Pedro M. P., condenado a 17 años de prisión por el asesinato de la anciana quiosquera de Los Patos, aceptó ayer dos años más de cárcel a la pena que ya cumple por el robo de varias escopetas en una finca situada junto a Ategua y un delito de tenencia ilícita de armas.

Durante la vista oral celebrada ayer en el juzgado de lo Penal número 3 de Córdoba, el fiscal rebajó su pena de tres años y nueve meses de prisión a otra de dos, aceptada por el condenado.

En este sentido, se han tenido en cuenta los atenuantes de que el acusado se encontraba bajo los efectos de la cocaína y el alcohol, y que sufre un trastorno límite de la personalidad. Según la Acusación Pública, el procesado reventó el candado de la cadena que cortaba el carril de acceso y se dirigió a la vivienda de la finca, donde tenía conocimiento de que se guardaban armas de caza. A continuación, tras desprender la reja y el marco de una de las ventanas traseras del inmueble y romper el cristal, accedió al interior.

El condenado se apoderó de una escopeta de calibre 16 y de otra arma del calibre 12, ambas en buen estado de funcionamiento, que posteriormente fueron reclamadas por su dueño. El individuo estuvo en posesión de las armas durante dos días, hasta que fue sorprendido por la Policía Local de Castro del Río, de donde Pedro M. P. es vecino.

Este joven también se sentó en el banquillo el 16 de enero de 2008 por arrebatarle un bolso a un mujer un mes antes de cometer el brutal crimen de los jardines de la Agricultura. Además, sobre Pedro M. P. pesa otra condena de nueve meses de prisión por las amenazas de muerte proferidas contra su pareja sentimental el día del asesinato.