CRUZ CONDE 12

Con la salud no se juega

  • Los médicos de familia y pediatras han dicho ¡basta ya! y han iniciado protestas con la intención de que la Junta mejore un sistema público sanitario mermado desde la crisis

Protesta de hace unos días de los médicos de familia y pediatras en Córdoba.

Protesta de hace unos días de los médicos de familia y pediatras en Córdoba. / Juan Ayala

Acabamos de asistir al circo político de una campaña electoral en la que según de la boca de quien viniera en Andalucía estamos mejor o peor en lo que a sanidad se refiere, una sanidad que pagamos todos con nuestros impuestos, que no se le olvide a nuestros gobernantes, los que ya han cumplido legislatura y, sobre todo, los que la van a iniciar tras las elecciones del 2D.

Unos y otros han demostrado que es muy gratuito para un político hablar de sanidad –o lo que es lo mismo, de un sistema sanitario del que depende la salud de todos– hasta rozar la demagogia, pero lo único cierto es que es la sanidad andaluza es francamente mejorable después de que los efectos que la crisis ha dejado en la misma en forma de recortes y de ataques a su calidad no se hayan subsanado.

De momento, los médicos de familia y los pediatras han dicho ¡basta ya! Tras concentraciones de protesta, recogidas de firmas y hasta un día de huelga, han decidido una nueva serie de movilizaciones y protestas en las próximas semanas para reclamar, entre otras medidas a la Consejería de Salud, que la atención a los pacientes sea de diez minutos. Para ello, los médicos se han agrupado en una coordinadora a la que han dado un nombre que es toda una declaración de intenciones –¡Basta ya!–.

Con él dicen basta ya de atender a una media de 28 pacientes al día, basta ya de no tener ni una media de atención de diez minutos para cada uno de ellos “cuando en Cataluña han clamado por tener al menos 12 y lo han conseguido”, basta ya de no sustituir todas las ausencias de profesionales, “sea cual sea la causa, desde vacaciones a enfermedades, y desde el primer día”...en fin, infinitos basta ya, como el que denuncia que Andalucía es la comunidad autónoma de España que gasta menos en sanidad.

El último estudio comparativo que ha realizado la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública sitúa a Andalucía a la cola en gasto sanitario por habitante. Justo después de que la presidenta de la Junta, Susana Díaz, defendiera en su pasado discurso de fin de año que la sanidad pública de la comunidad autónoma es “un orgullo y una garantía para los andaluces”, el Sindicato Médico Andaluz dio a conocer ese estudio de la Federación de Asociaciones para la Defensa de la Sanidad Pública que incide en que los números reflejan una realidad bien distinta.

Teniendo en cuenta los presupuestos de las comunidades autónomas, el informe destaca que Andalucía es este año la última en inversión sanitaria con 1.166,39 euros de gasto por cada andaluz, menos incluso que comunidades con menos riqueza como Extremadura (1.488,42 euros por habitante) y a años luz de regiones como Navarra o el País Vasco, que encabezan el ranking de inversión en sus sistemas sanitarios públicos. Otro dato que revelaba ese estudio comparativo es que la inversión en sanidad prevista en las cuentas de la Junta para 2018 era menor aún que la incluida en los presupuestos de 2010, ya en plena crisis económica. En 2010, el Gobierno autonómico gastó 1.180,09 euros por habitante en el sistema público sanitario, casi 14 euros más que el gasto previsto para 2018.

Es más, hace unos meses, el Sindicato Médico (Simec) informó de que la proporción de médicos de familia en Córdoba es de ocho por cada 10.000 habitantes, cuando la relación debería ser mucho más elevada en el caso de los facultativos. No en vano, la Organización Mundial de la Salud (OMS) establece una media de 13 galenos por 10.000 habitantes.

El Simec añadió que los números “ideales de personal sanitario sería de 23 por cada 10.000 habitantes, entre médicos, enfermeros y matronas para prestar servicios esenciales de salud”. Desde la organización sindical explicaron también que la plantilla de los médicos de familia representa en la provincia el 40,7% del total, cuando el porcentaje correcto debería ser del 60%.

A ver si es verdad y ahora que se inicia una nueva legislatura en la Junta de Andalucía se trabaja de verdad para que el sistema público sanitario andaluz levante el vuelo y repunte, porque, señores políticos y gobernantes, con la salud no se juega.

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