Medidas de seguridad infantil imprescindibles en piscinas familiares

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Medidas de seguridad infantil imprescindibles en piscinas familiares
Medidas de seguridad infantil imprescindibles en piscinas familiares

07 de mayo 2023 - 00:00

Instalar una piscina para uso familiar es habitualmente motivo de alegría. Con ellas se pueden pasar muy buenos momentos, los más pequeños de la casa podrán jugar e incluso aprender a nadar por primera vez y es lo más refrescante para la temporada de verano. Esto puede crear nuevos vínculos y hacer de los planes caseros algo realmente apetecible.

Sin embargo, ese contacto tan directo puede ser un riesgo para la seguridad infantil si no se toman ciertas precauciones. Los niños que todavía no tienen grandes habilidades nadando o que no hacen pie en ciertas zonas de la piscina, pueden tener accidentes muy desagradables si no se toma esta parte de prevención en cuenta.

¿Cómo solucionarlo? No tienes que preocuparte más. En este artículo te mostraremos las mejores medidas de seguridad infantil para piscinas familiares, solo tienes que tomar nota de ellas y empezar a aplicarlas para disfrutar de tu estupenda instalación sin riesgos.

Las piscinas familiares con niños en casa

Es interesante pensar en los más pequeños desde el mismo momento en el que se instala la piscina. En la actualidad hay modelos muy variados que cuentan con zonas para niños, mini piscinas para ellos o desniveles que las hacen bastante versátiles para todos los miembros de la familia.

Si estás falto de ideas, en PiscinasAthena puedes encontrar una gran cantidad de modelos diferentes para todo tipo de circunstancias. Solo tienes que escoger el que mejor se adapta a tus necesidades y a las de los miembros de tu familia.

Las protecciones extra

Lo habitual es que los adultos den permiso a los niños para que se bañen en la piscina o los acompañen en este proceso. Sin embargo, tener una piscina familiar pone esta divertida actividad a su disposición de una forma prácticamente permanente. Seguramente, si les gusta el agua, caerán en la tentación de darse un baño sin los padres presentes.

Para evitar esto, que puede ser una pequeña travesura, pero que puede suponer un gran riesgo, es importante poner alguna protección extra en la instalación. En la actualidad hay sistemas que las cubren para protegerlas e impedir que los pequeños se bañen por su cuenta al mínimo descuido.

Los saltos en las piscinas

¿Hay algo más divertido para los niños que saltar y tirarse a la piscina? Esto es algo que encanta a cantidad de ellos y que parece muy seductor para los más revoltosos. Además, si los padres también lo hacen, seguro que querrán unirse a la experiencia enseguida.

Este tipo de diversión puede ser algo peligrosa, aunque se puede hacer con cierta precaución. Lo más importante será advertir de que se debe hacer con cuidado para no ahogarse o caer mal, para que sepan que es algo a lo que tienen que prestar atención. Además, se debe indicar que nunca se tiren de cabeza y que observen lo despejada que está la superficie para no darse un golpe con algún objeto o juguete al caer en el agua.

Los baños con supervisión

Tal y como indican en la web especializada ChiquiWiki, los niños no deben bañarse solos en ninguna circunstancia, por lo que la supervisión de los adultos es fundamental cuando hay una piscina familiar en casa. Esto es independiente de su habilidad a la hora de nadar, pues los pequeños pueden resbalarse o tener cualquier tipo de contratiempo que no sepan solucionar por sí solos y que requiera de la asistencia de los adultos. A veces es solo cuestión de nerviosismo, pues una situación fuera de control puede hacer que se bloqueen y que no sepan capaces de nadar con normalidad.

En estos casos se recomienda que la vigilancia sea totalmente activa hasta los 11 o 12 años. Esto significa que hay que prestar atención cuando están disfrutando de su baño en la piscina, no basta con estar presente haciendo otras tareas o disfrutando del día de sol. Algo tan sencillo como la atención puede evitar más de un disgusto.

Enseñar a nadar a los más pequeños

Cuando hay una piscina familiar y los niños van a tener contacto frecuente con ella, lo ideal es que aprendan a nadar lo antes posible. Esta es la mejor herramienta que tendrán para disfrutar al máximo de ello y para minimizar los riesgos de que exista algún tipo de indecente.

Si se tiene paciencia, se dispone de manguitos y se cuenta con una zona accesible en la piscina, se puede enseñar directamente en casa durante la época de verano. En el caso de no contar con las facilidades suficientes o no sentirse seguro con esto, se puede enviar a los niños a hacer un cursillo adaptado a los pequeños que necesitan aprender e impartido por docentes infantiles profesionales.

Las esquinas, bordes y escaleras

Cuando hablamos de las medidas de seguridad infantiles en torno a las piscinas familiares, lo primero que se nos viene a la cabeza es el agua o el peligro de ahogarse. Sin embargo, hay otros aspectos que no se deben dejar de lado, como son los bordillos o las escaleras que van a dar a la piscina.

En este sentido, hay que evitar que los niños jueguen o corran alrededor de estas zonas que a menudo son resbaladizas y pueden derivar en un traspié muy desafortunado. Además, hay que indicar que suban y bajen de la piscina con precaución y observando bien cada paso, para evitar un golpe o un problema.

Medidas de seguridad y juguetes

¿Qué accesorios deben y no deben llevar los niños a las piscinas? Pues lo más importante es que tengan a su disposición los socorridos manguitos, flotadores y demás utensilios que ayudan a mantenerse correctamente en la superficie del agua.

Lo que no se debe permitir en exceso es el uso de juguetes, sobre todo de aquellos que no son particularmente creados para el agua. Estos pueden generar movimientos bruscos e indeseados o se pueden quedar en el agua sin querer y que los niños entren sin permiso para intentar recogerlos.

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