Artes escénicas

La compañía de danza LaMov presenta en el Gran Teatro de Córdoba una versión transgresora de 'El Lago de los Cisnes'

Una escena de 'El Lago', de la compañía de danza LaMov.

Una escena de 'El Lago', de la compañía de danza LaMov. / Pedro Anguila / Carlos Canales

El Gran Teatro de Córdoba acoge este viernes una singular versión de la célebre pieza de ballet clásico El Lago de los Cisnes a cargo de la compañía de danza LaMov, dirigida por el bailarín y coreógrafo Víctor Jiménez.

El Lago revisa el paradigma del ballet ruso desde la perspectiva de la constante investigación y experimentación de ritmos y movimientos, junto con una especial sensibilidad que hace único el lenguaje transgresor que identifica a la compañía.

A diferencia del hilo narrativo de la pieza clásica, abocada a la tragedia de un amor imposible, en este lago imaginado se rastrea en la superficie y en las capas más profundas que tiene todo ser humano, en la dualidad de la apariencia y del yo auténtico, en la sociedad como un supuesto remanso en el que nadan los cisnes blancos y en el que el cisne negro se rebela, se desnuda de apariencias para llegar a la verdad y la libertad.

Como todas las creaciones de LaMov, se trata de un espectáculo de gran originalidad y superación física, plástica e interpretativa del cuerpo de bailarines. A la exigencia y disciplina propias del mundo de la danza, en este espectáculo se impone la necesidad de un trabajo metodológico, riguroso y personalizado. En este sentido, su director explora las cualidades de cada uno de los bailarines y multiplica las posibilidades y el rendimiento creativo del conjunto.

En El Lago, Víctor Jiménez busca como coreógrafo que los bailarines plasmen en movimiento el majestuoso, puro y bello silencio del cisne y enfrentarlo a su lado más salvaje, mientras suena la música de Tchaikovsky y de Jorge Sarrago.

El espectáculo habla de las dos caras, o incluso más, que todos tenemos, de la tensión entre la vida y la muerte, de los sentimientos encontrados, de la lucha entre los momentos blancos y los negros... En definitiva, la dualidad que cada persona muestra.

“Con el más conocido de los ballets -dice la crítica-, Jiménez ha logrado purificar la tragedia para quedarse con el movimiento que sale de las entrañas”. Y añade que esta versión “nos acerca a la esencia del baile puro que, sin necesidad de buscar la punta del clásico, logra transmitir la existencia de una base sólida para la danza”, una propuesta “que va más allá de esas revisiones de los ballets clásicos tan de moda, pero que no dan buenos resultados”. El Lago, sin embargo, logra culminar “el empeño de su creador: desestructurar los clásicos para destilar su esencia”.

LaMov es una compañía profesional de danza creada en Zaragoza en 2008 bajo la dirección artística de Víctor Jiménez, anterior bailarín solista y coreógrafo principal del Ballet de Víctor Ullate y del Béjart Ballet Lausanne, dirigido por el reconocido Maurice Béjart, y más tarde, primer bailarín solista del Teatro de la Ópera de Lyon.

La compañía, por su parte, ha estrenado desde su nacimiento una quincena de espectáculos con piezas de diferentes coreógrafos. Entre ellas, se encuentran piezas clásicas como El Cascanueces, La Bella Durmiente o La Cenicienta, y obras más contemporáneas de destacados creadores como Itzik Galili, Sharon Fridman, Nunzio Impellizeri, Enrique Rodovalho o Francisco Lorenzo, entre otros.

Con estos espectáculos LaMov ha estado presente en Miami (EEUU), Francia, Italia, Portugal, Reino Unido, Grecia o Alemania, además de en los principales escenarios de España.

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