Julieta Mérida: "La Universidad tiene que ser independiente y no estar sometida ningún partido político"

Entrevista

Catedrática de Edafología y Química Agrícola, aspira a convertirse en la primera rectora de la Universidad

Considera que la comunidad universitaria "no debe perder los valores de transparencia y de cercanía"

Julieta Mérida, en el Rectorado de la UCO. / Miguel Ángel Salas

-¿Por qué ha decidido presentar a rectora de la UCO?

-Un día estaba en mi casa y me llamó José Carlos Gómez Villamandos -actual rector – y me dijo que si quería ser vicerrectora y la sensación fue igual los dos días. Es un compromiso que tengo con la Universidad de Córdoba y asumir que mi trayectoria académica, docente e investigadora, mi experiencia y el conocimiento que tengo de la UCO podía ser útil para la comunidad universitaria. Muchos compañeros me animaron a ello y tomé la decisión: pensar que mi trabajo y esa capacidad de conocer la Universidad podían ayudar a avanzar.

-¿Por qué tiene que ganar usted y no la candidatura de Manuel Torralbo?

-Considero que mi candidatura tiene que ganar por muchos motivos, no solo por mi persona, sino por el equipo que presento, que es sólido, que conoce la Universidad y ha ocupado cargos de decanos, directores de departamentos, coordinadores y directores generales… son personas que están muy preparadas para asumir este cargo. Yo misma tengo una trayectoria académica que no la tiene el otro candidato, que ha hecho mucha gestión, pero fuera de nuestra Universidad. Considero que mi conocimiento de la Universidad es mucho mayor y creo que la comunidad universitaria no debe perder esos valores académicos de transparencia, cercanía y de gobierno en el conocimiento que tiene mi candidatura.

-Julieta, una rectora para un tiempo nuevo es el eslogan que utiliza en su campaña. ¿Qué tiempo nuevo va a llegar a la UCO si gana las elecciones?

-El tiempo nuevo son los nuevos retos, las nuevas estrategias que la Universidad de Córdoba se tiene que plantear para los próximos años y creo que tenemos un buen camino. La UCO ha cogido un buen camino de oportunidades, de excelencia, pero tenemos nuevas estrategias y oportunidades que tenemos que dar. Hemos construido un programa en el que la transformación digital, la atracción de talento, de investigadores y el desarrollo profesional de nuestros profesorado es muy importante y de nuestro personal de administración y servicio (PAS) y de nuestro estudiantado. El alumnado tiene que formar un objetivo primordial en nuestros próximos cuatro años. Han sido años de pandemia, donde ellos han sufrido y creo que tienen que volver a sentir que la Universidad es un espacio de crecimiento personal, donde no solo acuden a recibir una formación y llevarse un título, sino también a participar de ella y de todas las oportunidades que se les dan. Creo que ese tiempo nuevo es un tiempo de mimar a nuestro personal y de no perder esas estrategias en investigación, transferencia y docencia.

-¿Es más fácil llevar una campaña después de haber sido vicerrectora?

-Estar de vicerrectora me ha dado un conocimiento de la Universidad y tener un camino abierto al que no quiero renunciar. Me siento muy orgullosa de hacer pertenecido a un equipo de gobierno y creo que nuestro rector ha hecho muy buenas cosas por la Universidad de Córdoba y me siento orgullosa de haber estado en ese equipo. Me ha beneficiado porque he conocido mejor la Universidad y veo que es una de las ventajas que tengo con el otro candidato; creo que mi conocimiento es mayor porque simplemente he estado dentro en los últimos años y conozco como funciona la Universidad en los últimos momentos y no como funcionaba hace diez o quince años. Mi candidatura se tacha de continuista, pero creo que el continuismo no existe cuando existe una persona nueva, un programa y unas ideas nuevas. Fui vicerrectora de Posgrado cuando José Carlos Gómez Villamandos había sido vicerrector también y no hubo continuismo porque somos dos personas diferentes y con maneras de gestión distintas.

-Alude que el equipo de gobierno que ha formado es sólido.

-He creado un equipo de mujeres y hombres, personas que me apoyaban y quienes en cada ámbito que les hemos encomendado son los mejores. Por ejemplo, la persona que tengo como secretario general, Manuel Izquierdo -que fue decano de la Facultad de Derecho– es la que mejor conoce la administración y el funcionamiento de la Universidad. No solo me va a dar seguridad a mí, sino que va a dar seguridad jurídica a la Universidad. Por ejemplo, Álvaro Martínez Moreno, al frente del Vicerrectorado de Ordenación Académica, se ha dedicado en los últimos años a esta gestión. No puedo quitar a ninguno de ellos. Son personas muy elegidas y la mayoría muy conocidas, no solo por la comunidad universitaria, sino por la sociedad cordobesa por lo que aportan y su faceta de responsabilidad social que tiene la Universidad con Córdoba.

Un momento de la entrevista con Julieta Mérida. / Miguel Ángel Salas

-La independencia política de la UCO es uno de los mensajes que lanza en la campaña. Si gana las elecciones, ¿esta independencia está garantizada por su parte?

-Totalmente. No estoy afiliada a ningún partido político, una importante diferencia, pero además no tengo absolutamente ninguna relación con ningún partido político, no podrás encontrar en ninguna hemeroteca nada, ninguna aparición en ningún acto. Para que la Universidad de Córdoba se desarrolle, como lo está haciendo territorialmente, lo primero que tiene que tener es una independencia y poder negociar y conveniar con todas las instituciones locales, autonómicas e incluso nacionales e internacionales; tiene que tener independencia y no tener la atadura de estar sometida a un partido político. Lo vengo defendiendo como lo he defendido siempre, del color que sea. A ninguna Universidad a lo largo de la historia le ha beneficiado que su rector -muy pocas rectoras, permíteme decirlo-, haya tenido alguna relación con algún partido político. No es por el signo político por lo que lo digo, sino por la independencia, que hay que garantizarla para poder defender los intereses de la institución y la responsabilidad social que tiene ante cualquier otro compromiso que puede dar la unión con un partido.

-Hace referencia a que ha habido pocas rectoras. En su presentación aludió a la necesidad de romper el techo de cristal y convertirse en la primera mujer al frente del Rectorado de la UCO.

-No quiero que me voten por el hecho de ser mujer, no fui catedrática por ser mujer, ni entré en la Universidad tampoco por ser mujer. Pero tengo que decir que fui la primera mujer en mi departamento, en mi grupo de investigación… Mis compañeros conciliaban de otra manera y tuve que luchar para tener la misma igualdad de oportunidades. Creo que esa lucha que hemos hecho muchas mujeres en la sociedad es lo que nos ha ido llevando a hacer cambios estructurales muy importantes y que nos llevan a que las mujeres ocupemos puestos de responsabilidad por nuestra valía. Ya no tenemos que demostrar más que ellos que valemos, sino que simplemente tenemos capacidad para llevar y ocupar ese puesto. Es evidente que se rompe el techo de cristal totalmente porque se llega al puesto más alto de gestión, como si llega a la presidencia del Gobierno. Romper el techo de cristal no es más allá que demostrar que no hay una barrera que nos impida llegar al objetivo que una mujer tiene. No me gustaría que me votasen por el hecho de ser una mujer, sino por el hecho de que haya demostrado con mi capacidad y mi valía que lo he podido hacer igual que el hombre y por mi equipo, que es contundente, de currantes, de personas que han dedicado su vida a la Universidad de Córdoba.

-Durante la campaña se ha reunido con todos los estamentos de la UCO.

-No me he reunido solo en campaña, sino también en precampaña. En el mes de enero, le hice ver a nuestro actual rector que tenía que dimitir y el no quería por no dejar el Vicerrectorado de Posgrado e Innovación Docente, pero le hice ver que tenía que hacer un proyecto nuevo y la única manera era reunirme con la comunidad universitaria. Me he reunido con los 44 departamentos, con todos los centros, con los consejos de estudiantes, personal investigador, el PAS y organizaciones sindicales. He ido recorriendo todos los estamentos y podía palpar la situación en la que cada uno se encontraba, que era lo más importante. Si no sabes en qué situación se encuentran, no podemos avanzar.

-Tras estos encuentros, en ¿qué situación se encuentra el PAS?

-Ahora mismo, nuestro personal de administración y servicios no se encuentra en su mejor momento. Hay bastantes problemas, no se han resuelto las convocatorias, tienen una situación de inestabilidad y hay que darle confianza y transmitir que la UCO tiene que ser para ellos un lugar de desarrollo y que, además, son imprescindibles. No hay actividad en nuestra Universidad que no se haga sin ese personal. Demandaban mucho teletrabajo y nos hemos comprometido con el teletrabajo, con la reducción de horario en el personal funcionario cuando cumple 60 años y la carrera horizontal, que es muy importante en la Administración. Es una carrera que le impide ahora mismo progresar si no es moviéndose de su lugar de trabajo. En muchas administraciones está desarrollada cuando se cumplen unos objetivos y se puede progresar. Es algo importante que tenemos que desarrollar cuando lleguemos al Rectorado. Donde más descontento hay es en el PAS, creo que no se ha ejecutado en su totalidad. La situación era horrible hace ocho años, se ha puesto orden, pero no lo suficiente. Hay un descontento por la lentitud de los procesos y, evidentemente, lo tengo que mejorar.

La candidata a rectora responde a las preguntas. / Miguel Ángel Salas

-¿Y el profesorado qué le ha pedido?

-El profesorado funcionario está en muy buena situación. Durante estos años hemos conseguido tasa de reposición, de manera que hay que apostar por ello y que todo el personal que se acredita al final lo consigue. Hay una estabilidad y se están cumpliendo sus objetivos. En el caso del personal que accede a nuestra Universidad es donde tenemos que poner todo nuestro empeño. En primer lugar, hay que estabilizar al personal investigador, el que se incorpora con contratos predoctorales o posdoctorales… Hay que avanzar bastante y también en aquellas áreas que tienen más dificultad en captar esos jóvenes investigadores y ayudar con programas que les faciliten la incorporación de investigadores, también en aquellas áreas en las que a medio plazo puede haber jubilaciones. Medidas para que el relevo no se haga de manera brusca.

-¿Cómo ha afectado la pandemia a la organización del profesorado?

-La pandemia ha revuelto a todas las universidades. Ha habido que acomodar el reglamento de régimen académico, los horarios, la organización de los títulos y eso tiene que volver a la normalidad. Es muy importante trabajar en esa normalidad y en que la docencia avance en ese nuevo tiempo y dar un nuevo atractivo a nuestros títulos.

-¿Cuáles son las principales demandas que le ha hecho llegar el alumnado?

-La permanencia del alumnado en la Universidad es muy corta y no pueden saber la Universidad que había hace seis años y la que hay ahora y hay que explicárselo. Piden muchas cosas y nos pasaron un documento con todas las cosas que necesitaban y querían y hemos sido capaces de incluirlo todo en nuestro programa de gobierno, prácticamente, en un 90%. Para ellos es muy importante el calendario académico: esa convocatoria de septiembre que tenemos ahora y que no les gusta y tampoco al profesorado. Hay un compromiso de cómo puede estar el calendario para que les sea más favorable. Su preocupación por flexibilizar su matrícula, sus trabajos de fin de grado o de máster, sus convocatorias, las guías docentes, participar en más actividades de la vida universitaria… Nos hemos comprometido a que habrá una zona de ocio, como la de Medicina, en todos los centros, incluido Rabanales. Les hemos ofrecido algo que tienen otras universidades, que es la Casa del Estudiantado.

-Eso ha sido un proyecto del que se ha hablado en muchas ocasiones en los últimos años, pero que nunca se ha puesto en marcha.

-Hubo algún intento y vamos a intentar poner la Casa del Estudiantado en la Universidad de Córdoba. Será en el centro de la ciudad. Tenemos que hablar con las instituciones locales, que nos tienen que ayudar, y darle ese lugar al alumnado. Será un lugar de encuentro, donde cabe la asociación, unas titulaciones con otras, donde cabe el ocio, el juego, la música, e incluso la formación si ellos quieren.

-En su programa también lleva el desarrollo de proyectos en infraestructuras, ¿podría citar alguno?

-Uno de ellos es la urbanización de Rabanales, que está en marcha y al que solo hay que poner dinero. Yo soy de Rabanales, yo sufro Rabanales. Hay edificios a los que no se puede acceder, el camino está lleno de agua en invierno y de hierba en verano y no se puede… El proyecto está hecho, aunque no se ha podido ejecutar. Pero creo que en los próximos años y gracias al nuevo modelo de financiación, la Universidad tendrá más presupuesto. Al campus hay que darle sostenibilidad ambiental y hospitalidad, algo que considero que es importante. Otro proyecto a corto plazo es la falta de espacios como es el caso de la Facultad de Filosofía y Letras y el uso de la Biblioteca del Estado, el convenio está firmado por el actual equipo de gobierno ya y lo único que queda es que se abra; allí habrá un aulario. Sino hubiera esa mudanza, tan esperada también por la ciudad de Córdoba de la Biblioteca, tendríamos que buscar en las proximidades y en el entorno de la Facultad de Filosofía y Letras otro espacio para que ellos puedan impartir esa docencia. Tenemos también en mente la ampliación de la Facultad de Derecho, con la construcción de un edificio a la entrada del centro; el proyecto está acabado y tiene que ser una realidad. Otro edificio es el del Vial Norte, que será el edificio de Posgrado de la Universidad y una ampliación de la Facultad de Ciencias del Trabajo.

-¿Su programa es para cuatro o para ocho años?

-Mi programa no puede ser para ocho años porque no puedo estar ocho años en la Universidad por la edad que tengo -nació en 1958-; podría estar seis si la LOSU entrara en marcha. Creo que un mandato bien hecho y bien ejecutado y sin pensar que me tengo que someter a una elección para un segundo mandato se aprovecha mucho el tiempo. Cuatro o seis años bien aprovechados dan para alcanzar los objetivos que nos hemos planteado en el programa.

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