Miguel Ángel Roldán | Presidente de la Asociación Amigos de los Patios Cordobeses

“Los gobiernos municipales tienen que ser continuistas con la gestión de los Patios”

  • Defiende que los recintos dan un servicio a la ciudad que tiene que ser correspondido por el Ayuntamiento con gestiones a largo plazo que no acaben cambiando cada cuatro años

Miguel Ángel Roldán posa en el patio de San Basilio, 44, sede de la asociación que preside.

Miguel Ángel Roldán posa en el patio de San Basilio, 44, sede de la asociación que preside. / Juan Ayala

Llega octubre y con ello una nueva apertura de los Patios para que puedan ser visitados con motivo del Centenario del primer concurso municipal. En este caso abrirán los 17 premiados en el último certamen municipal, el del pasado mayo. Uno de ellos es el de San Basilio, 44 [donde hacemos la entrevista], sede de la Asociación Amigos de los Patios Cordobeses, que Miguel Ángel Roldán preside desde el año 2007. “En mayo, visitar un patio es asistir a una explosión de colores;en octubre, en los patios hay una colección de olores, de aromas en que también los hace únicos. Eso es lo que se van a encontrar quienes nos visiten este mes de octubre”, defiende.

–Como el año pasado, aquello fue por la pandemia, los patios vuelven a abrir en octubre;luego están los Patios en Navidad; y los Patios en Semana Santa, que se han celebrado este año. Con todo ello, ¿es ya un buen momento para diversificar la Fiesta?

–Creo que sí, pero es algo que tendremos que ir viendo con el paso del tiempo. Sabemos que la apertura de octubre es ocasional, este año por el Centenario del concurso y el año pasado por la pandemia. No creo que se vuelva a repetir. Se habla mucho de diversificar la Fiesta, pero hoy en día en Córdoba se pueden visitar los Patios todo el año.

–Bueno, no en todos los casos, en el caso de la sede de la asociación, de San Basilio, 44, por ejemplo, sí.

–Bueno, yo le hablo de mi experiencia. San Basilio, 44 es un patio que está abierto todo el año y, no sé si será por la pandemia o porque tenemos todos ganas de salir un poco y de evadirnos de todo este problema, pero el pasado agosto hemos recibido una multitud de visitantes y en el mes de septiembre, igual.

–Pero la mayoría de los patios cierran el resto del año.

–Bueno, es verdad que mucha de la gente de los patios termina mayo y cierra sus casas. Por eso digo que creo que Córdoba no sabe o no quiere saber el servicio que la Asociación Amigos de los Patios, silenciosamente, le está prestando a la ciudad. Cualquier persona que viene a Córdoba, sea la época del año que sea, quiere ver la Mezquita-Catedral y los Patios. Durante una época del año, el visitante puede venir a Alcázar Viejo y ver una ruta de patios que hay abierta, pero el nuestro está abierto todo el año.

Miguel Ángel Roldán posa en el patio de San Basilio, 44, sede de la asociación que preside. Miguel Ángel Roldán posa en el patio de San Basilio, 44, sede de la asociación que preside.

Miguel Ángel Roldán posa en el patio de San Basilio, 44, sede de la asociación que preside. / Juan Ayala

–¿Tiene cifrado cuánto supone mantener un patio al año?

–Mire, soy persona a la que no le gusta dar cifras, no por nada, yo le puedo decir, bueno, pues este patio vale mantenerlo al año 20.000 euros. Pero no es para mí lo importante. Llevar un patio es cariño, es otro mundo, es otra cosa. Cuantificar el número de horas que echas en un patio, el tiempo que pasas, es que eso no se puede pagar. Es que el tema de los patios es el cariño del cuidador, de la cuidadora, y el número de horas que le echas y de tiempo, algo que echas gustosamente, porque disfrutas.

–Se van a cumplir diez años, en 2022, de la declaración de los Patios como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco, ¿continúan los patios teniendo la esencia por la que fueron declarados o han perdido algo de ella en este tiempo?

–Sí, la tienen. El expediente de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad se concedió porque las personas de los Patios abrían sus casas particulares para que las visitara todo el mundo, por lo que esa esencia no se ha perdido, se siguen abriendo las casas. Ytenemos que tener una cosa muy en cuenta, el visitante o el turista viene a ver el patio, pero si encuentra al cuidador o propietario para que le cuente cualquier anécdota o cualquier cosa respondiendo a las preguntas que ellos hagan, respuestas con amabilidad o con ese, digamos, carácter cordobés, eso también es esencia. Luego, esa esencia no se ha perdido ni se perderá.

–Y en el caso de la masificación, ¿no se ha perdido nada de esa esencia por la que fueron declarados por la Unesco?

–Es que masificado esta todo. Por suerte, hoy las personas nos movemos por todo el mundo y ya hay masificación en todos lados. En los Patios se está sobrellevando, se lleva bien. Además, estos dos años de pandemia nos han enseñado a sobrellevarla de otra forma. Al tener restricciones de personas y todo eso, nos hemos mentalizado todos y no masificamos los lugares. Eso creo que es una de las cosas buenas que le agradecemos a la pandemia, que nos hemos tomado las cosas con más calma. Siempre hay el caso extremo, pero ese no lo vamos a poder cambiar nunca en la vida.

"Se habla mucho de diversificar la Fiesta, pero hoy en día los Patios se pueden visitar todo el año”

–Antes me ha hablado de lo que la Asociación Amigos de los Patios aporta a Córdoba, una asociación que además de San Basilio, 44, en Alcázar Viejo, tiene en propiedad Siete Revueltas, 1 o la Casa de las Campanas, en el barrio de Santiago, casa donde hay grandes patios.

–Sí, yo creo que la asociación, en esa labor silenciosa que tenemos, porque nosotros intentamos dar el menor ruido posible, estamos prestando un gran servicio a la ciudad. La gente se cree que nosotros aquí somos la panacea y no. Somos una humilde asociación sin ánimo de lucro que tenemos la suerte de tener dos casas en propiedad porque los fundadores tuvieron esa visión, compraron dos casas de las más emblemáticas de la ciudad y las tenemos puestas al servicio de Córdoba. Antes me ha preguntado que cuánto vale mantener un patio, mantener el patio vale muchísimo y además durante todo el año, porque nuestras sedes no las preparamos solo para el concurso y ya hasta el año que viene.

–A la hora del concurso y atendiendo a las bases se les ha reprochado mucho que en San Basilio, 44 no vive nadie, cosa que va contra la participación.

–Sí, se dice mucho que en San Basilio, 44 no vive nadie y sí vive, claro que vive, porque la asociación tuvo la idea en los años 90 de pensar que si modificaba la casa para ser habitable le quitaba su gracia, le quitaba el encanto que tiene. Entonces, decidimos buscar otra vía de forma de vivir para que la casa se pudiera disfrutar y eso fue lo que hicimos. Se le realizó una reforma grande sin tocar su estética. Lo que decidimos fue que las seis habitaciones que hay en la planta baja se le iban a alquilar a talleres artesanos. Ellos conviven en el patio y con esa idea que llevamos a cabo conseguimos que haya flujo diario de personas, tienen un horario, se crea un empleo autónomo y esa convivencia durante muchas horas del día permite que la puerta esté abierta. Fíjese si se vive en la casa, una casa que hemos calculado que en un año antes de la pandemia tenía entre 40.000 y 50.000 visitas anuales. Insisto en que sí se vive en el patio, un patio con el que sí se consigue dar ese servicio a Córdoba.

–En San Basilio, 44 se barajó en su momento hacer un centro de interpretación de los patios, ¿por qué no prosperó?

–Yo creo que no estuvo bien planteado, porque además fue en los años 90, cuando estábamos barajando varias cosas para la casa, para darle vida. Se barajó eso, se estuvo estudiando, se estuvo viendo y, bueno, al final no salió pues por las cosas de la política, porque además iba a ser con el Ayuntamiento.

Miguel Ángel Roldán posa en el patio de San Basilio, 44, sede de la asociación que preside. Miguel Ángel Roldán posa en el patio de San Basilio, 44, sede de la asociación que preside.

Miguel Ángel Roldán posa en el patio de San Basilio, 44, sede de la asociación que preside. / Juan Ayala

–¿Considera que el finalmente creado Centro de Interpretación de los Patios, Trueque, 4, está cumpliendo las expectativas con las que fue concebido?

–No, yo creo que no, pero no por culpa de Trueque ni por culpa del Ayuntamiento, sino porque es un patio que aunque está dentro del Casco Histórico está un poquito aislado y sin patios alrededor. A Trueque, 4 lo que le pasa es que si en lugar de estar los patios más cercanos a dos manzanas hubieran estado dentro de la misma manzana hubiera tenido más éxito, todo ello aunque está un poco alejado de lo que es el flujo turístico en la ciudad. El patio de Trueque, 4,con simplemente dos o tres patios más a su alrededor ya contaría con un reclamo para que el visitante baje hasta allí.

–¿Se sienten los cuidadores y propietarios de los Patios respaldados institucionalmente?

–Sí, lo que pasa es que esto es muy complicado ya que estamos hablando de una iniciativa privada con una iniciativa pública y eso no casa muy bien por cómo está estructurado. Pero yo creo que el Ayuntamiento con este año del Centenario le está dando un protagonismo a los cuidadores y cuidadoras bastante grande, lo que pasa es que, como en todo, nunca nos sentimos satisfechos, todos queremos más. Además, hay una cosa que tenemos que tener presente y es que los Patios existen gracias a sus cuidadores y a sus cuidadoras.

"Córdoba no sabe o no quiere saber el servicio que nuestra asociación le está prestando a la ciudad”

–Uno de los problemas a los que se enfrentan los Patios es al del relevo generacional, un problema algo difícil, ¿no cree?

–El problema del relevo generacional es el sistema de vida que estamos llevando, que vamos muy deprisa todos, todo va cambiando muy deprisa. Lo que está claro es que en las pasadas décadas de los 40, 50, 60…el ritmo de vida era mucho más pausado, hoy en día vamos a un ritmo acelerado y frenético y eso puede ser un hándicap que tengamos para el cambio generacional.

–¿Lo ve factible?

–Hombre, yo veo que está llegando, que llega, algo lento, pero es todo debido a lo mismo. Hoy hay unas necesidades que antiguamente no había, hoy para vivir necesitas mucho. Otra de las circunstancias es que la gente tiene que marcharse de su ciudad para prosperar, tiene que irse a otras ciudades, por lo que se desconecta un poco digamos de lo suyo. Ese es uno de los hándicaps que tenemos ahora mismo, pero bueno yo creo que poquito a poco la gente vuelve a sus orígenes y los Patios siguen gustando. La juventud tiene que situarse y tiene que encauzar su vida, pero una vez que la tiene ya encauzada vuelve ya a su ser y a cosas que le gustan, a sus Patios, a su Córdoba. Soy optimista en ese aspecto.

–¿Pero no cree que para que un joven se dedique a los Patios, estos tendrían que abrir buena parte del año?

–Pero entonces lo convertiríamos en un negocio. Sabemos que hoy en día hay negocios montados alrededor de los patios, pero ¿viven o van tirando? Eso es lo que tenemos que valorar. Pero vamos a ser positivos, y yo creo que sí, que vamos a tener relevo generacional, no todo lo deprisa ni en toda la cuantía que nos gustaría, pero no se perderán los Patios.

Un momento de la entrevista. Un momento de la entrevista.

Un momento de la entrevista. / Juan Ayala

–¿Le molesta que se haga política con los Patios?

–Hombre, la política tiene que ir por un cauce y nosotros, por otro. Por supuesto que tenemos que ir de la mano porque la ciudad la mueve la política, el gobierno municipal. Lo que pasa es que esto está montado desde el punto de vista de que el concurso es municipal, y ya está ahí la política, ya dependemos de ellos. Tenemos que ir de la mano, pero también tenemos que ir solos.

–¿Cuáles son las necesidades más acuciantes que tienen los propietarios de los Patios?

–Siempre he dicho que a los Patios lo que les hace falta es retribución en especies y que cuando tenga algún problema en el patio me lo pudieran solventar, eso sí lo echamos de menos y las autoridades no llegan a comprenderlo. Sobre todo, necesitamos que los distintos gobiernos municipales sean continuistas con la gestión de los Patios.

–O sea, el problema de siempre.

–Es que los gobiernos municipales cambian cada cuatro años y no les da tiempo a realizar ninguna labor a largo plazo con los Patios. Yo por eso siempre desde la época que llegué a los Patios y tuve el primer contacto con los políticos, les hice ver que los Patios tienen ese problema. Yo no digo que hagan un estatuto o hagan no sé qué, unas bases que sean respetadas por todos los grupos políticos y que cuando gobierne uno o gobierne otro que le dé su toque de color, pero que la estructura sea la misma para todos y a largo plazo. Porque estamos viendo que lo que nos va bien con uno cuando llega el otro dice que eso ya no vale. Lo hemos visto por ejemplo con ayudas que valían en su momento y que cuando llegó otro gobierno municipal las endurecieron hasta que desaparecieron o una especie de escuela taller para el mantenimiento de los patios que también dejó al final de funcionar. Tenemos que hacer un llamamiento a la clase política, que sepan que estamos aquí, que estamos dando un servicio a Córdoba y que el servicio es muy grande, pero que también necesitamos ayuda.

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