Patios, ahora
La Gloria de San Agustín
Los cordobeses solemos ser gente agradecida, que eso es de ser gente de bien
Este año han abierto Los Patios por el puente de la Inmaculada porque se están celebrando diez años de eso tan importante que los nombraron y que nunca me sale, y eso que siempre lo tengo en la punta de la lengua. Y la verdad es que es una cosa bonita, porque en verdad Los Patios, cuando eran lo que realmente eran, estaban siempre abiertos.
Para celebrarlo hicieron también el martes un pedazo de baile aquí en la plaza, en San Agustín, que no se pueden imaginar. Yo no sé la de gente que había bailando, pero gente, tela, la mayoría mujeres, todo hay que decirlo, que vaya ritmo tenían y vaya cómo se movían, que daba gusto verlas. Lo disfrutamos en grande, como todas las cosas que pasan en el barrio, la verdad, que yo no conozco vecinos más agradecidos, que yo creo que no hay quien nos gane en eso. Aunque la verdad es que los cordobeses solemos ser gente agradecida, que eso es de ser gente de bien, que va todo en uno.
Parece raro por la época y el tiempo, pero también es un buen momento para ver Los Patios, que seguramente no habrá las bullas que en mayo, y casi están igual de bonitos. Yo cada vez que los veo abiertos no puedo evitar recordar cuando vivía con mis padres en uno, en la calle Zarco, lo bien que nos llevábamos todos los vecinos, que eso era como una familia a lo grande, y los buenos años que pasamos. Ahora los pisos tienen otras comodidades, otras historias, pero no tienen todo eso que esos patios tenían y que me hacían tener una vida tan bonita. Y con eso no estoy diciendo que mi vida de ahora sea más fea, ni mucho menos, es diferente.
Lo que no fue bonito, para nada, es como nos despidieron el otro día del Mundial, que vaya testarazo que nos pegaron bien pegado, que ni fuimos capaces de meter un penalti, y yo creo que con eso queda todo dicho.
Menos mal que el miércoles tuvimos otra vez a nuestro Córdoba bueno que no para de darnos y darnos buenos momentos. Que ya hasta gana los partidos con 10 jugadores, que es como jugamos 90 minutos, una cosa, lo que yo les diga.
Y otra vez El Arcángel hasta la bandera, que anda que no lo estamos pasando bien, pero como hacía mucho que no lo pasábamos. Que dure, que dure, y a seguir soñando, pero trabajando y lejos del cántaro de la leche. En fin, que se acercan los días grandes de la Navidad y mis amigos y yo ya estamos dándole vueltas a la cabeza para ver lo que hacemos, que seguro nos sale algo apañado, como poco.
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