Joyacor clausura sin que el sector salga de "una crisis muy profunda"

"Seguimos estando en el pozo". Con esta frase lapidaria, el presidente de la Asociación de Joyeros de Córdoba, Manuel Berral, describía la situación en la que se encuentra el sector al cierre de Joyacor, una feria de muestras que los empresarios esperaban con los brazos abiertos y que iba a servir para tomar el pulso al futuro inmediato del sector. Pero, como ocurre desde hace demasiados meses, los datos vuelven a ser negativos. "No se ha cambiado nada desde el último año y los datos no han sido todo lo positivo que esperábamos", reconoció Berral.

El XXVI Salón Monográfico de Joyería Cordobesa se inauguró el jueves con el apoyo de numerosos responsables políticos, entre ellos el de la ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Rosa Aguilar. El sector acogía con optimismo la cita, confiado en que comenzaba a salir del pozo. Pero el balance final, a falta de las cifras finales de negocio y del número exacto de visitantes, no es nada halagüeño. "La conclusión es que no hemos tocado fondo. Seguimos en una crisis muy profunda, continuamos en el pozo", dijo Berral.

El presidente de los joyeros lamentó que "los comerciantes no vienen a la feria", como tampoco realizan pedidos cuando son los productores quienes los visitan. "Lo principal es reactivar el consumo", dijo Berral, quien explicó que las ventas se dirigen ahora a artículos "baratos de segunda línea".

La asociación y la dirección de la feria se reunirá en los próximos días para examinar en profundidad el futuro del salón, aunque Berral consideró que "los problemas no son el marco, ni la ciudad ni el modelo de feria". Simplemente, no hay clientes. No se consume. "Unas pocas empresas han cumplido sus objetivos, pero otras muchas no", reconoció. En cuanto a la afluencia, la única jornada masiva fue ayer debido al atractivo que supuso exponer con la Copa del Mundo de Fútbol conseguida por la Selección en Suráfrica en verano.

Entre los empresarios, en el fin de semana ha surgido el debate sobre el modelo de feria. Especialmente críticos fueron los orfebres llegados desde la ciudad italiana de Arezzo, donde se celebra una feria de referencia en Italia. Sandro Bocci, uno de los participantes, criticó, entre otras cuestiones, la selección de los participantes, "la mayoría mayoristas con trabajos realizados en Tailandia o China". Alfredo García, un empresario que ha participado en las últimas ediciones, concluyó que "Joyacor ya no es rentable". Como problemas, enumeró la falta de promoción, la organización "horrible" y el propio pabellón, pues "no se guarda una estética".