Piezas únicas con técnicas antiguas

Diseño y tradición no tienen por qué estar reñidos, y de esto sabe mucho María Ángeles Luque, una artista que ha encontrado en la joyería de autor la forma de expresar toda su sabiduría. Después de una década de formación y 28 años de experiencia, esta mujer, perteneciente a una familia de joyeros "de las buenas", expone algunas de sus piezas en la sala de CajaSur-Gran Capitán en una muestra que lleva por nombre Génesis.

En sus años de formación, María Ángeles Luque ha aprendido a engastar, el ofrecio de orfebre, modelado así como otras disciplinas artísticas como el dibujo, la pintura o el grabado, una base muy importante para sus creaciones. Después de siete años en la Trinidad, pasó al ciclo superior de Joyería y Orfebrería Artística, donde logró el mejor expediente académico de la Escuela de Bellas Artes.

Sus creaciones empiezan en su imaginación, para luego plasmarlas en el metal, aunque nunca hay nada fijo. Siempre puede cambiar en función de lo que le inspire la obra de arte. "Con la joyería de autor puedo expresar libremente todo aquello que surge de mi imaginación, con la libertad de quien con el oficio bien aprendido y es capaz de traspasar la barrera de lo ya conocido", dice. En definitiva, María Ángeles Luque logra dar vidas a sus diseños con sus propias manos y cuidar cada detalle. De hecho, esta mujer no usa ninguna maquinaria más que la sensibilidad de su corazón y la habilidad de sus dedos. "Es todo artesanal", explica. Por ello, tiene aún más mérito si cabe.

Entre las técnicas que esta joven todavía sigue empleado figuran la granulación -que consiste en engarzar bolitas sobre una placa de metal sin soldadura-, la reticulación -texturas arrugadas- o el mokume-gane, un procedimiento ancestral de más de 1.500 años de antigüedad que los samuráis utilizaban para las empuñaduras de las espadas.

Del taller de María Ángeles Luque -situado en el ático del número 1 de la calle Poeta Blanco Criado- surgen todo tipo de complementos, desde pendientes, anillos, broches, pulseras o gargantillas, de las que una amplia representación se pueden ver en la sala de CajaSur de lunes a sábado desde las 19:00 hasta las 21:00. Esta exposición es la continuación de la ya realizada en 2005 en el Museo Regina, donde presentó sus primeros trabajos con la fusión de metales, utilizando para ello muchas de las técnicas que están en su manual de estilo.

Esta creadora concibe la joya como una obra de arte, pues para ella cada pieza es como una escultura, un trabajo único que puede estar al alcance de muchos bolsillos, pues se pueden encontrar unos pendientes de oro por unos 90 euros.