José Manuel Mariscal se perfila como candidato a liderar el PC andaluz
Los comunistas cordobeses apuestan por volver a CCOO y quieren retomar la iniciativa en favor de la memoria histórica
El parlamentario andaluz de Izquierda Unida, José Manuel Mariscal (Córdoba, 1974), se perfila como el principal aspirante, y probablemente único, a suceder a José Luis Centella como secretario general del Partido Comunista de Andalucía (tras su elección como nuevo máximo representante del PCE), en el próximo congreso de la formación que tendrá lugar entre el 20 y el 21 de marzo. El político, que se negó en redondo a realizar declaraciones al respecto, encabezará muy probablemente la lista unitaria de cara al próximo periodo político una vez que la opción del secretario provincial de Sevilla y responsable de las Juventudes Comunistas de Andalucía, Juan de Dios Villanueva, está perdiendo mucha fuerza.
Paralelamente, en la provincia de Córdoba, los comunistas cordobeses preparan su congreso provincial, que tendrá lugar el 14 de marzo, donde se dilucidará quién se hace cargo de la secretaría política del PCA en la provincia. Ese nombre aún se está debatiendo en el seno del partido, donde cada decisión de estas características se discute en los diferentes niveles de la organización. Los 1.270 militantes del PCA en la provincia están llamados al congreso provincial por medio de las 51 agrupaciones locales (la capital está dividida en barrios) por medio de los 176 delegados (una parte son miembros natos) que participarán en el cónclave local y los 45 que se enviarán a la cita andaluza, donde se prevé que Mariscal vuelva a la vida orgánica autonómica, donde ya ocupó la Secretaría de Organización entre 2003 y 2004. Mariscal lleva dos mandatos consecutivos como parlamentario autonómico por la circunscripción de Córdoba.
El informe político aprobado por la dirección del partido en la provincia por unanimidad señala ya muy claramente las claves en las que se moverá la militancia comunista que, en puridad, es la única que queda organizada dentro de la coalición de partidos que un día fue Izquierda Unida. El documento -que tiene que completarse con el contenido del informe de gestión del secretario político- establece la aspiración del PCA de ser más visible en la provincia de Córdoba en aspectos como la crisis económica o los asuntos laborales. En ese sentido, el partido está instando a la militancia a volver a Comisiones Obreras, sindicato que dejó de ser correa de transmisión del PCE hace muchos años, y con el que se han producido sonoras divergencias en la etapa de Julio Anguita a raíz de su posición sobre los asuntos relativos a la economía y al mercado laboral. La dirección del partido reconoce que en estos momentos su situación dentro del sindicato es nula y que sus militantes no tienen la fuerza suficiente como para organizar sus posiciones, dada la ausencia de delegados sindicales.
Del mismo modo, el partido apuesta por recuperar buena parte de su influencia perdida entre el tejido social organizado de la provincia, donde hace años tenía una clara relevancia, por encima del resto de organizaciones. El informe pide específicamente regresar al movimiento vecinal, las asociones de padres y madres o entidades sociales, muchas de las cuales tienen su germen en los cuadros comunistas.
El partido arremete en su documento contra "la hegemonía" de asociaciones vinculadas al PSOE en materia de memoria histórica. "Debemos hacer inventario, medir nuestras fuerzas y posibilidades y tomar iniciativas", afirma el documento, que reclama que las excavaciones de fosas comunes dejen de depender de ayudas y formen parte de una plataforma de reivindicación republicana.
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