El Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba cierra 2021 con un incremento en el número de donaciones y trasplantes del 4,5% con respecto al año anterior. Concretamente, se han realizado 194 trasplantes de órganos frente a los 185 del año 2020, lo que representa el 24,7% de todos los trasplantes de órganos realizados en Andalucía, uno de cada cuatro. Este es parte del balance anual de la actividad trasplantadora que el hospital ha presentado este miércoles, 26 de enero.
El desglose por órgano, según ha detallado la directora gerente del hospital, Valle García, es de 78 trasplantes renales, 48 hepáticos (nueve de ellos infantiles), 14 de corazón (dos infantiles), ocho de páncreas (seis combinados con riñón) y 46 pulmonares. Los equipos de trasplante de tejido también han incrementado levemente su actividad: 139 el pasado año frente a los 133 de 2020. De ellos, 75 son de córnea y 64 de médula ósea.
Las cifras, según García, "invitan a la esperanza" por la recuperación de la donación de órganos tras el primer año de pandemia y son fruto "del trabajo en equipo de centenares de profesionales", así como los logros más recientes en el campo de la donación y el trasplante, "la potenciación del trasplante renal de donante vivo, la donación en asistolia y la búsqueda de otras opciones para incrementar la cifra de intervenciones como el trasplante de médula ósea domiciliario", que se puso en marcha hace apenas un año.
Los datos del 2021 hacen que desde que se efectuó el primer trasplante en el Reina Sofía, hace ya 43 años y que fue un injerto renal, se han llevado a cabo en el hospital cordobés 5.210 trasplantes de órganos sólidos (1.960 renales, 1.538 hepáticos, 725 de corazón, 249 de páncreas y 738 pulmonares) y otros 3.566 de tejidos, lo que suma un total de 8.776 trasplantes en total. Así, a lo largo de toda su historia, se han registrado en el Hospital Reina Sofía 1.144 donantes.
Donación de vivo y asistolia
El coordinador de trasplantes, José María Dueñas, ha detallado que el mayor porcentaje de donación de órganos, el 80%, provienen de personas que han sufrido accidentes cerebrovasculares o hemorragias cerebrales, mientras que los accidentes de tráfico, "afortunadamente son muy bajitos" pues la tasa no llega al 5% en Córdoba, ha detallado. Sin embargo, ha explicado que los profesionales trabajan en buscar alternativas al descenso de donantes en muerte encefálica y que, "gracias a ese compromiso" han logrado materializar muchas más donaciones en asistolia. Tanto es así que, solo durante el año pasado, el hospital ha logrado multiplicar por cuatro este tipo de donaciones, pasando de tres a 12.
Asimismo, el coordinador de trasplantes del hospital ha puesto en valor también el trabajo del equipo de trasplante renal "que ha apostado por fomentar el programa de donación de vivo, una alternativa que no sólo permite mejorar la calidad de vida de los pacientes antes, sino que también evita, en determinadas ocasiones, que la persona que padece la enfermedad tenga que dializarse".
El hospital ha pasado de registrar un único trasplante renal de donante vivo en 2020 a siete durante el pasado año, fruto de la apuesta que este equipo multidisciplinar (nefrologos, urólogos, inmunólogos, patólogos, personal de Enfermería) ha realizado por este programa en el que los especialistas valoran la idoneidad del trasplante, la compatibilidad y velan por la seguridad e intereses de donante y receptor durante todo el proceso. Además, el hospital participa en el programa de la Organización Nacional de Trasplantes de trasplante renal cruzado, en el que donante y receptor no se conocen y se realiza mediante un intercambio entre donantes de dos o más parejas. Aún así, ha informado de que durante este último año no ha surgido esta posibilidad en el centro cordobés.
Respecto a 2021, García y Dueñas han destacado la "la progresiva recuperación en la actividad trasplantadora, a pesar de vivir aún marcados por el covid-19, con un ritmo de crecimiento por encima de la media andaluza".
Otros avances del año
En el trasplante hepático destaca especialmente el incremento de injertos infantiles (nueve frente a los seis del año anterior) y el gran esfuerzo por mantener las cifras globales de trasplantes "en un contexto de gran dificultad" que ha derivado en la reducción de posibles donantes. Lo más relevante del trasplante pulmonar es "la fortaleza de este programa", que mantiene sus cifras a pesar de las dificultades añadidas a este órgano por la pandemia. Igual sucede con el de corazón, donde los profesionales "también han hecho un gran esfuerzo" por mantener cifras similares a un año previo a la pandemia (en 2019 se efectuaron 13 injertos cardíacos frente a los 14 de este último año).
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