Córdoba

'Juguetes'sin dueños

  • El número de perros abandonados en la capital incrementa un 30% durante los meses de verano

  • Los profesionales recomiendan que se esterilice a las mascotas para evitar reproducciones no deseadas

El periodo veraniego representa para muchos una época donde, por momentos, quedan aparcadas las preocupaciones y las cargas laborales, entre otros asuntos. Pero esta forma de afrontar los meses vacacionales a veces provoca una situación donde el ser humano saca su lado más oscuro, es decir, esa parte donde deja de pensar en tantas cosas que hasta se despreocupa del "mejor amigo del hombre" y vuelven a repetirse las escenas de abandonos de animales -algo que tampoco cesa durante el resto del año-.

De nuevo, los colectivos animalistas se empeñan en remover conciencias para que no se cometan este tipo de situaciones cuyos grande perjudicados acaban siendo los perros, a los que se les dejan tirados en cualquier rincón de la urbe o del campo, incluso arrojados en bolsas a los contenedores de basura. En esta estación del año, se refuerzan lemas como En vacaciones no abandones, impulsado por la Empresa Municipal de Saneamiento de Córdoba S.A (Sadeco), o los del Partido Animalista Contra el Maltrato Animal (Pacma) en campañas anteriores: Adopta, no compres y Ellos tienen sentimientos, entre otros.

Pese a todos esos intentos, los datos siguen demostrando una cruda realidad. Las estimaciones que barajan en Pacma apuntan que en verano se incrementa un 20% el número de abandonos en toda la provincia, esto viene a representar que 2.500 canes se quedan sin hogar entre mediados de junio hasta finales de agosto. Si el foco se pone en la ciudad de Córdoba, los abandonos pueden ascender al 30%, o sea, a unos 1.250 casos según calculan desde el partido animalista. Aún así, "es verdad que cada vez hay más gente que se llevan sus perros", aclara el coordinador de la formación política en Córdoba, Javier Luna, quien observa "más conciencia" pero los niveles son mayores; de hecho "muchísima protectoras, perreras, están todas saturadas". Actualmente existen más de 35 protectoras repartidas por toda la geografía cordobesa, algunas ubicadas en Lucena, Montilla, Palma del Río o Pozoblanco.

Una vez que los dueños se desprenden de sus mascotas, se producen esas aglomeraciones en los centros de recepción. En la provincia, esta práctica se ha elevado un 50% en la última década, dado que las estimaciones con las que trabaja Pacma reflejan 10.000 abandonos anuales; de los que el 40% se producen en la capital. Mientras que el porcentaje restante tiene lugar en el marco provincial y se encuentra relacionado con la caza, "debido al factor de la cacería se incrementa las cifras en la provincia", argumenta Luna. En esta línea, alrededor de 5.000 ejemplares -sobre todo galgos y podencos- son encontrados durante los 365 días del año.

Incluso la Diputación de Córdoba dispone de un servicio para la recogida de animales en los territorios con poco nivel de población, algo que se lleva a cabo en 55 municipios. En relación a este asunto, Pacma solicitó datos a la institución provincial pero "no nos lo facilitaron" porque los llevan a Málaga y "no se sabe más nada", comenta el coordinador. Ante esa duda, tampoco han obtenido respuesta acerca del destino final de los perros pero "sí tenemos constancia de que en su inmensa mayoría son sacrificados", asegura. Aunque "las familias que quieren a su animal, esos nunca se plantean abandonar al animal", como reconoce Luna.

No sólo la llegada de las vacaciones es un condicionante para desasistir o desprenderse de ellos, otra de las causas se origina en Navidad cuando por esas fechas las crías entran en los hogares como un regalo. Luego, a medida que pasa el tiempo, el perro crece y sus necesidades varían, entonces se genera el desenlace y se convierten en juguetes rotos, fruto del precipitado espíritu navideño; un hecho que se pone de manifiesto en esa especie de devolución en la calle o las perreras: "Nos encontramos cachorros de seis o siete meses", detalla. Por tanto, el verano se convierte en el punto y final a esas historias navideñas donde la falta de previsión genera un cambio de vida para el can.

Otra de las problemáticas tiene que ver con la presencia de camadas en las perreras. Tras el parto, el dueño se desprende de los cachorros, algo que podría haber subsanado previamente mediante la esterilización de los progenitores. Esto suele ser frecuente, sobre todo en enclaves de parcelas -Alcolea, zona del aeropuerto, El Higuerón o Villarrubia- donde en muchos casos la hembra queda fecundada por machos del entorno sin que ni sus propietarios lo sepan; eso provoca la presencia de "muchas camadas indeseadas" en servicios como el que presta Sadeco, anota Luna.

La esterilización es una de las demandas constantes tanto de asociaciones protectoras como de profesionales. La veterinaria de Sadeco, Elena Jiménez, pide que se haga "una tenencia responsable" dado que "a día de hoy contamos con un nivel de abandono brutal"; al mismo tiempo insiste en que "si no eres capaz de hacer que tu animal no se reproduzca, por favor esteriliza". Desde la entidad, durante el primer trimestre se recogieron 934 animales, de los que 405 fueron dados en adopción mientras que el resto continúa en las instalaciones donde "la media de estancia ha aumentado este año", admite. Cuando se desprenden de los animales, las excusas más comunes tienen que ver con el cambio de domicilio o que "no tienen tiempo para cuidar al animal", concreta el presidente de Sadeco, Pedro García.

En España se producen 140.000 abandonos, tal y como recogen los datos oficiales. "Extraoficialmente podemos hablar de 200.000 animales abandonados", elevan desde Pacma. De esta manera, se convierte en "el país con más abandonos de Europa", remarcan; en cambio, países como Holanda o Finlandia no presentan niveles de abandono. Esta radiografía deja al descubierto un panorama donde queda mucho trabajo por hacer, por eso los colectivos animalistas reiteran una y otra vez que las personas se conciencien en el trato con estos seres vivos, dado que éstos necesitan una atención y responsabilidad adecuada en su cuidado. También recomiendan que no se dejen en la calle o perreras sino que se recurra a las protectoras para pedir consejo.

El Arca de Noé es uno de esos colectivos encargados de velar, en la medida de sus posibilidades, por aquellos animales excluidos de vivir entre quienes les abrieron los brazos. Una de las voluntarias, Miriam Mengual, informa de que "la situación en verano es peor" debido a que las adopciones tanto en perros como en gatos descienden y suben los abandonos. Con capacidad para 170 animales y una lista de espera que supera los 80 perros, este grupo de voluntarios desarrolla su labor mediante el albergue y, al mismo tiempo, con casas de acogida: "Son fundamentales las casas de acogida, que se ofrezcan a acoger animales", resalta. De forma altruista, unas 25 personas miran por esos seres vivos. La protectora hace hincapié en la esterilización como "única manera de reducir el abandono animal", defienden. Para combatir esto, la organización ha firmado un convenio con Sadeco con el objetivo de aplicar el programa de Captura, Esterilización y Retorno (CER) en los gatos callejeros, una actuación orientada a mantener las colonias sin que se reproduzcan.

En mitad de estos actos cargados de insensibilidad, siempre queda algún rayo de esperanza gracias a asociaciones y al cariño ciudadano. Un ejemplo de ello se da en lugares como el parque de Los Patos, allí cada tarde un grupo de vecinos se reúnen mientras sus mascotas juegan por el césped; precisamente, entre la decena de esos cuadrúpedos, algunos ya cuentan con cierta experiencia desagradable: "Lo tiraron a un contenedor recién nacido, lo rescató el Arca de Noé y lo he tenido de acogida, ahora lo tengo adoptado", narra una de las personas. Al lado, Magdalena Ruiz cuenta cómo veinte días después de sacrificar a su anterior compañía canina -debido a la edad-, adoptó a otro que "estaba abandonado" cuando tenía tan sólo un mes de vida.

Por encima de todo, hay quien piensa que "un ser vivo nunca es de nadie", una reflexión que comparte en plena calle alguien mentalizado en la protección animal. Junto a esa filosofía, los empeños no cesan en pro de mejorar las cifras que en estos meses se elevan notablemente; aunque para lograr ese objetivo, todavía queda un largo camino.

Las redes sociales o el cine se convierten, algunas veces, en otra vía para llegar al interior de las personas y recordarles cómo estos "peludos" entregan lo mejor de sí mismos a cambio de una simple caricia o un rato de entretenimiento con alguno de los miembros de la familia; unas vivencia que con el paso del tiempo permanecerán en el recuerdo de quienes disfrutaron de un paseo por la playa o una salida al parque junto a ese amigo que, pese a no hablar, lo dice todo. A veces, quizás no basten las campañas y sus lemas, sino más bien esa gratitud o lealtad que transmiten en su contacto cercano con niños y mayores.

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