Lo coreano está de moda. Desde la serie de El Juego del Calamar hasta el anime y el manga y, sobre todo, la música que llega desde el país asiático. Tanto es así que cada vez son más los cordobeses que muestran interés por esta cultura y que, incluso, se atreven a bailar al ritmo del K-pop o korean pop, una música que triunfa sobre todo ente los más jóvenes y que se ha hecho mundialmente famosa gracias a grupos como los BTS.

Gloria Hinojosa es una cordobesa de 26 años que, de hecho, se dedica profesionalmente a impartir clases de K-pop y otras disciplinas de baile más comunes, como las sevillanas, en la Escuela de Danza y Artes Escénicas de Córdoba (Edaec), situada en la calle Manuel Fuentes Bocanegra, en Ciudad Jardín. Estudió desde los ocho años hasta los 18, cuando se graduó en el Conservatorio de Danza de Córdoba, y se especializó en danza clásica, si bien reconoce que "siempre" ha tenido interés por aprender otras disciplinas como la urbana, en la que se engloba el K-pop.

Explica que se trata de un género musical y una disciplina que se compone de un conjunto de estilos diferentes y que se suele bailar en grupo. "La formación como bailarina K-pop nunca finaliza, pues siempre llegan novedades, ya que combina varios estilos. Tiene su origen en los grupos coreanos de cantantes y bailarines profesionales, cuyos discos y videoclips no paran de triunfar", explica. 

El baile se divide en dos tipos: el K-pop de chicas, que es más “femenino”, con un estilo más sensual y sutil; y el K-pop de chicos, que introduce movimientos hiphoperos más bruscos y rápidos.

Tal es el furor que causa esta música que, en su academia, es la clase "en la que más alumnos repiten al cabo de la semana, ya que crea pasión”, dice Gloria.

La trayectoria de Gloria trabajando en Edae comenzó en febrero de 2019 dando clases de diferentes disciplinas. A su vez se interesó y se apuntó a las clases de K-pop de la misma, que en ese momento impartía un chico llamado Rune. “Cuando él se fue me ofrecieron su puesto a mí, y yo acepté encantada”, rememora sus inicios la bailarina, y recuerda que comenzó dando un intensivo de una semana en junio de dos horas diarias.

En la actualidad, hay tres grupos según la edad: grupo kids más de 7 años; grupo bigkids de más de 10 años; grupo junior a partir de los 13 años y el grupo premium a partir de los 16 años.

Las clases y ensayos tienen casi siempre la misma dinámica: primero realizan un calentamiento, posteriormente preparan la coreografía y muestran los pasos que cada alumno lleve de casa.

Pero, ¿a qué suena el K-pop?

Gloria explica que el trabajo que realiza con sus niños le llena de satisfacción porque  "se ha creado una comunidad muy bonita, ya que al principio suelen ser jóvenes con cierto grado de timidez, y esto les ayuda a expresarse y conocer a gente afín a ellos, lo que mejora aún más en los campamentos de verano", anima a descubrir. “Como profesora, disfruto de ver cómo se relacionan entre sí, han evolucionado mucho en sus aptitudes", dice, y recuerda que al principio, incluso, tuvo que repartir pegatinas para poner nombres y que se conocieran.

Al final de cada clase pone una lista aleatoria (random play) de K-pop para que bailen libremente las coreografías que aprenden. Es el momento de soltarse el pelo: "Se animan entre ellos y se apoyan y, si se les olvida algún paso, se ayudan entre sí", dice.