El informe Crónica de una crisis crónica. 2008-2018: La pobreza que no cesa, elaborado por la Red de lucha contra la pobreza y la exclusión social (EAPN) y dado a conocer por este colectivo, incide en que la precariedad afecta especialmente a la juventud, lo que hace que este sector de población constituya un alto porcentaje dentro de las personas trabajadoras en riesgo de pobreza. "La alta tasa de paro joven (49,1%), una de las más elevadas entre la regiones de la UE, indica una infrautilización de la mano de obra disponible", incide el documento. El informe apunta también que el paro se hace crónico además en otros colectivos -mujeres y personas mayores de 45 años - que, por haber dejado de percibir prestaciones por desempleo, "se halla en riesgo o situación de pobreza y exclusión, y con grandes dificultades para salir de ella". "El porcentaje de personas paradas durante más de un año ha aumentado desde 2008 en un 26,41%", añade.

El documento insiste en que como ha ocurrido en otros periodos poscrisis, el empleo temporal ha sido el que ha experimentado un mayor crecimiento, situándose la tasa de temporalidad por encima del 35%; o lo que es lo mismo, una de cada cinco contrataciones dura menos de una semana. EAPN insiste en que en agosto de 2018, los contratos indefinidos en Córdoba supusieron un 3,59% sobre el total, siendo la tercera provincia andaluza con menor número y por debajo de la media andaluza (5,02%). Mientras que relata que en julio de 2018, la tasa de temporalidad en Córdoba fue del 35,6% (mientras que la media andaluza fue del 36,27%).

El informe sostiene, tal y como relató Carlos Arce, miembro de EAPN, que la fiscalidad es una herramienta fundamental para garantizar que se cubran los servicios básicos de toda la ciudadanía, en especial de las personas más empobrecidas. "Pese al crecimiento del PIB, cada ciudadano de Andalucía tiene una renta anual casi 2.000 euros inferior a la media nacional. En la última década, mientras en España la riqueza ha crecido en 724 euros por año y habitante, para los andaluces ha disminuido en 155 euros", relató Arce. El también portavoz de APDH defendió que para lograr un modelo fiscal progresivo (donde cuanto mayor sea la capacidad económica, más se contribuya), se ha de poner más peso en los impuestos directos -como sucesiones o patrimonio- que en los indirectos -como el IVA-. Entre 2016 y 2017, la recaudación tributaria en Andalucía aumentó un 4,28% para los impuestos directos y un 5,61% para los indirectos", anotó.

Arce insistió en que al riesgo de pobreza y exclusión y a la pobreza y exclusión que vive la sociedad cordobesa han contribuido las últimas reformas del sistema fiscal español "que han trasladado el peso impositivo desde las rentas del capital a las del trabajo. España figura como el sexto país de la UE que más grava las rentas del trabajo (35,6%), mientras que la tasa sobre el capital (10,6%) está por debajo de la media europea", lamentó. También refirió que la ciudadanía aporta gran parte de lo que recauda el Estado, "por lo que se convierte en figura esencial para financiar políticas sociales. Cuando el sistema tributario no es eficiente, puede derivar en un incremento de la pobreza y la desigualdad como el que estamos viviendo: Andalucía presenta el tercer cociente de desigualdad más alto del país, solo por detrás de Canarias y Melilla", puntualizó el portavoz de APDH. Arce defendió que para luchar contra la pobreza y la exclusión social es "crucial" garantizar la estabilidad de la inversión y el gasto público sobre el que sustenta el modelo de estado del bienestar, así como la lucha contra el fraude fiscal.

APDH incide asimismo en que los precios no se han equilibrado con respecto a la caída de los ingresos de las familias y los defectos "aún devastadores" del paro "hace cada vez más difícil afrontar el pago de los suministros básicos, uno de los gastos que más debilitan las economías familiares.