Una joven infectada por la bacteria klebsiella murió la semana pasada en el Hospital Reina Sofía cuando se encontraba ingresada en la Unidad de Hematología. La mujer estaba inmunodeprimida (fuerte disminución de las defensas en el organismo) y en aislamiento, pero compartía habitación con otra paciente también inmunodeprimida. Desde el hospital no quisieron confirmar ni desmentir la causa de la muerte de la joven, alegando que es su obligación respetar la confidencialidad del paciente.

Según las fuentes consultadas, la mujer -cuyo estado de salud no era de extrema gravedad- llevaba ingresada en el Reina Sofía unas dos semanas, donde acudió a causa de un episodio de la enfermedad que padecía y que le fue diagnosticada en el centro. Durante su estancia en la Unidad de Hematología, donde estaba siendo tratada de su patología, a la paciente se le descubrió a través de un análisis específico la presencia de la bacteria klebsiella pneumoniae.

El estado de salud de la joven empeoró hasta el punto de que los responsables sanitarios de la unidad decidieron ponerla en aislamiento total, en una de las cámaras que están preparadas para las personas que reciben un trasplante. Sin embargo, la mujer no logró salir adelante y falleció la semana pasada.

Tras descubrir la infección por klebsiella en el organismo de la joven, los responsables sanitarios realizaron también un análisis específico a su compañera de habitación en aislamiento, que también estaba en situación de inmunodepresión. De la misma forma, los resultados fueron positivos en la bacteria.

La presencia de la klebsiella en el Reina Sofía se remonta, al menos, a 2013, aunque fue en 2014 cuando saltaron a la luz varios casos de muertes a causa de infección por esta bacteria, incluso hubo un brote que obligó al aislamiento de varios pacientes afectados. En 2013 el centro sanitario reconoció que se había detectado la klebsiella en nueve bebés prematuros hospitalizados en Neonatología, aunque especificó que sólo dos la habían desarrollado, mientras que otro murió. Esa situación provocó en ese momento que la Junta de Personal del Hospital Reina Sofía y del CRTS denunciara "la falta de transparencia e información veraz a los trabajadores" respecto a los casos de pacientes afectados por la bacteria, ya que sólo disponían "de datos del servicio de Neonatología y carecían de información del resto de servicios afectados en el centro.

Se trata de una especie muy difícil de eliminar del organismo ya que es muy resistente a algunos antibióticos. Por regla general, la klebsiella no tiene efectos sobre las personas sanas, sin embargo puede resultar letal en caso de enfermos que sufren una situación de debilidad en sus defensas debido a la vulnerabilidad de su sistema inmunológico. En esta situación estaba la joven que falleció la pasada semana y que se encontraba inmunodeprimida y en aislamiento pero compartiendo habitación con otra mujer (también con inmunodepresión).

Tanto El Defensor del Paciente como la Asociación de Afectados por la Bacteria Klebsiella han llevado a los tribunales casos de muertes causadas por este germen que se transmite por contacto directo. También han convocado diversas concentraciones para exigir medidas de cara a evitar nuevos contagios y fallecimientos. La asociación se creó en 2014 formada por afectados y familiares que buscan concienciar a la población de la existencia de esta bacteria en el hospital y también prestan ayudan a los familiares que quieran denunciar.

Para la destrucción de este bacilo no sólo serían necesarias una serie de medidas de aislamiento médico, sino otras de se corresponden a ámbitos no facultativos, como el control de entrada y salida de personas al Reina Sofía a todas horas y de manera continua, lo que dificulta que las aplicaciones que se realicen tengan más éxito.