Volcán Cumbre Vieja

De La Palma a Córdoba: los plátanos del volcán llegan a nuestras fruterías

  • Estos plátanos cuentan con una etiqueta especial, con la frase 'Del volcán', con el objetivo de ayudar a los consumidores a identificar y entender el motivo de los daños estéticos

Manojos de plátanos del volcán de La Palma

Manojos de plátanos del volcán de La Palma / Miguel Ángel Salas

Con más manchas de lo habitual y un poco ásperos al tacto, dejan los dedos de las manos ennegrecidos al tocarlos por una especie de granitos de tierra que desprenden, la ceniza. Así son los plátanos del volcán de La Palma que, tres meses después de su erupción, han llegado hasta las fruterías de Córdoba.

Son plátanos "afectados o dañados a la vista de cualquiera", afirma Manuel Martínez, que regenta El Huerto de Manolo desde hace cinco años en la avenida Guerrita (Poniente), pero "si lo abres..." -prosigue mientras se empeña en coger uno ellos- "el aspecto y el sabor es el mismo. ¿Lo ves?". Y lleva razón.

Hace un par de semanas, su proveedor le hizo llegar unos plátanos recién aterrizados en la península con una etiqueta que, "al verla de primeras", le impresionó. Se trata de una serie especial que la Asociación de de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (Asprocan) lanzó el pasado 5 de noviembre de la etiqueta IGP Plátano de Canarias y que incluye una imagen de la erupción en la isla de La Palma e incorpora, además, la frase "del Volcán"

Según el comunicado que esta asociación emitió en su página web, esta etiqueta estará disponible mientras continúen registrándose nuevos daños, "con el objetivo de ayudar a los consumidores a identificar y entender el motivo de los daños estéticos como consecuencia de la ceniza emitida por el volcán de La Palma".

Plátanos con la etiqueta especial "del volcán" Plátanos con la etiqueta especial "del volcán"

Plátanos con la etiqueta especial "del volcán" / El Día

La conversación en El Huerto de Manolo empieza a coger tintes de master class sobre la anatomía y comportamiento de esta fruta amarilla, cuando se le pregunta el porqué de que algunos de estos plátanos aún conserven restos de esa ceniza. "La piel de los plátanos es muy sensible cuando la tocas e impide que se le pueda retirar con las manos la ceniza", dice Manuel, "y tampoco se les puede dar con agua porque entonces se pondrían negros". La solución que están llevando a cabo, según Manuel tiene entendido, es darle con sopladoras o máquinas de aire a presión "para limpiarlo lo máximo que pueden". Por suerte, esta piel es sensible y resistente a partes iguales, por lo que cumple su función de proteger perfectamente al plátano por dentro y, así, "aunque parezca que está reventado, tiene el mismo sabor", incide el frutero.

La recolección rápida que llevan a cabo los productores para evitar la afección del volcán y luego el roce entre los plátanos que se produce durante el transporte, más agresivo de la habitual por la ceniza, son otros de los factores que influyen en el aspecto dañado que presenta el plátano "del volcán" por su cara exterior.

Respuesta de los consumidores 

La respuesta de los consumidores frente a este producto está dividida, entre aquellos a los que no le importa y los que prefieren un plátano más limpio. "La vista vende", concluye Manuel ante una realidad contra la que no se puede hacer nada. El plátano "está sano, pero yo no puedo vender este manojo con esta pinta", vuelve a replicar Manuel señalando una caja de plátanos afectados y que tiene apartados. 

La mercancía cambia en cuestión de días: "a mí me trajeron lo que había en ese momento, que eran los de La Palma", pero ahora en la barra horizontal, de pared a pared, cuelgan unos plátanos de Tenerife "mucho más limpios". Cuelgue y descuelgue. Una sustitución rápida, de apagafuegos, como el que sale a tirar un penalti y luego vuelve al banquillo. 

Tomar este tipo de decisiones no sale gratis para negocios como el de Manuel, que aun pudiendo comprar más barato el plátano dañado del volcán a los proveedores, prefieren priorizar "un compromiso de calidad que hay que mantener con el cliente". A pesar de ello, "el cliente no siempre tiene en cuenta estos detalles", lamenta Manuel.

Manuel Martínez posa con dos manojos de plátanos del volcán Manuel Martínez posa con dos manojos de plátanos del volcán

Manuel Martínez posa con dos manojos de plátanos del volcán / Miguel Ángel Salas

Por su parte, los productores de plátanos de la zona del volcán se ven obligados a poner sus plátanos en el juego del mercado, para darle salida a una producción que está dañada. ¿Cómo lo hacen? Bajando el precio. Manuel explica que, una vez que ya han sido recolectados, "todo lo que no se venda, se pierde" y hace la prueba en la báscula: mientras los plátanos de Tenerife están 3,69 euros/kilo -subidos de precio por la inflación-, los de La Palma están a 1,80 euros/kilo.

Iniciativa solidaria

Esta etiqueta especial se suma a la iniciativa solidaria Un plátano por La Palma que Plátano de Canarias mantiene activa y a través de la cual todos los consumidores pueden hacer su aportación para apoyar de manera directa a todos los habitantes afectados por la erupción del volcán en la isla de La Palma a través de https://www.gofundme.com/f/un-platano-por-la-palma.

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