"¡Qué chulo lo han puesto!". "¡Qué buen ambiente!". Son algunas de las expresiones exclamadas por un grupo de mujeres a la entrada del Mercado Renacentista mientras alzaban la vista hacia la Torre de la Calahorra engalanada con banderines ocres y burdeos para recrear ese viaje al pasado que ofrece la ciudad de Córdoba durante todo el fin de semana. 

Este sábado 29 de enero, el Mercado Renacentista ha abierto sus puertas desde las 11:00, hora a la que han llegado cientos de visitantes para pasear y contemplar los 146 puestos que ofrecen todo tipo de artilugios y manjares para disfrutar así de un agradable día primaveral en pleno mes de enero. 

Con el paso de las horas la afluencia ha sido cada vez mayor. Tan solo una hora después, muchos de los paseantes se agolpaban en los distintos puestos, en concreto, en las 43 opciones de alimentación y la veintena de zonas de restauración. 

Esto ha sido una de las cuestiones que más le ha llamado la atención a la pareja formada por Mari Paz y Juan Antonio. "Hay gastronomía de todo tipo", ha destacado la mujer, que ha llegado desde Priego de Córdoba, mientras degustaban un cartucho de patatas fritas. 

Muchos de los cordobeses que visitan esta cita vienen de distintas partes de la provincia. Nieves y Victoria han llegado desde La Carlota y es la primera vez que asisten a este mercado. "Nos habían dicho que teníamos que venir", ha relatado la primera, mientras la voz del pequeño Adrián, de cinco años, ha interrumpido la conversación exclamando: "¡Quiero eso!", a la vez que sus ojos se clavaban en uno de los juguetes de madera de uno de los puestos. 

Espadas, arcos y ballestas son los cachivaches que más se demandan en este puesto de juguetes infantiles. Su vendedora, Damarys, ha confirmado encontrar a la gente muy receptiva desde el primer día y ha destacado que "desde ayer ya había mucha gente paseando". 

La mañana ha ido trascurriendo y el bullicio no ha parado de crecer. Y es que, a la oferta de puestos y comida, se suman las 75 actividades que se llevan a cabo a lo largo de todo el sábado de forma simultánea e ininterrumpida. Espectáculos de títeres, exposiciones, música en directo, concursos de artes plásticas, una degustación de delicias del Siglo de Oro y hasta 13 pasacalles. 

A esto también se le suma una exhibición de vuelo de cetrería que se realiza en el parque Miraflores para favorecer la seguridad. Su cetrero, Francisco Miranda, ha explicado que algunas de las aves que conforman esta demostración de vuelo serán un águila real, un búho real, un águila escudada y un cernícalo, entre otras especies. 

A mitad de mañana hay quien ha elegido amenizar el recorrido degustando alguna tapa salada, mientras que otros se han decantado por los dulces. Y quienes optan por esta segunda opción, en la tienda de chocolates Comes han encontrado un buen emplazamiento, hasta la que se han agolpado varias familias atraídas por el olor de su chocolate a la piedra, elaborado en directo desde el mismo puesto. 

Estos chocolates artesanos vienen desde Sueca, un pueblo de Valencia, el profesional que los elabora, Pere Comes, ha aludido a que su origen se remonta a 1870. Estas barritas de "chocolate antiguo", sin duda, destacan entre toda la oferta de distintos tipos y sabores de chocolate. 

No es la primera vez que este puesto participa en esta cita con la historia, ya que también lo ha hecho en ediciones anteriores del Mercado Medieval, tal y como ha comentado Comes. "Cuando hemos tenido ocasión de venir hemos quedado contentos, recuerdo un año en La Corredera que llovió y también nos fuimos contentos", ha recordado. 

En 2014, esta feria temática se trasladó hasta el entorno de la Calahorra, "un mejor sitio por la seguridad", ha expresado Candi Soria, que ha acudido a la cita con el Renacimiento con sus hijas Clara y Ana desde Espejo. Con cámara fotográfica en mano, la visitante ha tildado de "estupendo" el mercado, ya que a su juicio, "se crea un ambiente homogéneo". 

Más de una década lleva acudiendo a esta cita de primeros de año la familia cordobesa Fernández. "Nunca faltamos, antes veníamos por los niños pero a nosotros también nos gusta mucho", han asegurado, al tiempo que también han aludido al cambio de época de esta cita, al pasar del Medievo al Renacimiento. Sin embargo, no han tenido reparos en asegurar que "no notamos nada, es igual" al resto de ediciones pasadas. 

El número de asistentes al mercado no ha dejado de crecer en toda la jornada y, justo ante el pelotón de gente que se amontonaba en el último tramo de Acera Mira al Río, se ha colado una voz que ha exclamado: "¡Esto parece Semana Santa!".

María del Pilar es una de las artesanas que participa en el mercado con su puesto Buenos Aires, desde donde vende ambientadores para ropa y el hogar, todos artesanales. Esta vendedora ha confesado que tenía ganas de volver porque "es una cita muy importante; la alegría que hay Córdoba no la encontramos en otras partes, venimos a trabajar, a vender y encima lo pasamos bien", ha asegurado. 

Entre la multitud también ha aparecido una familia con un pequeño de seis años disfrazado de caballero. La cordobesa Isabel Perales ha encabezado este grupo de amigos que proceden de Sevilla. El pequeño disfrazado y su amiga Inés Juliet han mirado con incredulidad todo lo que les rodeaba, ya que a tan solo unos metros, una medusa gigante se paseaba entre los puestos del Mercado Renacentista. 

El horario de esta cita es de 11:00 a 00:00 tanto el sábado 29 como el domingo 30. En la puerta de acceso se puede ver la programación de cada día. Además, para favorecer el acceso al mercado se han incrementado el servicio de las líneas 1, 2, 7, 12 y 14 de Aucorsa, y se ha habilitado un parking público en la portada de la feria y un plan de tráfico elaborado por la Policía Local de Córdoba.