El PP-A anuncia una manifestación por el empleo y contra la financiación

Los populares andaluces consideran que ha llegado el momento de decir "basta" ante la situación actual. Su presidente, Javier Arenas, explicó ayer que su formación convocará una manifestación en torno al 20 de febrero, en vísperas del Día de Andalucía, para que "miles de andaluces digamos en la calle que ya está bien y que basta de que, tras 26 años de gobiernos socialistas, Andalucía esté a la cola de las comunidades autónomas cuando tiene recursos y potencial para ser la primera".

Ésta será la primera vez que los populares andaluces convocan en exclusiva una manifestación de la que, por el momento, sólo se sabe el motivo y la fecha aproximada. La logística del PP-A decidirá próximamente el punto de Andalucía por donde discurrirá, así como otros aspectos.

Arenas argumentó que la formación que lidera "ha demostrado que la calle no es de nadie" y que el PP-A realiza su trabajo en las instituciones y acude a los tribunales sólo cuando es necesario, por lo que esta protesta callejera no tiene más objetivo que reclamar una solución al problema del paro así como que se ponga una marcha una reforma de la financiación fiscal.

Esta convocatoria de protesta se enmarca dentro del programa aprobado ayer por la Junta Directiva Regional del PP-A, máximo órgano entre congresos reunido ayer en Córdoba, de comenzar a preparar las elecciones municipales de 2011, que son "la antesala del cambio en Andalucía". Arenas señaló que hay encuestas -que se harán públicas en los próximos días- que apuntan que esta formación "está muy cerca del PSOE", por lo que espera que este respaldo sirva para la manifestación. El objetivo para estos comicios pasa por duplicar el número de alcaldías "y ser un partido de gobierno en las diputaciones". Además, tienen el reto de liderar la agenda política andaluza, puesto que el Gobierno de Manuel Chaves está "fuera de la realidad" y va "a remolque de la oposición".

Por otra parte, el dirigente popular se refirió al sistema de financiación autonómica que estudia el Gabinete de José Luis Rodríguez Zapatero y lo ha definido como una "propuesta disparatada" y una "frivolidad de aquél que carece de un proyecto para España" y está renunciando a la cohesión y la solidaridad entre los territorios, porque, en su opinión, está al servicio "del estatuto anticonstitucional de Cataluña".