Córdoba

A Londres con billete sólo de ida

  • Cuatro jóvenes cordobeses explican a 'el Día' su vida en Gran Bretaña, país hasta el que emigraron para poder trabajar después de que concluyeran sus estudios universitarios

Javier Torres, Marina Fernández, Lucía de la Bella y Ángel Rocha son cuatro cordobeses que tras acabar su formación universitaria en España se vieron obligados a emigrar, en su caso al Reino Unido. La necesidad de alcanzar una realización personal y profesional llevó a estos cuatro jóvenes, con historias diferentes, pero con una gran cualificación y valor, a entretejerse un destino laboral lejos de sus casas, en Gran Bretaña. Los cuatro han contado a el Día su experiencia en tierras inglesas.

Javier Torres, natural de Montilla, es un chico de 24 años que completó sus estudios en Ingeniería Informática e intuyó que España no iba a darle la oportunidad de realizar su profesión a corto medio plazo; por eso, tomó la decisión de probar suerte en el extranjero. En noviembre del año pasado comenzó la búsqueda de trabajo en compañías inglesas a las que enviaba su currículum por internet. "Una de esas empresas concertó una entrevista por Skype y, en el mismo día, me dijeron que estaba contratado", cuenta Javier, que lleva ahora dos meses viviendo en la capital inglesa rodeado de naturaleza a veinte minutos andando de su oficina. "Aquí veo un futuro" señala, al tiempo que reconoce que, por el momento, no tiene billete de vuelta.

Marina Fernández nació en Córdoba y a sus 28 años cuenta con estudios de Gráfica Publicitaria. Desde hace seis meses trabaja de aupair para una familia india de Londres. Consiguió el trabajo a través de páginas web especializadas y, "aunque trabajar de niñera, esto no es lo suyo", comenta a el Día. No obstante, reconoce que la experiencia es buena y le permite moverse para desarrollar su verdadera profesión en un futuro. Su día a día es cuidar a los niños y enseñarles arte y también castellano.

Otra de las cordobesas que ha emigrado hasta Gran Bretaña es Lucía de la Bella. Física teórica y con 25 años, la joven lleva año y medio en Brighton haciendo un doctorado sobre la Expansión del Universo. Además, trabaja como profesora de Relatividad General en la Universidad de Sussex. "La formación académica que recibimos en España está muy bien valorada en Ciencia, lo paradójico es que en casa no nos dejan hacer nuestro trabajo", sostiene, al tiempo que reconoce que siente "mucha lástima por la situación de nuestro país".

Ángel Rocha es un aventurero cordobés de 24 años. Estudió Ciencias del Deporte y hace nueve meses que trabaja como aupair masculino y educador con una familia londinense. "Mi primer día no se me olvidará nunca", explica y recuerda que la imagen visual de una puerta y "una mesa con trapo verde" era la única referencia que tenía de su meta final en la capital londinense.

Todos estos jóvenes que un día se vieron en paro o con el miedo de estarlo, coinciden en que han sido capaces de adaptarse a la vida en el país de Shakespeare, pero hacen hincapié en que tienen que pelear la soledad a diario y que vivir lejos de familiares y amigos es lo más difícil. El idioma es una de las razones por las que eligieron el destino anglófobo, pero están de acuerdo en que "no es el hello y howareyou de la escuela", dice Rocha. El sol, el buen tiempo de España y la comida, por supuesto, también se echan de menos. A pesar de que sus familias son quienes peor lo pasa, reconocen que es la que ha estado apoyando desde el principio a estos hijos que han decidido emigrar.

Aunque están lejos de casa, la comunicación es diaria y las nuevas tecnologías hacen que Córdoba quede un poco más cerca para todos ellos. "Siempre digo buenos días y buenas noches", explica Rocha acompañado de Torres y De la Bella. A pesar de que muchos consideran el Reino Unido un paraíso laboral, la realidad es que ahorrar es una gran utopía para ellos. Por ejemplo, quienes trabajan de aupair reciben un sueldo escueto que les permite vivir gracias a que los gastos de la casa van a cargo de la familia para la que trabajan.

En el caso de los otros dos chicos, a pesar de que el salario mínimo interprofesional en 2016 se ha fijado en 1.529, más del 60% se destina para las facturas el alquiler de la casa, que a veces se adelanta el pago de varios meses. Estos cordobeses que aún no saben si volverán algún día a España esperan que la situación cambie. La realidad es que los cuatro no han sido los primeros en buscarse la vida fuera de España, ya que también lo hicieron antes sus abuelos y sus tíos, según cuentan. "Aquí casi todos venimos a trabajar de camarera o a cuidar niños con la esperanza de ir consiguiendo mejores puestos y algo de dinero", comenta Marina Fernández. "Esto es el reencuentro de los nietos de aquellos abuelos que tuvieron que irse", sostiene De la Bella.

En una Inglaterra en que medidas antiinmigración han encontrado cabida con las concesiones de la Unión Europea a su presidente, David Cameron, tras el apoyo al pacto de Ankara y la amenaza del Brexit, el Reino Unido ya no parece la panacea que tantos pensaban que era. La situación es incierta en una coyuntura socio-política en que ciudadanos del sur de Europa, sobre todo españoles e italianos, encabezan la clase pobre del paraíso anglosajón. A fecha de hoy, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) del 1 de enero de 2016, "la población española residente en el extranjero aumentó un 5,6% durante 2015", de los cuales 11.182 eligieron como destino el Reino Unido. Sin embargo, las estadísticas no coinciden. Por ejemplo, Marea Granate, un colectivo formado por emigrantes del Estado español, denuncia que los datos del Padrón de Españoles Residentes en el Extranjero "no se corresponden con los registrados por la entidad que emite el número de Seguridad Social británico".

Los cuatro cordobeses animan a a buscar sus sueños y, a pesar de todas las dificultades, califican su experiencia en Inglaterra como buena. "El principio es difícil y cuantas más cosas hechas traigas mejor", sostiene Javier Torres.

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