Figuras a tamaño real, réplicas licenciadas, objetos, miniaturas, proyecciones, recreaciones o puntos fotográficos, entre otras, son algunas de las sorpresas que componen El Jardín de la Magia, una exposición donde se muestran todos los detalles del universo de Harry Potter.

Unas 15.000 personas de distintas partes del país e incluso del extranjero ya conocen este viaje por una de las sagas mundiales más aclamadas y que sigue despertando el interés en las nuevas generaciones. Esta muestra instalada en el Palacio de Congresos de Córdoba estará abierta hasta el próximo 9 de enero. 

En la entrada de la exposición, frente a la Mezquita, se acumulan cada día los fans que quieren ver de cerca esta colección. "¡Hazme una foto aquí, mamá!" repetía sin cesar la pequeña de la familia Pacheco Muñoz, de nueve años, que acudía a la exposición ataviada con el uniforme de Gryffindor. 

Esta familia de Lucena se ha trasladado a Córdoba para conocer en primera persona las curiosidades sobre el colegio de hechicería más famoso del mundo. "Mis favoritos son Dobby y Hermione Granger", contaba la pequeña emocionada. 

Precisamente, de este primer personaje, Dobby, el elfo esclavo de Lucius Malfoy, hay una réplica a tamaño real en una de las salas que acoge la exposición, una figura que sorprende a pequeños y mayores por su imagen realista. 

Los visitantes fotografían a Dobby.

Nada más entrar se puede observar una de las colecciones más completas a nivel nacional de las varitas de magia de todos los personajes, desde los protagonistas hasta los profesores, pasando por miembros de las familias Weasley o Dumbledore. 

A lo largo del recorrido se pueden observar recreaciones de distintas escenografías de las películas, de tal modo que el visitante podrá atravesar la pared desde el andén 9 3/4 y acudir a una clase de pociones impartida por el mítico Severus Snape. 

Hasta la mismísima piedra filosofal se podrá conocer en el circuito por los objetos más característicos de cada una de las historias que componen la saga. Además, a la oscuridad del ambiente se le suman los cuadros en movimiento que cuelgan de las paredes, un escenario que trasladará al visitante a los pasillos de Hogwarts.

En cada expositor se agolpan numerosos pequeños vestidos con las capas negras y varitas en mano, como si se tratasen de los propios protagonistas de la novela de J.K. Rowling preparándose para vivir un partido de quidditch, deporte en el que los jugadores intentan robar la pelota al equipo contrario montados en una escoba, de la cual, por cierto, también hay una recreación. 

Las aventuras de Harry Potter y sus amigos celebran este año su 20 aniversario, una diferencia de edad que no es proporcional con el éxito que la marca sigue cosechando entre los más pequeños. A Irene, de 10 años, su familia le ha traído a Córdoba por sorpresa desde un pueblo de Sevilla para conocer los secretos de sus ídolos tras leer y ver las películas una y otra vez. 

Un ejemplo de reinvención

El éxito de esta exposición es el resultado de una apuesta personal y la reinvención profesional que vivió el promotor de la muestra, David Márquez, ante los cambios laborales que experimentó en la época de confinamiento, en la primavera de 2020. 

Esta muestra se fraguó "en plena pandemia", cuando comenzó la labor de búsqueda y adquisición de las hasta 200 piezas que la componen: "Ha sido una apuesta sobre seguro, pero nunca imaginamos la repercusión que iba a tener".

Córdoba ha sido la primera ciudad en acoger a El Jardín de la Magia, pero tal y como cuenta su promotor, está previsto que se visiten otras muchas ciudades, como Jaén, Madrid, Sevilla, Islas Azores o Valencia. "Ha venido gente de Valencia, del País Vasco, Ceuta, Melilla, Francia, Portugal e incluso van a venir de Uruguay", ha afirmado el promotor. 

Expositores con las varitas mágicas.

Las varitas de magia han sido los objetos más complicados de cosechar de toda la exhibición, según explica Márquez, recordando que "es la mayor colección que hay en España". Algunos objetos han sido donados por fans de todo el mundo, mientras que otras figuras están fabricadas por ellos mismos y licenciadas por Warner. 

Además, el promotor también destaca el compromiso y la labor social de la exposición, ya que todos los trabajadores auxiliares pertenecen a la Fundación Don Bosco de Córdoba, un hecho que se repetirá en todas las ciudades a las que viaje la muestra. También, Márquez narra que siempre tenían claro que "cualquier niño de Córdoba que no tuviese dinero para venir, iba a venir".

Las entradas se pueden adquirir en la web o en taquilla. Para acceder no es necesario el pasaporte covid y el horario, ininterrumpido, es de 11:00 a 20:00. El próximo día 6 permanecerá cerrada, y el último día, el 9 de enero, la muestra estará abierta hasta mediodía.