La Junta elude hablar de la agresión del San Álvaro y ensalza el plan preventivo
La consejera de Educación asegura que hay que atajar cualquier acto de violencia en las aulas "con contundencia"
La consejera de Educación, Teresa Jiménez, eludió ayer durante una visita a Córdoba pronunciarse acerca de la supuesta agresión sufrida por una conserje del instituto San Álvaro la semana pasada, aunque sí que mostró su rechazo a cualquier tipo de violencia en las aulas contra cualquier miembro de la comunidad educativa. Jiménez se limitó a enumerar los diferentes programas que desarrolla la Consejería para evitar esta lacra creciente en las aulas andaluzas y se apoyó para ello en el trabajo que realizan los centros que forman para de la red Escuelas Espacios de Paz, entre los que está el propio San Álvaro.
Asimismo, aludió al decreto que "incide fundamentalmente en la prevención de cualquier tipo de situación de violencia que altere la convivencia escolar" y en una serie de medidas "cuando se producen este tipo de actuaciones. "Me gustaría mostrar mi rechazo a la violencia en todos los ámbitos de la sociedad y el compromiso para seguir trabajando en este proyecto", aseguró Jiménez. La titular del ramo también mostró su deseo de que "nuestros centros estén libres de cualquier tipo de violencia" y mostró su apoyo a "todos los docentes y personal laboral". Recordó que en Córdoba ya hay 216 centros adheridos a la citada red y subrayó que en todos ellos "trabajamos para prevenir la violencia y paliarla con contundencia".
La bedel del San Álvaro fue supuestamente agredida por un menor mientras estaba trabajando y esperaba la hora para poder abrir las puertas. Tras pasar por el Hospital Reina Sofía y recoger su parte de lesiones, la mujer interpuso una denuncia contra el menor en la Comisaría del Cuerpo Nacional de Policía de Campo Madre de Dios. La conserje, que lleva 16 años trabajando en el instituto, está de baja y ha contado su versión a la Delegación de Educación, a quien ha pedido el traslado del centro.
La madre del supuesto agresor anunció por su parte el sábado que ha interpuesto una denuncia contra la bedel por injurias, ya que la acusa de haberle llamado a ella "puta" y "yonqui" a su hijo. La progenitora del estudiante también sostiene que el chico no propinó puñetazos a la conserje sino que le arrojó una naranja.
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