Moda

Palomo Spain, listo para vestir a "hombres de negocios y pijos"

  • El diseñador maleno presenta un nuevo ejecutivo rejuvenecido y bañado en color

Palomo Spain, durante la presentación de su colección primavera-verano en Madrid.

Palomo Spain, durante la presentación de su colección primavera-verano en Madrid. / Efe / Sergio Pérez

El diseñador cordobés Alejandro Gómez Palomo, "alma mater" de la firma Palomo Spain, vuelve a romper las convenciones establecidas en el vestir masculino con una colección madura, fresca y psicodélica, una propuesta con las que reinventa la estética de los "hombres de negocios, de los pijos".

Hace seis años Alejandro Gómez Palomo llegó a la pasarela madrileña con la intención de dar un vuelco al atuendo varonil y concedió al hombre el derecho a lucir plumas, volantes, sedas, tules y colores por doquier.

Con su nuevo trabajo, Tiburón, para la primavera-verano 2022 que ha presentado en unas oficinas en el Paseo de la Castellana, ha vuelto a dar un giro importante al atuendo del hombre con una sastrería joven y divertida, incluso "un poco loca", ha señalado Alejandro Gómez Palomo antes del desfile.

"Mi intención era liberar al hombre de ese corsé convencional", dice el diseñador, quien considera que "la moda masculina ha cambiado mucho". Con esa idea de renovación, el diseñador de Posadas, mira la estética del mundo financiero, de los empresarios, "clásicos y pijos" y bajo su prisma, presenta un nuevo ejecutivo rejuvenecido y bañado en color.

"El hombre ha cogido protagonismo; hay chicos que con sus estilismos llaman más la atención que las mujeres", añade el diseñador, partidario de lucir un esmoquin sin camisa o con una llena de volantes, "eso sí, las joyas resultan imprescindibles".

Sobre la pasarela se ha visto una sastrería trasgresora, con hombros marcados en la que sobresalen trajes de raya diplomática y chaquetas impecables en tonos azules. "El universo de la corbata se transforma en un mundo de luz, color y alegría", añade este creativo.

A medida que avanza el desfile, el vestir ejecutivo de Palomo Spain pasa de un particular clasicismo a unos estampados locos con formas de rombos en verdes ácidos y rosas fuertes, códigos que son familiares en la firma.

En esta ocasión, se ha visto a un Palomo Spain muy diferente, renovado y freso, que huye del romanticismo y de la estética onírica y que apuesta por la versatilidad del mono, en versión largo o corto, y los "shorts" combinados con polos.

Eso sí, sigue siendo sexi con un propuesta más cuadrada, de líneas rectas, puras, todo en más limpio. "Los volantes, las plumas y los flus flus no tienen cabida". Aún siendo una propuesta sencilla, "Palomo Spain nunca va a ser minimalista, soy incapaz de hacerlo", dice con sentido del humor el diseñador, que reconoce que estos seis años al frente de la marca ha sido "un viaje precioso".

Desde el principio contó con la bendición de la prensa y los popes de la moda. "He tenido mucha suerte, he sentido el cariño y la aceptación desde el minuto uno". Una aceptación que le dio alas y ganas de comerse el mundo, "vi que lo que estaba haciendo tenía sentido", señala el modisto, que advierte que ha aprendido mucho.

"La marca es una realidad que funciona, las colecciones gustan y tengo proyectos supergordos, hay futuro", dice con ilusión Alejandro Palomo, hábil para gestionar y encontrar un equilibrio entre la dicotomía eterna entre creatividad y venta.

"Me gusta ese ejercicio de buscar el equilibrio entre la creatividad más loca y lo que se puede llevar a la calle", añade este cordobés nacido en la localidad de Posadas, que considera que la moda está en un momento delicado.

"Con la crisis mundial, la moda se queda como una cosa frívola, pero es una industria gigante que mueve muchos puesto de trabajo; no es un juego de muñecas, es un trabajo serio", recuerda.

Alejandro Palomo, que el próximo domingo cumple 30 años, sueña con seguir adelante, "con tener otras experiencias en el mundo de la moda". Está contento, al desfile han asistido un montón de amigos, entre ellos el director de cine Pedro Almodóvar, el actor Eduardo Casanova y la artista multidisciplinar María Forqué.

"Estoy preparado para cumplir 30 años, en un buen momento de mi vida, me pega la madurez, ya se me puede tomar en serio", dice entre risas.

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