El campo de tiro de la Base Militar de Cerro Muriano fue ayer de nuevo pasto de las llamas. Un dispositivo formado por medios terrestres -35 especialistas en extinción, cuatro agentes de medio ambiente, dos vehículos autobomba- y aéreos -cuatro helicópteros, dos aviones de carga en tierra, un avión anfibio y una aeronave de coordinación- trabajaron durante toda la tarde para frenar un fuego que se desencadenó en torno a las 15:30, según informaron fuentes del Infoca. Varios particulares que circulaban por la N-432 avisaron al Centro de Coordinación de Emergencias (Cecem) 112 de una columna de humo en Los Puntales, en el término de Obejo. El Infoca dio el fuego por estabilizado a las 20:30, tras cinco horas sin control.

El 112 avisó del suceso a la Guardia Civil, la Policía Autonómica, la Policía Local, Protección Civil y el Infoca, que se hizo cargo de las tareas de extinción, auxiliado por personal de la base militar. El origen del fuego se localizó dentro del perímetro del campo de tiro y maniobras; las llamas, además, no salieron del territorio del Ministerio de Defensa, informó el Infoca.

El subdelegado del Gobierno, Juan José Primo Jurado, dijo que el siniestro no fue "aparatoso" y concretó que afectó a una zona de 65 hectáreas de matorral que ya fue objeto de un suceso similar el año pasado. A última hora de la tarde, el dispositivo trabajaba para estabilizar las llamas en el terreno, una zona a la que no se puede acceder por tierra debido a la existencia de material explosivo de las maniobras militares.

Dado que los terrenos afectados son de naturaleza militar, la Brigada de Investigación de Incendios (BIIF) del Infoca carece de competencias para realizar el informe de causas, a no ser que se solicite por vía judicial, aunque las fuentes consultadas apuntaron al material de tiro como origen de las llamas. No es la primera vez que la base militar sufre un incidente de estas características.

En la memoria aún permanece el grave incendio de finales de julio de 2007, que estuvo activo durante más de tres días y calcinó más de 4.000 hectáreas. En aquella ocasión, se apuntó a munición sin estallar como la causa del siniestro y hasta la Fiscalía abrió una investigación para determinar su origen.

El año pasado, el campo de tiro fue objeto de otros dos incendios: el primero se produjo el 12 de agosto y quedó controlado tras seis horas de actuación; el segundo se desencadenó el 19 de agosto y requirió la intervención de 25 expertos del Infoca. La Junta llegó a anunciar que se reuniría con el Ministerio de Defensa para solicitar que en épocas altas de incendios limitaran las actuaciones que llevan a cabo en el campo de tiro.