Gómez Sierra asciende a obispo sin "preocupación excesiva" por Cajasur

Nombramiento El expresidente de Cajasur, trasladado a Sevilla

El nuevo prelado afirma que el Cabildo "ha hecho lo que tenía que hacer" por los trabajadores, la obra social y los impositores · Gómez Sierra ha sido reclamado por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo

Santiago Gómez Sierra y Demetrio Fernández, ayer en el Obispado.
Santiago Gómez Sierra y Demetrio Fernández, ayer en el Obispado.
Ángel Robles

19 de diciembre 2010 - 01:00

Santiago Gómez Sierra, quien fuera presidente de Cajasur en su última etapa, rompió ayer un silencio que lo mantenía al margen de la vida pública desde que en mayo el Banco de España interviniera la caja tras las negociaciones frustradas con Unicaja. Durante el acto formal del anuncio de su nombramiento como obispo auxiliar de Sevilla, un cargo que lo eleva a la cúpula eclesiástica y al que llega por petición del arzobispo, Juan José Asenjo, Gómez Sierra respondió por primera vez de su gestión ante la prensa, aunque evitó profundizar en las preguntas: "Hoy no es el día de Cajasur", llegó a decir. Pese a esta reticencia, defendió que "el Cabildo ha hecho lo que tenía que hacer" y expresó que no tiene miedo del expediente del Banco de España.

Antes de profundizar, Gómez Sierra hizo un balance de su paso por la caja: "Ha sido una etapa de mi vida sacerdotal, no muy larga dadas las circunstancias que han concurrido, y por la que doy gracias a Dios porque me ha hecho crecer como persona y sacerdote", dijo. "Hasta ese momento -explicó-, era ajeno al mundo de las instituciones financieras, y me ha enriquecido". Durante estos años se decantó por la "discreción en el servicio" y por "tener siempre presente el bien común antes que el propio", así como por adoptar "decisiones ponderadas", lo que le ha hecho salir "más reforzado en la experiencia cristiana y sacerdotal". "De Cajasur no tengo más que gratitud por lo que me ha dejado esa experiencia", intentó zanjar.

Pero la comparecencia pública continuó y el nuevo obispo auxiliar de Sevilla fue interrogado por los expedientes abiertos por el Banco de España a quienes integraban el consejo de administración de la entidad. "Ni para mí ni para el resto de consejeros, los expedientes tienen una preocupación excesiva porque no se nos acusa de ninguna actividad delictiva", sino de una gestión "de riesgos", puntualizó. Y acto seguido dijo; "Demostraremos los 20 miembros del consejo lo que hemos hecho para intentar sacar adelante la entidad". Gómez Sierra invitó así a "entender con justicia" lo ocurrido en Cajasur.

Para ello, se refirió al contexto económico español y abundó en que en los últimos meses se han dado "cambios cuantitativos y cualitativos en el sector de las cajas y en su naturaleza", al pasar de haber 47 a 17 en todo el país. El prelado profundizó en que hay entidades que se han convertido en sociedades anónimas y otras a las que ha entrado "capital privado", por lo que la caída de Cajasur habría que analizarla -dijo- "en el marco de una desestructuración" en la que "todas las entidades se han movido como han podido".

Gómez Sierra tampoco mostró "ninguna preocupación" por las repercusiones legales de su gestión y desvinculó su ascenso a la cúpula eclesiástica de la gestión de la caja de ahorros. "En absoluto se debe a posibles repercusiones legales, porque no hay ningún fuero donde me pueda refugiar", explicó. "Cuando la Iglesia hace un nombramiento, entiende y mira toda la trayectoria sacerdotal y humana. El miramiento es exhaustivo e integral", explicó Gómez Sierra, quien agradeció "la mucha benevolencia" que han mostrado sus informadores.

El ex deán de la Catedral añadió que "el Cabildo ha hecho lo que tenía que hacer, ponderando y defendiendo a los empleados, a los impositores y la obra social" de la caja. "Al igual que nosotros respetamos la decisión que han tomado los representantes políticos, también esperamos que se respete lo otro", subrayó Gómez Sierra, quien no tuvo reparos en definir como "dura" su experiencia.

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