El Gran Teatro de Córdoba finaliza este jueves su programación navideña dirigida al público familiar con el musical Bambi, Príncipe del Bosque, un espectáculo inspirado en la famosa novela de Félix Salten llevada al cine de animación por Walt Disney en una exitosa película estrenada en 1942 que dio a conocer en todo el mundo al cervatillo Bambi.

Ahora, de la mano de los creadores de los conocidos musicales El Libro de la Selva y La Dama y el Vagabundo, llega a los escenarios una de las historias más bella sobre la naturaleza y los seres que la habitan, protagonizada también por animales y, en este caso, centrada en la experiencia vital y la búsqueda de la identidad, vista desde las emociones de los animales que intervienen en la obra y su visión particular sobre el ser humano.

El montaje presenta a Bambi en el transcurso de un viaje iniciático para conocerse a sí mismo, una experiencia que lo llevará de sorpresa en sorpresa mientras intenta colmar su insaciable curiosidad. Un viaje que le hará recorrer el bosque en busca del sentido de la vida y plantearse preguntas sorprendentes. En el discurrir de la historia siempre estarán presentes los biorritmos del bosque, representados en escena por el día y la noche y el devenir de las estaciones.

La escenografía del montaje está inspirada, al igual que el conjunto de la obra, en la cultura oriental. Así, mediante la técnica del kirigami, papel recortado, se representa el bosque, mientras que los cambios de luz establecen los diversos momentos temporales de la historia.

Por otro lado, las marionetas gigantes de algunos de los personajes, entre ellos el de Bambi, están inspiradas en el bunraku, una de las ancestrales manifestaciones teatrales niponas, basada en marionetas de tamaño real. Además, el vestuario de los manipuladores y de los diferentes personajes está inspirado en el kimono y la indumentaria de las artes marciales.

El propio nombre que se le da al padre de Bambi, Nara, es un guiño a Japón, puesto que así se llama una ciudad del país asiático en la que los ciervos están considerados como un animal sagrado y, por ello, motivo de veneración.

La naturaleza cobra un protagonismo especial en Bambi, Príncipe del Bosque, ya que uno de los mensajes que el espectáculo pretende transmitir es el de aprovechar las reflexiones de los personajes para destacar la importancia de cuidar y proteger los ecosistemas, como principal pilar en la lucha contra el cambio climático que está viviendo nuestro planeta.

Pepe Ferrer y Geli Peñalver son los responsables de la dirección del espectáculo, mientras que la composición musical es de Antonio Laborda. Pepe Ferrer es, por su parte, autor de la adaptación teatral y de la letra de las canciones. El elenco lo forman cinco intérpretes que dan vida a los nueve personajes que intervienen en el montaje: Bambi, Madre, Falina, Nara, Conejo, Ardilla, Urraca, Mariposa y Las Hojas, encargadas de narrar la historia