La Junta de Andalucía ha propuesto al Ayuntamiento de Córdoba que la ciudad al completo sea declarada Zona de Gran Afluencia Turística durante cuatro meses al año. Es decir, los empresarios del sector podrán abrir los domingos y festivos en los meses de abril, mayo, septiembre y octubre, así como en Semana Santa cuando caiga en marzo. 

Es la respuesta de oficio que hizo la administración autonómica al Consistorio, una respuesta que viene impulsada tras el Pleno del pasado 28 de noviembre, en el que se acordó desistir de la primera petición sobre esta zona, cuya intención era delimitarla solo al Casco Histórico de la ciudad. Un cambio en la normativa hizo que la Junta considerara que la delimitación estaba injustificada y que entonces podría ampliarse la medida a toda la ciudad durante todo el año.

Ahora, el Ayuntamiento de Córdoba debe comunicarle a la Junta su conformidad con esta nueva propuesta y aceptarla para que la Consejería de Comercio finalmente la apruebe, mediante decreto, la semana que viene, todo ello con la intención de arrancar el año con la medida en vigor. Así lo ha explicado este jueves el delegado del área en el Consistorio, Antonio Álvarez, a El Día. El Ayuntamiento, al desistir de su petición, ya conocía que esta era la propuesta más viable que podía hacer la Junta para implantar la zona en la ciudad, que es obligatoria, para los próximos años. 

La Federación Provincial del Comercio estuvo de acuerdo con desistir de la primera petición y aceptar esta segunda, que se traduce en la menos mala para la ciudad y para el sector, sobre todo para el pequeño comercio y la competencia con grandes superficies. 

Reacciones

Pero la situación ha traído ya sus primeras reacciones negativas. El Sindicato de Servicios de CCOO de Córdoba ha pedido al Ayuntamiento cordobés que rechace la implantación de la zona. El secretario general de Servicios del sindicato, Manuel Casado, afirma que esa ampliación de horarios “no beneficia a la creación de empleo, ni a las personas trabajadoras del sector, ni al pequeño comercio y ni siquiera a la clientela, por lo que no tiene ningún sentido, salvo plegarse a los intereses de los grandes centros comerciales”.

Casado señala que la liberalización de horarios “supone un aumento de la carga de trabajo que soportan las trabajadoras y trabajadores, que ya tienen condiciones precarias de trabajo, con jornadas extenuantes, descansos insuficientes y sin poder conciliar”.

El comercio es un sector muy feminizado, con un 62% de mujeres, indican y “esta liberalización va a ahondar aun más en la brecha de género”, afirmó y negó que con esta ampliación de horarios se vayan a generar más contratos ni a mejorar las condiciones laborales de las personas que trabajan en el sector. “No hay más contratos, lo único que tenemos es muchísima más carga de trabajo y en el subsector de grandes almacenes la compensación es cero. El trabajador o la trabajadora que trabaja un domingo o festivo recibe un día libre entre semana y así no se puede conciliar. Nos sentimos esclavas del comercio, sobre todo en estas fechas, desde el Black Friday hasta Reyes”.

Por su parte, la responsable de Comercio de CCOO de Córdoba, Rosa Galán, incidió en que “el convenio provincial de Comercio no establece nada respecto a los festivos, por tanto es voluntario. Si abrimos masivamente, como se está planteando, la voluntariedad se pierde. Además, el pequeño comercio no es capaz de costear la apertura de esos días y tampoco hay consumo para tantos días de apertura”.

En este sentido, Galán remarcó que “el consumidor no necesita esa ampliación. Estamos abriendo para grandes empresas, para extender el modelo de comercio de lunes a domingo, que solo beneficia a las grandes empresas”. Así, añadió Galán, “todo esto nos va a llevar a la liberalización total del comercio como en la comunidad de Madrid y eso no lo queremos aquí”.