Urbanismo

Paso definitivo para la construcción de viviendas en la cárcel de Fátima

  • Urbanismo aprobará esta semana un proyecto de urbanización que se traducirá en 164 pisos de régimen libre y 72 VPO

Terrenos de la antigua cárcel de Fátima.

Terrenos de la antigua cárcel de Fátima. / Miguel Ángel Salas

El consejo rector de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) aprobará esta semana el proyecto de urbanización de la antigua cárcel de Fátima -construida hace ya casi cien años y cerrada hace ya más de dos décadas-, una iniciativa promovida por la Sociedad Estatal de Infraestructuras y Equipamientos Penitenciarios. Ese proyecto contempla la construcción en los terrenos de la antigua prisión de 164 pisos de régimen libre y 72 VPO, así como sus correspondientes zonas ajardinadas, 159 plazas de aparcamiento en superficie y 262 dentro de los edificios residenciales.

El proceso hasta llegar a este punto ha sido largo. La GMU ya innovó para ello el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) en 2018, innovación que luego ratificó el Pleno del Ayuntamiento. Todo ello después de que en noviembre de 2013 el Ministerio de Hacienda sacara a la venta esos solares de la antigua prisión de Fátima, en los que en un primer momento estaba prevista la construcción de 190 viviendas.

En concreto, se trata de tres parcelas residenciales libres, con un total de 3.641 metros cuadrados de suelo y 18.318 metros cuadrados edificables, y una parcela de Vivienda de Protección Oficial (VPO), de 269 metros cuadrados y otros 1.209 metros edificables. 

El solar de la antigua prisión provincial contará así con dos equipamientos, uno de los cuales ya existe, el del centro cívico de Fátima. Además de esos dos equipamientos, el plan de urbanización incluye cinco manzanas residenciales, junto a las que se ubicarán los espacios verdes. En total, habrá 1.204 metros cuadrados de viales; 15.569 de espacios libres; 4.028 de equipamiento comunitario; y 5.390 para uso residencial. Estas obras contarán con un presupuesto de 2,9 millones de euros y está previsto que su ejecución se prolongue durante un año, tal como detalla ese plan de urbanización.

La demolición de la antigua prisión de Fátima se produjo en 2005, cinco años después de que se trasladara al último preso que la ocupaba a la de Alcolea. Durante casi 70 años, esta cárcel había sido todo un símbolo de la expansión de la ciudad, cuyas nuevas barriadas rodearon sus muros extendiéndose varios cientos de metros a campo abierto. La cárcel quedó poco a poco, a partir de los años 60, encajada entre bloques de pisos que la hundían irremisiblemente en el anacronismo de una ciudad moderna. Esta había sido la única cárcel de Córdoba conocida por varias generaciones de vecinos.

Antes de ella, hasta 1931, la prisión estaba ubicada en el Alcázar de Córdoba. Ese año, los presos fueron enviados a las nuevas instalaciones de Fátima junto a la carretera de Badajoz, mientras que el Alcázar pasaba a depender del Ejército, que lo utilizó como prisión militar hasta 1947.

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