Infraestructuras

Las obras del Palacio Episcopal de Córdoba entran en su fase final y costarán más de tres millones de euros

  • El Cabildo Catedral invierte 500.000 euros en la restauración integral de la capilla del Espíritu Santo de la Mezquita-Catedral, que se ha prolongado durante cuatro años

Autoridades y clero visitan las obras del Palacio Episcopal.

Autoridades y clero visitan las obras del Palacio Episcopal. / Juan Ayala

Las obras que se llevan a cabo en el Palacio Episcopal para la construcción del Museo Diocesano y el Centro de Recepción de Visitantes de la Mezquita-Catedral han entrado en su fase final, “unas obras que costarán más de tres millones de euros”, ha detallado el portavoz del Cabildo Catedral de Córdoba, José Juan Jiménez Güeto. Jiménez Güeto ha detallado que el Palacio Episcopal ocupa un espacio de 14.000 metros cuadrados, de los que 1.494 se van a destinar a Museo Diocesano y Centro de Recepción de Visitantes de la Mezquita Catedral, una zona conocida como El Patio de Carruajes.

“Esta nueva propuesta cultural y turística que la Iglesia de Córdoba ofrece a la ciudad y a los miles de visitantes de la Mezquita-Catedral se inició en el año 2014. El presupuesto de las obras ha superado los tres millones de euros que han sido financiados íntegramente por el Cabildo Catedral de Córdoba”, ha sentenciado. “Estamos aún en la fase final de las obras, una vez que estas terminen se procederá a dotar de contenido y uso a este espacio, por lo tanto aún nos quedan meses de duro trabajo para que podamos inaugurar este centro, para que sea un lugar de acogida de quienes visitarán la Mezquita-Catedral y un lugar donde se pueda apreciar y disfrutar del rico patrimonio que conserva la iglesia de Córdoba”, ha concluido el portavoz.

Jiménez Güeto ha realizado estas declaraciones antes de la visita que han llevado a cabo al Palacio Episcopal el nuncio apostólico del Papa en España, Bernardito Cleopas Auza, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, el obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, el dean-presidente del Cabildo, Manuel Pérez Moya, y el alcalde de Córdoba, José María Bellido, entre otros.

Pérez Moya ha indicado que “el Palacio Episcopal abre sus brazos a la ciudad y a todos aquellos que quieran visitarnos”. El dean-presidente del Cabildo ha apuntado que se trata de un espacio de acogida con extraordinarias posibilidades culturales “que pondremos en breve a disposición de la ciudad y de quienes nos visiten enriqueciendo nuestro patrimonio y la oferta cultural de Córdoba”.

Capilla del Espíritu Santo de la Mezquita-Catedral. Capilla del Espíritu Santo de la Mezquita-Catedral.

Capilla del Espíritu Santo de la Mezquita-Catedral. / Juan Ayala

La visita al Palacio Episcopal se ha realizado antes de la presentación en la Mezquita-Catedral de la restauración de la capilla del Espíritu Santo, ubicada en el que es el primer templo de la diócesis, presentación a la que han acudido también las personalidades citadas anteriormente. Jiménez Güeto ha explicado que la capilla del Espíritu Santo fue construida bajo el empeño de los hermanos Simancas en 1568 para albergar los restos de su familia. La obra corresponde a Hernán Ruiz II, aunque fue su hijo quien la concluyó. Su bóveda es relevante por presentar una decoración renacentista sobre estructura gótica. En el registro central del retablo se localiza el bautismo de Cristo, atribuido a Pablo de Céspedes y la verja que cierra la capilla data de 1573.

Hace cinco años que el Cabildo Catedral de Córdoba decidió restaurar este espacio y tras la oportuna aprobación del proyecto de restauración por parte de la Comisión Provincial de la Delegación de Cultura de la Junta comenzaron los trabajos, que han durado cuatro años y en los que han intervenido un equipo interdisciplinar compuesto por arquitectos, conservadores, arqueólogos, ingenieros y restauradores. Las obras han sido financiadas íntegramente por el Cabildo Catedral.

La directora y coordinadora de los trabajos de restauración, Anabel Barrena, ha detallado que la reforma se ha hecho de forma integral e in situ “a excepción de los cuadros que decoran el altar mayor, que fueron trasladados al taller para su correcta manipulación”. Barrena ha incidido en que la alteración más evidente fue la aplicación de sucesivas capas de pintura sobre el cien por cien de la superficie que ocultaban la vistosidad del original “constituido por material petreo, policromado y dorado”.

El tratamiento aplicado ha tenido como objetivo eliminar la suciedad superficial y todos los materiales incoherentes y sin valor documental que a lo largo del tiempo han recubierto la obra y acelerado su deterioro, según ha explicado. Barrena ha detallado que los métodos de limpieza que se han utilizado en esta intervención, “por ser lo más idóneos en cada caso”, han sido “limpieza mecánica, limpieza química y con láser”. Efectuada la limpieza se procedió a la consolidación de los elementos de la capilla, “para devolver a los materiales su capacidad estructural perdida”. Finalmente se llevó a cabo la reiteración volumétrica y la reiteración cromática.

“La reciente intervención en la capilla ha puesto de manifiesto la policromía original que estaba oculta y en la que sorprende su belleza cromática, pues se emplearon colores muy variados, como rojos, azules, verdes y, sobre todo, el abundante uso de oro”. Barrena ha incidido en que lo más llamativo de la restauración ha sido el descubrimiento de una pinturas murales en el segundo cuerpo de la capilla. “Se trata de la representación de los profetas, Moisés, David e Isaías y son un claro exponente de la llegada del manierismo a Córdoba”, ha incidido.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios