El pacto entre el PP y Cs para gobernar el Ayuntamiento de Córdoba parece algo fuera de toda duda; que cierren ese acuerdo es solo cuestión de días y ambas partes están convencidas de que no ocurrirá como hace cuatro años, cuando el PSOE e IU sellaron su pacto de gobernabilidad sobre la campana, a tan sólo unas horas del Pleno de constitución de la entonces nueva Corporación municipal. En esta ocasión, las únicas incógnitas a despejar son cómo se va a llevar a cabo ese pacto y cómo se concreta para el Ayuntamiento cordobés.

Desde las direcciones del PP y Cs a nivel estatal y regional se han planteado una negociación que han dado en llamar de arriba para abajo. El balón está en estos momentos en Andalucía y ambas formaciones tienen ahora que bajarlo a Córdoba. Antes, por ejemplo, del que será el primer encuentro oficial negociador entre el PP y Cs a nivel local –que tendrá lugar posiblemente este martes 11 de junio–, el pasado viernes los comités negociadores a nivel regional del PP-A y de Ciudadanos (Cs), formados por cuatro miembros de sendos partidos cada uno, mantuvieron una primera reunión para abordar esos posibles pactos de gobernabilidad en los ayuntamientos andaluces –entre los que se encuentra obviamente el de Córdoba– en virtud de los resultados que arrojaron las elecciones municipales del pasado 26 de mayo.

Hoy, el comité negociador designado por Ciudadanos Andalucía para abordar los posibles pactos que puedan alcanzar en los ayuntamientos tiene previsto reunirse con el PSOE-A después de haber hecho lo propio el pasado viernes con el PP-A. Es lo que mandan los cánones de la formación liderada a nivel nacional por Albert Rivera, de arriba, para abajo.

Tras esa última reunión ya habrá vía libre para esa negociación a dos bandas a nivel local, que en Córdoba llevarán a cabo también en torno a unas cuatro personas por partido, mientras que Vox se mantiene como convidado de piedra, ya que no hay prevista, en principio, ninguna reunión con la formación de Abascal, pese a algunos contactos “informales” en la capital. Esta estrategia obedece a que el PP está a la espera de ver qué postura adopta Vox respecto a los Presupuestos de la Junta de Andalucía, después de que hayan presentado una enmienda a la totalidad a las Cuentas.

Además, hace tan sólo unos días, la cabeza de lista de Cs a la Alcaldía, Isabel Albás, insistía en que “Vox en estos cuatro años de futuro no es necesario” en el Ayuntamiento de la capital, por lo que defendió que “no hay que contar con ellos”, con “todo el respeto a sus votantes”. Eso era hace unos días, cuando desde Madrid se tenía esta máxima de que a Vox, ni agua. Ayer, Ciudadanos levantó el veto a al partido de Abascal. Su candidato a la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, se reunió con la candidata de la formación verde a presidir el Gobierno regional, Rocío Monasterio, para acercar posturas en un “clima cordial”, por lo que en Córdoba, si hiciera falta, Cs podría también hablar con Vox.

Antes del inicio de las reuniones, PP y Cs en Córdoba están seguros de que no habrá excesivos problemas para llegar a diseñar el acuerdo que suponga que el próximo sábado el popular José María Bellido se convierta en el nuevo alcalde de Córdoba e Isabel Albás en la primer teniente de alcalde. Unos y otros quieren cerrar el acuerdo y cerrarlo cuanto antes. Eso sí, no está muy claro que la formación naranja acabe ostentando la Gerencia Municipal de Urbanismo, tal y como había solicitado la propia Isabel Albás. Sea como sea, la incógnita del reparto de áreas se despejará en tan sólo unos días y se da por hecho que se hará teniendo en cuenta las consejería que populares y naranjas gestionan ahora en la Junta de Andalucía.