Pena de dos años por atropellar a diez personas tras hacer un trompo

El Juzgado de lo Penal número 4 ha condenado a penas que suman dos años y nueve meses de cárcel a los dos jóvenes que atropellaron a una decena de personas que esperaban el autobús en el polígono industrial de Chinales al perder el control de su vehículo cuando realizaban un trompo. Los hechos se remontan a la mañana del 14 de febrero de 2008.

Según relata la sentencia, los dos procesados conducían un vehículo Renault 5 por la avenida Profesor Arnold J. Toymbee. En un momento determinado, y poco después de haber adelantado a otro vehículo que iba por el carril de la derecha, F. J. R. G., que viajaba como copiloto, "tiró con fuerza del freno de mano" mientras S. C. C. agarraba el volante "con la finalidad de hacer un trompo".

Esta acción hizo que el conducto perdiera el control del coche, que invadió el carril derecho, se subió a la acera y arrolló a una decena de personas que en ese momento se encontraban en una parada de autobús. El vehículo salió despedido e impactó contra el cerramiento de una nave industrial. Las víctimas resultaron con múltiples contusiones. El lesionado más grave sufrió contusión cervical y varias fracturas, heridas de las que tardó en sanar 208 días. Otro resultó con esguince de tobillo y contusión cervical, mientras que la mayoría padeció policontusiones que sólo precisaron de una asistencia sanitaria.

El Ministerio Público solicitaba dos años de prisión para cada uno de los acusados por un presunto delito de lesiones por imprudencia, pero el juez condena finalmente a S. C. C. a un año y seis meses y a F. J. R. G., a un año y tres meses de prisión.

Durante el juicio, los acusados aseguraron que el freno se accionó de forma involuntaria tras quedar la palanca enredada en las cintas de una mochila que portaba el copiloto. F. J. R. relató que antes de llegar al polígono de Chinales atravesaron el Vial Norte "sin cometer ningún tipo de imprudencia en la conducción", e insistió en que en ningún momento se puso de acuerdo con el conductor para realizar trompos. "Hice todo lo posible para controlar el coche, pero me fue imposible", aseguró el conductor.