La Policía Nacional de Córdoba ha abierto una investigación para esclarecer las circunstancias en que se produjo la explosión de gas que, en la tarde del jueves, causó heridas graves a una vecina del Parque Figueroa. La deflagración tuvo lugar minutos antes de las 20:30 en un piso de la segunda planta del número 10 del pasaje Marino Jerónimo Cabrera.

Una mujer de 66 años, que en ese momento se encontraba sola, fue la única persona herida.

Tan potente fue la onda expansiva que una ventana salió volando por los aires y cayó junto al portal. Además, parte de la tabiquería se vino abajo. Los primeros momentos fueron muy confusos y varios vecinos llamaron al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem) 112 para advertir de posibles atrapados, un hecho que luego se descartó. Algunos vecinos de las plantas altas, atemorizados, buscaron refugio en la azotea.

Inicialmente, los bomberos desalojaron dos bloques, aunque los vecinos, a excepción de los de la planta donde se produjo la explosión, pudieron volver a sus viviendas tras constatar los técnicos que los inmuebles no sufren daños estructurales.

En pocos minutos, el barrio se vio tomado por vehículos de bomberos, ambulancias y patrullas de la Policía Local y la Policía Nacional, que ha abierto una investigación para determinar las circunstancias en que se ha producido la deflagración.

La primera decisión adoptada fue el desalojo de los números 8 y 10 de la citada calle tras advertir los bomberos de su "grave afectación", informaron fuentes municipales. Los equipos de seguridad acordonaron la zona en un perímetro de 200 metros, mientras el revuelo de los vecinos ha ido en aumento. La primera hipótesis apunta a la explosión tras un escape de gas. 

En el lugar del suceso trabajaron ocho bomberos, que emplearon un vehículo autobomba urbano ligero, un vehículo de apuntalamiento y otro de trabajo en altura. Los efectivos se afanaron en realizar labores de desestabiilzaicón y desescombro y constataron que el inmueble se encuentra "completamente consolidado".

La parte más afectada es la segunda planta, que presenta daños en tabiquería, por lo que los técnicos optaron por realojar a las familias de tres viviendas próximas al epicentro de la deflagración.