El sorteo del Niño reparte más de 1,5 millones entre Córdoba, Luque y Rute

Diez décimos del segundo premio, correspondiente al 69362, son vendidos en la Compañía.

G. N. Jiménez / Á. Robles

Córdoba, 06 de enero 2014 - 13:55

En la plaza de la Compañía y en las localidades de Luque y Rute el roscón de Reyes se acompañó ayer con champán. Un golpe de suerte quiso que el sorteo del Niño, que pone el punto y final oficioso a las fiestas de Navidad, repartiera algo más de 1,5 millones de euros entre Córdoba capital y las dos localidades de la Subbética. Dos series del segundo premio, el 69362, se vendieron en ventanilla en Córdoba y Luque, con sendos premios totales de 750.000 euros. En Rute, sólo hubo un décimo afortunado -75.000 euros-, pero la alegría fue igual de grande.

La administración de lotería de La Paloma, en la plaza de la Compañía, ya sabe muy bien qué es eso de repartir suerte. Y ayer lo volvió a hacer. Su responsable, Rafael García de Vinuesa, se levantó como un día normal, pero al escuchar el número del segundo premio de la Lotería del Niño desde su televisor "no daba crédito". "Ahora estoy algo más tranquilo, pero prometo que he sentido una emoción enorme, como si me hubiese tocado a mí", decía mientras atendía a todos los medios de comunicación que se habían acercado a su administración. Los que no se dejaron ver por la plaza de La Compañía fueron los agraciados de los 750.000 euros de los diez décimos con el 69362 que Rafael ha vendido. "Aunque no aparezca ninguno de los afortunados, yo voy a brindar con champán por ellos", decía sin soltar la botella que segundos después descorcharía.

Este lotero sabe ya lo que es repartir buenos premios. El pasado mes de junio vendió cincuenta décimos del primer premio de la Lotería Nacional, premiados con más de seis millones. En 2010, gracias a la Primitiva, tocaron 2,5 millones. "Con los tiempos que corren, dar premios es aún más satisfactorio si cabe", dijo Rafael sin dejar de sonreír.

En Luque, un municipio enclavado en la Subbética cordobesa que estos días vive volcado en la campaña de la aceituna, el día de Reyes también se vivió con alegría. La única administración de Lotería del municipio, ubicada en la céntrica calle Carrera, vendió diez décimos del número 69362. Como en Córdoba capital, la suerte dejó 750.000 euros. "Llevamos una buena racha", presumía el responsable de la administración, Miguel Molina, minutos después de conocerse el número premiado. La casualidad quiso, además, que los décimos fueron a manos de "gente del pueblo". Conforme avanzó la mañana, los agraciados acudieron al establecimiento de Miguel, adonde, como mandan los cánones, acudió personal de Loterías y Apuestas del Estado para entregar el cartel con el número ganador y se abrieron botellas de champán para brindar.

Ente los vecinos de Luque afortunados por El Niño, se encuentra la familia de Diego Molina, que hace poco menos de dos semanas compró cuatro décimos del 69362. Uno se lo quedó él y los otros tres se los regaló a sus hijos, en dificultades económicas, que alargarán las fiestas navideñas "al menos una semanita", reconocía Diego, de 44 años, el menor de los hermanos. Como se suele decir en estas ocasiones, la suerte supo elegir: "Destinaremos el dinero a seguir subsistiendo y a quitar alguna deudilla", dijo Molina, padre de tres hijos y desempleado del sector cárnico. "Ha venido como anillo al dedo, mejor inmejorable", intentaba describir. Sus dos hermanos -pintor y ama de casa- también recibieron el premio con esperanza.

En Rute, en la comarca de la Subbética, la diosa Fortuna también dejó su impronta, en esta ocasión a través del terminal electrónico. Loli Muñoz, la hija del titular de la administración, ubicada en la calle Juan Carlos I, apenas podía pronunciar palabra: "Ha sido inesperado. Estamos contentísimos". El premio, viajero, no se quedó en Rute, sino que fue a manos de un cliente habitual residente en Lucena: "Se llevó diez décimos, uno por cada terminación posible, todos elegidos al azar". La máquina eligió el 69362 euros, premiado con 75.000 euros. "Estamos que no nos lo podemos creer, proque en tres meses hemos dado dos segundos premios", intentaba explicar Francisca Rabasco, dependienta habitual del establecimiento. En Rute, la visita del premio del Niño también se acompañó con champán. Y con una buena dosis de optimismo: "Ojalá el próximo año sea el Gordo", dijo Rabasco.

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