El ritmo de la Macarena, como si de la mítica escena de primeros auxilios de The Office al ritmo de Staying Alive de The Bee Gees se tratara, salva vidas. La Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo (Rfess) se ha instalado, por segundo año consecutivo, este fin de semana en la Plaza de las Tendillas de Córdoba para acercar los primeros auxilios a la población a través de un taller gratuito de iniciación a la reanimación cardiopulmonar (RCP) y la maniobra de Heimlich para actuar ante un atragantamiento. 

No hay edad para ser capaces de salvar una vida: varios grupos de familias, jóvenes, adultos y niños se han concentrado en la carpa que la organización ha instalado en la céntrica plaza cordobesa y por la que el año pasado pasaron unas 400 personas, cifra que la organización prevé aumentar este 2023 dado el interés que han mostrado cordobeses y visitantes en la jornada.

El director de la escuela española de la Rfess, Alberto García Sanz, explica a El Día la importancia de la prevención en una situación de emergencia. Un atragantamiento "es muy común" tanto en el ámbito del hogar como en restaurantes y bares, y la idea es ser capaces de actuar mientras llegan los servicios sanitarios, igual que cuando una persona entra en parada. 

Muestra de la maniobra de Heimlich.

Las claves son intuir y saber lo que le pasa a una persona cuando entra en parada, saber si está consciente y si respira, y avisar inmediatamente al 112. Mientras pasan los minutos, es clave que el entorno conozca las técnicas básicas del masaje para reanimar a la persona. La Macarena puede ayudar a marcar el ritmo de intervención, que se hace intentando mantener el cuerpo como un bloque, estable, la mano fuerte va debajo y la otra entrelazada, trazando una línea imaginaria en el centro del pecho, los codos no se doblan y se no levantan las manos.

La diferencia en la intensidad y técnica la marcará la persona afectada, su tamaño y complexión, si es una mujer, un hombre o un bebé, pero "tiene que haber un ritmo, no puede ser ni muy lento ni excesivamente rápido, tiene que haber un número determinado de pulsaciones por minuto". En este caso, los sistemas de prevención ya no recomiendan la respiración boca a boca para evitar posibles infecciones. 

Los técnicos del Club Salvasur, referencia del salvamento y socorrismo en Córdoba y Andalucía, han sido los encargados de explicar las técnicas a los presentes. La jornada ha permitido a la ciudadanía aprender a atender este tipo de emergencia, que se puede presentar en cualquier momento o lugar y para la que siempre debe haber alguien que pueda ayudar. Además han aprendido a usar un desfibrilador, que es "muy intuitivo", la maniobra de Heimlich y se han llevado a casa un libro con las claves más importantes de los primeros auxilios.

Demostración de primeros auxilios a un bebé.

"La peor recomendación es no hacer nada", ha añadido García Sanz, porque la idea es que la ciudadanía "sea consciente de que no solo depende de Protección Civil, la sanidad o los médicos, sino que todos deberíamos tener los conocimientos mínimos para poder intervenir" pues esa intervención es fundamental y hace la diferencia entre la vida y la muerte: "Tiene que ser inmediata y todos somos capaces de hacerla".

En este sentido, desde la Real Federación Española de Salvamento y Socorrismo están pidiendo poder acudir a los centros escolares con este tipo de talleres desde los cuatro años como parte del currículum educativo. "Llamar al 112 lo puede hacer un niño de cuatro años si tiene unas pequeñas nociones, lo controlan perfectamente", ha añadido el director de la escuela española de la Rfess. 

Este taller ha sido la antesala para otras actividades de la Rfess en Córdoba. El próximo sábado se organiza en el CRV un seminario internacional de prevención de ahogamientos como anticipo del Congreso Internacional de Prevención de Ahogamientos, que repetirá sede en la ciudad en 2024 tras celebrarse en 2021 también en la capital cordobesa.