Córdoba

'Klebsiella', la enemiga invisible

  • Desde 2012 el Hospital Reina Sofía no ha conseguido controlar los contagios y muertes de pacientes por esta bacteria, implicada principalmente en infecciones de tipo nosocomial

Un goteo de casos de infecciones por contagio de klebsiella pneumoniae se ha producido en el Hospital Reina Sofía desde al menos 2012, acabando algunos de ellos con la muerte del paciente, como ocurrió la pasada semana con una joven ingresada en la Unidad de Hematología, que se encontraba inmunodeprimida y en aislamiento pero compartía habitación con otra mujer (también infectada con la bacteria).

Aunque en 2012 hubo al menos contabilizados 18 casos, fue en agosto de 2013 cuando el tema adquirió mayor repercusión al estar implicada la Unidad de Neonatos del Materno-Infantil. Los responsables sanitarios tuvieron que aislar a nueve bebés como medida preventiva por la presencia del germen, que ya había provocado la muerte a una paciente prematura. De los nueve, dos desarrollaron la bacteria. Desde ese primer momento, el centro transmitió que la situación estaba bajo control e hizo un llamamiento a la tranquilidad ya que esos episodios entraban "dentro de la normalidad del funcionamiento de un hospital".

La Asociación de Defensa del Paciente solicitó entonces a la Fiscalía que iniciara los procedimientos necesarios para poner en marcha una investigación que depurase responsabilidades sobre ese brote bacteriano. Su presidenta, Carmen Flores, manifestó que era "incomprensible" que se considerase normal la presencia de esta bacteria en un hospital.

Además, aseguró que "la falta de asepsia en los hospitales, entre otras razones, por falta de personal, es la causante de estos brotes". La presidenta del Defensor del Paciente fue tajante al afirmar que "nadie puede acudir a un hospital con la premisa de salir muerto por la normalidad de un brote infeccioso por suciedad".

Tal fue la repercusión que el Sindicato Profesional de Enfermería (Satse) exigió al Ministerio de Sanidad que tutelase la investigación del caso de los bebés afectados, mientras que la Junta de Personal del Hospital Reina Sofía y el Centro Regional de Transfusión Sanguínea (representante de la plantilla) denunció "la falta de información veraz a los trabajadores respecto a los casos de pacientes afectados por klebsiella en el hospital", ya que sólo disponían "de datos del servicio de Neonatología" y carecían de información del resto de servicios afectados.

Ya en ese momento, la Junta de Personal aseveró que "el problema de la klebsiella en el hospital quizá se podría haber erradicado desde su aparición si se hubieran tomado todas las medidas oportunas al respecto, tal como recomienda en estos casos la propia Consejería de Salud". En esa línea, criticó "la poca transparencia y el oscurantismo" del entonces director gerente, José Manuel Aranda, consecuencia de intentar "ocultar la alarmante falta de personal de este hospital, provocando que no se puedan mantener las condiciones mínimas de control y prevención de la bacteria".

En esa falta de personal incidió también la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que "la política de recortes llevada a cabo desde hace años por la Dirección del Reina Sofía incidía en el brote de este germen.

La aparición de casos de contagios y muertes por klebsiella no cesó en 2014. En abril, la gerente, Marina Álvarez, reconoció que se habían producido 13 muertes de pacientes infectados con la bacteria desde febrero, mes en el que se detectó un brote. En total, según los datos que en ese momento aportó el hospital, se contagiaron 22 enfermos. De hecho, la Fiscalía abrió una investigación tras recibir un escrito de la Asociación El Defensor del Paciente en el que pedía investigar en el Hospital Reina Sofía una "posible pandemia" de la klebsiella y que incluso calificó la situación de "escándalo público".

Desde entonces las denuncias de familias que han perdido a un ser querido a causa de una infección por esta bacteria en el Reina Sofía no han cesado, hasta el punto de que incluso se han constituido en asociación para apoyarse tanto psicológica como judicialmente. A pesar de que la Fiscalía ha decidido archivar algunos de los casos presentados, otros afectados continúan con su lucha por esclarecer la verdad que, según declaran, les ocultaron durante el ingreso de sus familiares en el Reina Sofía e incluso tras su muerte. Shock séptico o complicación de la patología con la que ingresaron a causa de bacterias o del "bichito" son algunas de las justificaciones que han recibido de los responsables médicos. Por el momento ya son casi medio centenar de asociados los que batallan por aclarar una realidad que, según manifiestan, les han querido encubrir.

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