Ocaña pedirá el lunes al presidente de BBK que reactive la economía local

El alcalde, Andrés Ocaña, habló ayer por primera vez de la situación de Cajasur después de que se haya acordado el ajuste laboral de la empresa, que afectará a 668 empleados a través de jubilaciones anticipadas y bajas incentivadas. Así, Ocaña dijo que "lo importante" es que Cajasur, ahora como BBK Bank, "retome la actividad al 100 por 100, pues es lo que necesita la ciudad y lo que está esperando". El regidor no quiso valorar el acuerdo ni opinar sobre sus diferencias sobre el que planteaba Unicaja y dijo que lo que desea la ciudad de dicha entidad financiera es que "abra el contacto con la sociedad cordobesa aún más, que abra las líneas de crédito al sector empresarial, al consumo y a la ciudadanía, en definitiva, para que cumpla la función de motor y de palanca de la economía de la ciudad de Córdoba". Eso es lo que, según detalló Ocaña, le va a plantear el lunes al presidente de BBK, para que "se normalice esa vinculación con la capital lo antes posible, ya que han sido seis meses muy duros" los que han pasado desde la intervención de Cajasur por el Banco de España y su posterior adjudicación a BBK. Ese tiempo, a juicio de Ocaña, "debiera de ser ya pasado", para que así se pueda "empezar a alumbrar un nuevo presente y un nuevo futuro". El alcalde ya se reunió con Fernández en Bilbao, pero el del lunes será el primer encuentro después de la toma de control oficial de BBK que se formalizó el 1 de enero y también una vez concluida la negociación con los sindicatos sobre el excedente de plantilla y el ajuste económico.

Por su parte, el presidente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñán, rehusó polemizar sobre si la oferta laboral de Unicaja para los trabajadores de Cajasur era mejor o peor que la acordada con la BBK aunque calificó de "incongruentes" a los que se manifestaron contra los despidos y ahora los apoyan. "No voy a entrar en estos temas porque agua pasada no mueve molino, pero hubo gente que se manifestó por las calles en contra de los despidos y ahora los aprueba y firma", dijo Griñán en referencia -sin mencionarlos- al sindicato mayoritario en la ya antigua caja cordobesa (Aspromonte) y al PP, que apoyó las manifestaciones de este sindicato.

El presidente andaluz confió en que "todo termine bien" y que "desea" que el mayor número de trabajadores de la antigua caja permanezcan en el nuevo banco BBK Bank Cajasur. Tras reiterar que no va a entrar en polémicas "porque todo el mundo sabe lo que ha ocurrido" en la entidad, el presidente de la Junta sí instó a hacer una "reflexión" del número de trabajadores que van a darse de baja, un total de 668, de los cuales 428 saldrían de la empresa mediante prejubilaciones, 130 por bajas indemnizadas y 110 por suspensiones de contrato compensadas.

Respecto a la admisión a trámite por parte de la Audiencia Nacional del recurso que interpuso el Cabildo Catedralicio por la valoración de Cajasur en el proceso de cesión a la vasca BBK, Griñán recordó que éste es un proceso habitual e indicó que hay que esperar al sentido del pronunciamiento de la Audiencia. En cualquier caso, el presidente andaluz ha sostenido que "no había lugar a nada de esto si el Cabildo hubiera aprobado la fusión con Unicaja".