Cultura

Noche de embrujo y flamenco en Córdoba

La Plaza de las Tendillas abarrotada en el concierto de Estrella Morente.

La Plaza de las Tendillas abarrotada en el concierto de Estrella Morente. / Juan Ayala

Una docena de espectáculos por distintos puntos de Córdoba han llevado a la Noche Blanca del Flamenco a todo su esplendor. Hasta las temperaturas han dado una tregua para que en la noche del 18 de junio y la madrugada del 19 los cordobeses hayan disfrutado de una velada de flamencura en sus distintas versiones. Cante, baile, desde el arte más jondo hasta la fusión con música urbana, una programación de lo más variada que ha llenado de arte distintos rincones de la ciudad. 

La afluencia de público que andaba de un lado para otro se ha podido constatar desde primera hora de la tarde. Esta es una de las características que tiene la cita, la posibilidad de disfrutar de varios conciertos y espectáculos en una misma noche. “Tenemos pensado ir a varios sitios”, ha comentado la familia Estrada de Puente Genil, quienes han venido a la capital para disfrutar de esta noche, como han hecho en ediciones anteriores. 

“El ambiente, ver espectáculos gratis y que son artistas de calidad”. Ésto es lo que destaca la familia de esta cita que está más que instaurada en el calendario cordobés y que supone la cuenta atrás para el comienzo del verano. Esta familia pontanensa permanecía a la espera de la aparición estelar de Estrella Morente. 

La artista granadina ha sido la elegida para dar rienda suelta a su arte desde el escenario montado en la plaza de las Tendillas. Un céntrico enclave que se llena de ruido y bullicio en su día a día, pero que en esta noche, ha enmudecido para escuchar los quejidos de Morente, pese a las complicaciones que encontraban los más retirados para poder oír las letras flamencas.

Estrella Morente ha entonado clásicos de su repertorio musical como En lo alto del cerroHabanera Imposible. Este último tema habla sobre Granada, su ciudad natal, aunque la artista ha querido versionar la letra y mencionar a Córdoba para rendirle así un pequeño homenaje a la ciudad califal. Todo ello acompañada por su equipo de músicos: José Carbonell Montoyita, a la guitarra; José Carbonell Monti, como segunda guitarra; Ángel Gabarre y Antonio Carbonell, a las palmas y coros; y Pedro Gabarre Popo, a la percusión. 

Antes de esto, la Compañía Chicharrón Circo ha sido la encargada de calentar motores con su espectáculo unipersonal Sin Ojana, que fusiona circo, flamenco y teatro. Este montaje, donde se ha podido ver un ambiente familiar, ha animado la zona peatonal de La Viñuela, unos de los barrios hasta donde ha llegado la Noche Blanca. 

Espectáculo en la Viñuela. Espectáculo en la Viñuela.

Espectáculo en la Viñuela. / Juan Ayala

El acento cordobés lo ha puesto el espectáculo made in Córdoba, en cuatro horas de música –desde las 22:00 hasta las 02:00 de la madrugada– de varios artistas cordobeses en la Posada del Potro, demostrando el talento que tiene esta ciudad y, embriagando a los asistentes con actuaciones de cante, baile y guitarra flamenca. 

Artistas consagrados y nuevas figuras del flamenco que prometen hacer ruido: Alfonso Linares, Manuel Jiménez y su grupo, Lucía Leiva, Antonio José Nieto y Rosa de la María han sido esos artistas que han subido a las tablas de la emblemática posada. Una propuesta artística que ha contado con la colaboración de la Asociación de Artistas Flamencos de Córdoba. 

Algunos de los conciertos han empezado a llenarse de público incluso más de media hora antes de su inicio. Este ha sido el caso del espectáculo cordobés, que acogía extensas colas en la puerta de la posada, pues el aforo colgaba el cartel de completo. A este reducido enclave también han acudido turistas extranjeros que tocaban las palmas y exclamaban olés por doquier ante la puntual puesta en escena de los artistas. 

De pie, se encontraban un grupo de amigas cordobesas debatiendo sobre las horas de los conciertos. “Los podían poner un poco antes, yo no aguanto hasta las 04:00 de la madrugada”, ha mencionado una, mientras la otra le rebatía: “pero si lo celebramos por la tarde va a ser peor, nos morimos de calor”, ha exclamado. 

Espectáculo Córdoba Flamenca en la Posada del Potro. Espectáculo Córdoba Flamenca en la Posada del Potro.

Espectáculo Córdoba Flamenca en la Posada del Potro. / Juan Ayala

Una fusión de culturas es lo que se ha podido presenciar de la mano de Hamid Ajbar Flamenco Fusión, en otro de los barrios hasta los que han llegado las actuaciones de esta noche, en la plaza Matías Prats del Zoco. La música y danza arábigo-andalusí y la flamenca, se han fundido con el espectáculo Dos historias, un camino. Una fusión jonda de los ritmos orientales y el flamenco más arraigado. 

Aunque el groso de espectáculos se han llevado a cabo en zonas del centro de la ciudad y el Casco Histórico, en estos barrios más retirados del eje central también han cosechado gran afluencia de público. Y es que, las ganas de volver a disfrutar de una nueva edición –esta es la número 13– de La Noche Blanca del Flamenco han estado patentes entre las miles de personas que han salido a las calles durante una jornada que ha durado hasta altas horas de la madrugada. 

No cabía ni un alfiler alrededor del escenario montado en una de las localizaciones más mágicas de Córdoba: el Patio de los Naranjos. Allí, el guitarrista Dani de Morón ha ofrecido un concierto que ha impregnado de embrujo el enclave más turísitico de Córdoba. La actuación ha contado con los temas seleccionados de su repertorio instrumental que atesora en sus grabaciones discográficas. Su maestría con las cuerdas ha provocado que El sentido del cambio –título de su espectáculo– acercase hacia el lugar a varios paseantes y turistas que se han topado con este plan de ocio irresistible.

Al marcar las agujas del reloj la media noche, varios artistas coincidían con el comienzo de su espectáculo. En la Plaza de San Agustín, otro escenario que nunca falla en esta noche, José Valencia y Ezequiel Benítez han mostrado el arte y la herencia recibida desde sus respectivas ciudades de crianza, Lebrija y Jerez. A la misma hora, Antonio Fernández Montoya, Farru, daba sus primeros pasos sobre el escenario. El baile también ha sido protagonista de esta 13 edición. Desde el escenario montado en el entorno de la Torre de la Calahorra, el mediano de la saga de los Farrucos, ha llenado de duende el ambiente con Por un sueño.

Actuación del Farru. Actuación del Farru.

Actuación del Farru. / Juan Ayala

Entrada la madrugada, el ambiente se ha disparado por las calles. A ello también ayudaba que el Ayuntamiento ha aprobado un decreto para la ampliación de horarios de bares durante la noche. En concreto, los locales públicos que cuentan con licencia municipal de apertura de establecimientos o declaración responsable de inicio de actividad “podrán permanecer abiertos durante dos horas más respecto a su horario habitual”, como se explicaba en el decreto mencionado.

Esta medida ha sido muy bien recibida por los hosteleros del centro. Este es el caso de los bares de la plaza de la Corredera, donde han quitado las terrazas y han montado barras en las que servían bebidas y bocadillos. “Yo espero que sí, que compense”, ha indicado la gerente de La Despensa de la Corredera, negocio que ha afrontado su primera Noche Blanca. 

Mientras tanto, la velada ha seguido con las actuaciones programadas para después de las 01:00 de la madrugada. Paqueando es la propuesta de los artistas Diego Amador y José María Bandera, para escuchar, valorar y redescubrir la riqueza musical de Paco de Lucía, desde el Compás de San Francisco. Por otra parte, la onubense Argentina, ha vuelto a La Noche Blanca del Flamenco con un concierto en la plaza de la Corredera, donde ha presentado Idilio, un espectáculo en el que interpreta con su elenco flamenco los diferentes palos del cante y también se adentra por primera vez en el mundo de la música latina.

En un escenario nuevo, la plaza del Conde de Priego, en el corazón de Santa Marina, ha continuado el arte de los Morente, la pequeña de la saga de artistas, Soleá Morente, ha presentado un montaje lleno de sentimiento dedicado a sus padres, Aurora y Enrique. De sagas flamencas va la cosa, y es que, el siguiente concierto programado ha corrido a cargo de Lucia Fernanda, nieta del gran Habichuela e hija de Antonio Carmona, la joven artista ha presentado Yelem

El cierre de la noche también ha tenido sabor cordobés con Lin Cortés en los jardines del Alcázar, a las 04:30. Con su Romancero, ha dado muestra de su mestizaje donde convive el flamenco más enraizado con el rock más eléctrico. 

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