Suenan los sones del popular villancico Campanas sobre Campanas en el Patio de la Cancela del Palacio de Viana. Chicos y mayores no pierden detalle de la actuación de integrantes de la Escuela de Músicos de Córdoba en ese recinto que fue “el patio de entrada de la Casa de los Torres Cabrera, con los correspondientes graneros y caballerizas, hasta que esta propiedad fue anexionada a Viana en el siglo XIX”, lee uno de los escolares que asiste al recital de villancicos. Un recital que ha inaugurado las visitas a la Ruta número 1 de la fiesta de Los Patios de Córdoba en Navidad, la primera que se puede visitar en esta cita que se desarrollará hasta el próximo 4 de enero y en la que abrirán al público 45 recintos en total.

El guión de Los Patios de Córdoba en Navidad dicta que el miércoles 18 de diciembre estarán abiertos los del Palacio de Viana; Parras, 5; Parras, 8; Parras 6; y Ocaña, 19. Estos recintos solo se pueden visitar este día, excepto el del Palacio de Viana, que también abrirá incluido en la Ruta institucional los fines de semana, junto a los del Palacio de Orive; la Posada del Potro; Trueque, 4; y Rey Heredia, 22. “En estas fechas solemos llenar los patios de bodegones”, cuenta el director del Palacio de Viana, Leopoldo Izquierdo. “También los llenamos con pascueros, que aunque no las tenemos catalogadas en el Palacio, son plantas ya típicas de la Navidad”, señala.

Al fondo se escucha otra versión de Campanas sobre campanas. Proviene de un belén que “está concebido dentro de uno de los principios de la Fundación Viana, que es el de la inclusión”, comenta Leopoldo, y que está realizado por los niños del Colegio de Educación Especial Santo Ángel bajo el lema “Viviendo la Navidad con Alma de Niños”.

Los músicos han concluido su actuación y ahora marchan hacia Parras, 5, el patio de María Isabel Navajas y Pedro Montes, un recinto que recibe ahora en Navidad con su particular Rincón de la Fantasía, “como le han puesto los visitantes”, detalla María Isabel. “Los primeros años que empezamos a poner el patio en estas fechas comenzamos en ese rincón colocando muñequitos con el árbol de Navidad y cada año hemos ido incorporando más elementos; una chica llegó a decirle a su madre que si de verdad existen las hadas tienen que vivir en este patio y en honor a esa chica he puesto este año hadas en ese rincón”, comenta.

Un rincón nevado en el que no falta –como salido de la película navideña de Robert Zemeckis– el Polar Express, ese tren de fantasía con un revisor un Tom Hanks en versión dibujo animado. El Rincón de la Fantasía, en el que todo el que entra en Parras, 5 se fija “es un árbol de Navidad en el que cada rama es un escenario distinto”.

De fantasía también es el majestuoso laurel que reina en el patio de Parras, 8, el de Milagros Aznar y Francisco Martín. “El laurel es el alma de este patio y por supuesto lo hemos engalanado de Navidad con más que 500 lucecitas led”, detalla Milagros.

“Los Patios en Navidad nos sirve desde hace tres años que no faltamos a la cita para disfrutar con mi patio y con los visitantes en estas fechas”, añade, mientras acceden al recinto los integrantes de la Escuela de Músicos de Córdoba para regar al laurel y al resto de plantas del recinto de villancicos bajo la atenta mirada una chiquita piconera de forja. Esos sones llegan hasta el patio de Parras, 6, el de Rosario Cantillo, recinto que, como reza en la puerta, pertenece a la casa en la que nació el inmortal poeta cordobés Pablo García Baena.

Allí, una gaditana y su hija le dice a Chari –como se la conoce familiarmente– que siente envidia de vivir “en este lugar tan bello, hermoso”, en esa casa en cuyo patio su gran limonero es testigo directo de la llegada de los visitantes mientras echa de menos ese manto de color verde de las plantas que suelen vestir el patio en mayo. “Ahora es la época de los pascueros, pero por aquí también tengo geranios y de todo, yo no los quito; lo que es verdad es que la gente sale muy contenta de ver el patio”, defiende Rosario, mientras los músicos de dirigen a Ocaña, 19, el patio de Ricardo González Mestre y Toñi Lucena, lleno de velas para la ocasión junto a la típica flor de Pascua.