrativo. El proyecto que ahora se plantea es la creación de un hotel de cuatro estrellas ligado a la cadena Maciá, propietaria del Alfaros, y que pretende edificar la zona del piedemonte que rodea la transformada fortificación medieval.

El proyecto comprende la edificación de las habitaciones del nuevo complejo hotelero en el terreno que abraza la edificación histórica en una disposición de terrazas y protegiendo la roca en la que se apoya la edificación histórica, convertida en un centro de restauración y convenciones. La superficie de nueva planta, según el plan especial de suelo no urbanizable, asciende a unos 5.200 metros cuadrados, según dijo ayer el teniente de alcalde de Urbanismo, Luis Martín. La actuación se completa con el ajardinamiento de unos 2.700 metros cuadrados. El presupuesto estimado asciende a unos cinco millones de euros, según la pequeña memoria económica que acompaña el proyecto, y que devengaría de realizarse una cantidad económica directa para el Consistorio.

Los terrenos donde quiere desarrollarse la actuación han formado parte de distintas iniciativas urbanísticas que han topado con las determinaciones conservacionistas de las autoridades en materia de patrimonio. En su día, el Ayuntamiento intentó convencer a la Junta para que permitiese a la promotora Prasa el desarrollo de un hospital privado y un centro geriátrico de su filial Sanyres. El proyecto se convirtió en inviable porque las normas urbanísticas de la zona permiten levantar edificaciones no residenciales de dos plantas (baja más una, en argot técnico) lo que condicionaba el proyecto resultante. Antes incluso de esa fecha, la Gerencia de Urbanismo intentó llevarse a la zona el camping municipal e incluso un campo de golf junto a usos recretativos y turísticos. El asunto tampoco salió adelante.

El teniente de alcalde de Urbanismo aseguró que se ha puesto en marcha el plan especial no tanto porque el proyecto se vaya a poner marcha ya como porque la tramitación se encuentre realizada cuando las empresas puedan realizar inversiones de forma normalizada. Se trata de que Córdoba sea una ciudad amable a la inversión, donde los asuntos no pasen de dependencia municipal en dependencia municipal sin que se tomen decisiones para favorecer la implantación de empresas en el término municipal.

El problema fundamental es que, en éstas, el Ayuntamiento no está solo. Tendrá que pactar con la Junta de Andalucía -al menos, con dos consejerías- el desarrollo de un plan que afecta de forma colateral a la ordenación de Medina Azahara. Según el texto presentado por los arquitectos de la promotora de la edificación, el castillo de la Albaida propiamente dicho se va a utilizar para los servicios comunes del hotel, de cuatro estrellas, por medio de "la necesaria reforma. El plan especial obliga al desarrollo de una serie de mejoras. Por ejemplo, la empresa que desarrolle el complejo tendrá que realizar una serie de inversiones concretas como la recuperación del camino de las canteras, un paraje que se pretende poner turísticamente en valor cuando haya fondos.