Música

Jesús Astorga: "La mayoría de quienes escuchen este disco se sentirán identificados con lo que cuento en él"

  • El que fuera líder y vocalista de grupos míticos como Religión y Comité Cisne ha publicado su tercer trabajo en solitario, 'La dura lluvia que vuelve a caer', que refleja los sentimientos durante la pandemia

El músico cordobés Jesús Astorga.

El músico cordobés Jesús Astorga. / Miguel Ángel Salas

El que fuera líder y vocalista de grupos de rock como Religión y Comité Cisne, el cordobés Jesús Astorga, ha publicado su tercer disco en solitario, La dura lluvia que vuelve a caer, un trabajo que, como él mismo defiende, está compuesto por un puñado de canciones crudas y rabiosamente personales "que reflejan las voces de desconcierto, incertidumbre o rebeldía que todos hemos sentido en estos dos años de pandemia"

Este último trabajo, que empezó a escribir en pleno confinamiento, "aunque está hecho desde un prisma muy personal, seguro que la mayoría de la gente que lo escuche se sentirá identificada con lo que cuento en él, porque la mayoría sentíamos y pensábamos cosas parecidas en esos momentos", insiste el que es uno de los músicos cordobeses más reputados de las últimas décadas.

Este trabajo de prospección interior y proyección colectiva, una obra conceptual compuesta por nueve temas, es, posiblemente, el mejor conjunto de textos que Astorga ha plasmado a lo largo de su carrera, tocando e interpretando todas las canciones con su guitarra y cantando desde lo más profundo. "Este disco nació después de que estuviera preparando una serie de canciones para un trabajo nuevo que nada tenía que ver con la pandemia, pero es verdad que aquellas circunstancias, por muy negativas que sean, te inspiran y te llevan casi en una única dirección. Te sientes en la obligación de reflejar lo que está pasando; son momentos en los que es más que difícil refugiarse en cosas más ideales o más fantásticas a la hora de escribir" defiende. "No era momento para escribir entrando en estados de ensoñación, menos reales", añade.

La brillantez de este trabajo se encuentra en la identificación de sus textos, sus melodías y su desnudez instrumental, "con el pulso íntimo que todos hemos tenido en un periodo tan difícil, complejo y doloroso en muchos casos". También, en la voz de Astorga, con toda esa paleta de tonos que ha desarrollado a lo largo de los años y que lo hacen imprevisible. "Es un disco que tiene un lado tenso, un poco oscuro, tal vez menos lírico, más duro, más directo, básicamente guitarrero; pero bueno, es oscuro porque los momentos que hemos vivido en la pandemia han sido de verdadera penumbra, de verdadero terror; no obstante, refleja la esperanza, el vamos a luchar, vamos a salir de esta, y de fe en que esto tenía que cambiar, como ha cambiado", sentencia. 

El músico cordobés Jesús Astorga. El músico cordobés Jesús Astorga.

El músico cordobés Jesús Astorga. / Miguel Ángel Salas

El disco tema a tema

Este trabajo conceptual se abre con Calle principal. "Este tema habla de una zona céntrica de Córdoba de bastante tránsito de personas; trata de reflejar esos días de antes del confinamiento y el toque de queda y de ver progresivamente cómo las cosas empeoran y cómo hay gente que lo pasa realmente mal. Habla de una mujer que va camino de la cola de la caridad, de la cola del hambre", detalla. El segundo tema es Enemigo invisible, "un enemigo que es claramente el covid; esta canción es un grito de supervivencia". El tercero, La dura lluvia, "o la añoranza del tiempo anterior a la pandemia en un momento en el que estábamos encerrados; es echar de menos a tu gente". El cuarto, Hoy hace buen tiempo, es "un tema que se fija en un personaje no real, una especie de delincuente de poca monta que está desesperado porque no tiene nada y quiere volver a las andadas, aunque por otro lado tampoco puede salir por el enclaustramiento".

Portada del disco de Jesús Astorga. Portada del disco de Jesús Astorga.

Portada del disco de Jesús Astorga.

El quinto corte es Cruel toque de queda, "una canción que también habla de frustración, de querer ver a alguien pero no poder cruzar la calle". El sexto, La rabia y el coraje "detalla la rabia y el coraje de lo que estaba pasando, con mucha perversión en los datos, mucha perversión en los mensajes y muchas verdades a medias, lo que provocó una desazón que en absoluto nos ayudó". El séptimo, De vuelta a esta tierra, es la crónica "de cómo situaciones como la pandemia se han llevado por delante el trabajo duro de toda la vida de muchas personas y las metas conseguidas por estas. La pandemia nos ha equiparado bastante a unos y a otros con la suerte para algunos de que hemos podido sobrevivir  y tirar mejor para adelante y la mala suerte de otros que se han empobrecido hasta no poder tirar para adelante, algo que todavía sigue ocurriendo. Si ya había desigualdad, ésto lo ha incrementado más".

El octavo tema, Los Guájares, "es una escapada, Los Guájares es un valle que hay por Granada. Suponía esa apertura al verano de 2020 en el que pudimos dar los primeros pasos, un poco con cierto miedo a ver qué pasaba, cuando ya se levantaron las medidas más restrictivas.  Es llegar a un pequeño paraíso y tener la sensación de que las cosas vuelven a ser como antes". Y el noveno, Epílogo (Un canto nuevo), "es un canto a la esperanza; a que nunca hay que dejar de tener presente que el sol va a salir otra vez en un nuevo día, que va a volver a brillar y que seguro que estaremos otra vez bien y felices".

Astorga insiste en que el disco, "que es la crónica de un tiempo que marcará un antes y un después para todos nosotros", es un canto también a la esperanza y la fe en el ser humano. "El mundo nos puso un examen duro que ha servido para buscarnos la supervivencia. El ser humano es más frágil de lo que parece y es necesario que tengamos más solidaridad con quien tenemos alrededor·, defiende.

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