La Junta pide precaución con las setas
Medio Ambiente alerta de la presencia de hasta 35 especies tóxicas en el campo cordobés
La Junta ha pedido prudencia a los recolectores de setas ante la presencia de especies tóxicas, teniendo en cuenta que la provincia cuenta con unas 35 especies de este tipo, varias de las cuales pueden causar la muerte tras ser ingeridas, según la Delegación Provincial de Medio Ambiente. La Administración autonómica pide prudencia ante la creciente afición micológica existente en la provincia, un interés que se incrementa en época otoñal, pero que no suele ir acompañado de un adecuado conocimiento de los hongos. La búsqueda de setas suele concentrarse en las Sierras Subbéticas, Sierra Morena y Los Pedroches. En la primera abunda la seta de chopo y la de cardo, mientras que en las últimas se localizan, sobre todo, nízcalos y faisanes. Sin embargo, también son frecuentes dos especies muy tóxicas (la amanita phalloides y la galerina marginata), cuyo consumo llega a ser letal y pueden confundirse con el champiñón joven. Además, el daño que provocan tiene un periodo de incubación muy lento; por ello, cuando aparecen los primeros síntomas en el consumidor puede resultar tarde para contrarrestar sus efectos nocivos. En este sentido, desde la delegación se insiste en que existen unas normas que reducen estos riesgos, de entre las que destaca que si a la hora de identificar la seta no se sabe con total seguridad que se trata de una especie comestible, no se debe consumir. Para realizar dicha identificación, hay que extraer el ejemplar completo con todas sus características pero, sobre todo, "no se debe hacer caso jamás de las llamadas reglas tradicionales para detectar setas comestibles; en muchos casos no son ciertas". Tampoco es conveniente recolectar en zonas cercanas a los bordes de las carreteras, ni en parques públicos o vertederos, ya que pueden presentar un alto contenido en metales pesados.
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