Valencia es, sin duda, una ciudad sobrecogida por el incendio del edificio Campanar que ha dejado de momento diez personas fallecidas y 14 desaparecidas. Un suceso que ha conmocionado a buena parte de España que siguió ayer en directo el trabajo de los equipos de bomberos intentando extinguir las llamas y, al mismo tiempo, ayudar a las víctimas.

El incendio se propagó a primera hora de la tarde del jueves en cuestión de minutos sin control en este complejo residencial "vanguardista y singular" según la promotora que los vendió hace 17 años. El edificio, según se ha hecho público, se construyó en 2005 y, entonces, la normativa del código técnico de edificación en España era otra. 

Es lo que ha recordado a El Día el catedrático en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla, Rafael Suárez Medina, quien ha recordado el cambio de normativa tras el incendio de la Torre Windsor en Madrid en febrero de 2005. Suárez Medina, colegiado en el Colegio de Arquitectos de Córdoba, ha señalado que fue en 2006 cuando se cambió la citada normativa y se hizo más exigente por el citado incendio de Madrid. "Antes de 2006 no había ninguna exigencia en materia de fachadas", ha reconocido.  

"En el incendio de la Torre Windsor y en el de Valencia, el problema es el mismo: un material de la fachada que lleva reacción al fuego", ha indicado. Se hace referencia, en este punto, al poliuretano, un material "que no es estable y que se incendia rápidamente". "Nadie pensaba que se podía producir un incendio en la Torre Windsor", ha añadido. Es por ello, que tras aquel fatal incendio "lo que se hizo es que la normativa dio respuesta a ese problema", ha destacado.

El arquitecto ha reconocido también que el suceso de Valencia ha generado "cierta alerta social", al tiempo que ha insistido en que "en España tenemos una normativa de seguridad en caso de incendios muy exigente y muy garantista".

"En la normativa el sector de la construcción se va avanzando", ha anotado. Como ejemplo, ha expuesto que el poliuretano "actual no es inflamable y se puede utilizar en las fachadas siempre que cumpla la normativa porque es ignífugo". 

Materiales prohibidos en la actualidad

Manuel Lloris es el gerente del Centro de Innovación Andaluz para la Construcción Sostenible de Córdoba (CIAC) y ha reconocido que el uso de este tipo de materiales ahora "están prohibidos en las fachadas porque pueden dar lugar estas situaciones como las de Valencia, es decir, a una propagación rápida de las llamas por el material".

Lloris, además, es muy tajante ante la posibilidad de que en Córdoba se pueda producir un incendio similar en el caso de las nuevas construcciones: "Los habitantes de Córdoba no deben estar preocupados porque las construcciones se hacen con una reglamentación; fallos hay en todos los sitios, pero no es la tónica general". En esta línea, ha incidido en que "todo tiene que cumplir un código técnico de edificación y seguir las normas; todo está muy regulado".

Entre las líneas de investigación del CIAC, ha continuado, se encuentran algunas adaptadas a la resistencia de los materiales de construcción al fuego. Además, ha indicado que "las particularidades de construcción de cada región son distintas". 

Fuentes municipales, por su parte, han reconocido que en Córdoba "es posible que se haya usado de forma puntual en algunas viviendas unifamiliares". No obstante, han añadido que "según lo que podemos saber con poco tiempo, no se ha usado en edificios de altura".

La Asociación Española de Sociedades de Protección contra Incendios (Tecnifuego), por su parte, ha advertido de que la propagación por la fachada "es una de las vías más rápidas de transmisión" del fuego, por lo que ha subrayado la necesidad de contar con materiales no combustibles en fachadas y envolvente de viviendas y otros edificios.

Además, ha agregado que estos materiales también deben garantizar aspectos como la eficiencia energética y que contengan y minimicen la propagación del fuego y sustancias tóxicas.