Hortensia Navarro | Psicóloga

"La educación de los niños no es delegable, las familias tienen que abordarla directamente"

  • Para la psicóloga, la época estival es un periodo fundamental para pasar tiempo con los hijos y detectar situaciones que pueden alertar de un problema

La psicóloga Hortensia Navarro.

La psicóloga Hortensia Navarro. / Juan Ayala

"En los nueve primeros años de un niño el pilar fundamental para la educación es la familia y esa responsabilidad no la podemos delegar en otros profesionales". Así defiende la jefa del Servicio de Educación del Ayuntamiento de Córdoba, la psicóloga Hortensia Navarro, la importancia de la educación en las familias.

Navarro ha colaborado en la ejecución de la Guía Fácil para Padres y Madres del Consistorio cordobés y ha trabajado durante años en el ámbito de la educación emocional en los más pequeños. Ahora desarrolla su labor profesional como responsable del área de Educación del Ayuntamiento.

Para ella, los profesionales como psicólogos, médicos o pedagogos deben servir de apoyo para coeducar, "pero el mayor peso lo tienen las familias". Esto "es fundamental, porque en edades tempranas se empieza a construir la identidad del sujeto y sus capacidades. Si encontramos un niño que tiene una capacidad artística y la potenciamos, se va a multiplicar", insiste.

Navarro destaca que las familias deben trabajar en la educación emocional y social desde las edades mas tempranas para así prevenir problemas sociales en la edad adulta. Canalizar las conductas violentas es "fundamental" para educar a los más pequeños. "Las familias lo que hacemos es formar e informar a nuestros hijos sobre cómo tienen que comportarse en sociedad y qué habilidades son las que tienen que desarrollar para estar felices", explica.

En relación a esto y respecto a la delincuencia que se está produciendo con actos de vandalismo, sobre todo, contra determinados colectivos vulnerables, la psicóloga mantiene que una de las prioridades es educar a los hijos en la tolerancia y el control de esas conductas violentas. "Es importante que los niños sepan manejar sus emociones y frustraciones, para que de esa manera sepan resolver y conseguir sus objetivos sin hacer uso de la violencia", apunta.

Todos los niños tienen conductas agresivas, es un mecanismo de defensa, la clave para la profesional está en canalizar correctamente esas reacciones agresivas desde el momento en el que aparecen. "No podemos actuar cuando vemos que un niño tiene reacciones agresivas con otros niños de manera constante. Las conductas agresivas empiezan mucho antes, por lo que hay que actuar a tiempo y frenarlas. Si el niño quiere algo y lo consigue de manera agresiva siempre buscará esa vía, el niño aprende que esa es la forma de conseguir lo que quiere", argumenta Navarro.

La psicóloga hace mención a la forma de frenar esas conductas. Para ello, no se trata de reprimirlas, sino de canalizarlas, dando alternativas. "La manera de conseguir algo no es con agresividad, tienen que aprender desde pequeños que para conseguir algo hay que pedirlo, negociarlo, justificarlo", advierte.

En este sentido, al igual que es importante la detección del problema a tiempo por parte de las familias, según cuenta, "resulta indispensable enseñar a los niños cuáles son estas conductas, para que ellos las detecten de otros y sepan como no actuar, porque está mal". Que aprendan, en definitiva, a ponerse sus propios límites, insiste.

Para la jefa del Servicio de Educación del Ayuntamiento es de vital importancia tomarse un tiempo en observar al niño y hablar con él. Navarro incide en que cuando se piensa en conductas agresivas son muchos los que tienden a relacionarlas con las que se manifiestan con la fuerza o con expresiones verbales, pero, según apunta, "tenemos que estar muy alerta a los metamensajes que los niños nos empiezan a mandar desde pequeños, como miradas, desplantes, formas de sentarse, o actitudes que se salen de la norma. Cuando en su actitud hay algún cambio, esa manera de actuar nos quiere decir algo".

Para ella, las familias tienen la obligación de aprender a educar a sus hijos. "Tan malo es excederte en la intervención con el niño como no hacer nada y dejarlo hacer", asegura Navarro.

Actualmente, los padres cuentan con multitud de posibilidades a la hora de formarse e informarse de como tiene que actuar con sus hijos. Artículos publicados en la red, libros y cursos de formación son una buena opción para hacerlo. La psicóloga insiste en que "no estar informado y formado de como tenemos que educar a nuestros hijos no es una opción porque tenemos muchos mecanismos". Algunos de ellos son las distintas actividades y talleres educativos, como las escuelas de padres y madres que se ponen en marcha desde el Ayuntamiento de Córdoba o desde los distintos colegios.

Navarro defiende que la educación por parte de los padres es la más importante para el niño, pero también es importante que las familias busquen ayuda si la necesitan. "No tenemos que tener miedo a acudir al psicólogo, al pedagogo o al profesor para que nos oriente. El miedo a afrontar los problemas lo único que puede provocar es que el problema se haga más grande", destaca la psicóloga. 

El principal consejo que Hortensia Navarro da los padres es que "no dejen pasar este verano, que empiecen ya a tomar una actitud activa y trabajar con los hijos".

Planes para este verano

La psicóloga sugiere una serie de planes que pueden servir a los padres para observar la actitud de sus hijos y enseñarles, con ello, algunas cuestiones fundamentales. Ver una película con ellos y comentarla; jugar a un juego competitivo y ver la conducta que toman; que los niños cuenten una historia y la comenten, para observar que sentimientos tienen; dibujar como se sienten y observar los elementos de ese dibujo o tomar tiempo para hablar y dialogar con ellos, son, como ella destaca, algunas de las alternativas que se pueden llevar a cabo para comenzar con una actitud activa. Siempre con la premisa de que "hay que relacionarse con los niños jugando". 

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