La Fundación Magtel, hija social de la empresa dedicada a las telecomunicaciones y la energía, ha cumplido 11 años de vida en este 2023 alcanzando una inserción laboral del 96% entre las 242 personas que ha acogido en sus programas de formación técnica y cualificada a lo largo del último año.

Formar a una persona vulnerable hasta incorporarla a un puesto de trabajo digno es sinónimo de lo que significa "cerrar el círculo completo" para la presidenta de la Fundación Magtel, Auxiliadora López Magdaleno, que ha expuesto un breve balance anual de la entidad durante la gala de los IV Premios Fundación Magtel que se ha celebrado este jueves en Córdoba.  

"Esto ha sido un reto y estamos muy orgullosos, pero queda mucho por hacer", ha señalado la presidenta, destacando su intención de "profesionalizar" aún más la fundación. Para ello, la entidad social corporativa se encuentra actualmente en su cuarto plan estratégico, después de que "todos los objetivos que nos marcamos en el año 2020 se han cumplido". En ese sentido, Auxiliadora López Magdaleno ha querido agradecer el trabajo del "gran equipo que forma la fundación", como el apoyo brindado por la empresa matriz en esta década.

Los premiados

Tal y como informó la presidenta de la fundación cuando se convocó la cuarta edición de los premios, "se mantienen las mismas bases del año pasado, en las que se amplió el alcance de los premiados, a fin de llegar al máximo número de personas y organizaciones y ayudarles a alcanzar con éxito sus proyectos". En este sentido, se han contemplado dos galardones por cada una de las cuatro categorías ya habituales: Innovación Social, Innovación Tecnológica, Inserción Sociolaboral y Cooperación Internacional. 

El primer premio en cada categoría ha sido dotado con 3.000 euros junto a una escultura de Juan de Cuenca, mientras que los segundos han sido beneficiados con 1.000 euros.

A la convocatoria de esta edición se han presentado un total de 60 candidaturas de toda España, principalmente de Andalucía, Cataluña, Extremadura y el País Vasco, y de otras partes del mundo como Guatemala. Todas ellas han sido valoradas por el jurado para fallar los premios, según criterios de impacto social del proyecto, innovación, viabilidad y sostenibilidad, eficiencia y eficacia de los resultados y aspectos jurídicos asociados.  

La primera categoría, Inserción Sociolaboral, ha recaído en la Asociación Red XXI, una entidad que trabaja con jóvenes del barrio de Las Palmeras en situación de exclusión social, a los que se les proporciona formación para que puedan conseguir un trabajo y mejorar su vida. El accésit ha sido para la Fundación Valentín de Madariaga por el proyecto Distra, que prepara a personas con discapacidad intelectual para formarse e integrarse en el mundo del trabajo.

En Innovación Tecnológica se han premiado dos iniciativas que proponen un desarrollo en los campos de energía renovable, las telecomunicaciones y todo lo que vaya en beneficio del medio amabiente. El primer premio se ha entregado a Bioliza, por su proyecto de conversión de una orujera en una biofábrica para transformar residuos de almazara que hubieran sido desechados en biomasa para generar energía en modo autoconsumo. El accésit se ha entregado al centro tecnológico jienense Andaltec I+D+i por haber lanzado un sistema de climatización con materiales plásticos y un dispositivo de enfriamiento evaporativo, de forma que resulta mucho más sostenible y eficiente en materia energética.

En la categoría de Cooperación Internacional el premio ha sido entregado a la Fundación Entreculturas Fe y Alegría, de la Compañía de Jesús, por su trabajo en la inclusión de 14.000 estudiantes en Bolivia, Ecuador y Perú, de los que 1.500 tienen algún tipo de discapacidad. El accésit lo recibió la asociación internacional Geólogos del Mundo, por un proyecto a través del que llevan agua potable a la región de Saint-Louis, en Senegal. 

Por último, en Innovación Social, categoría que premia ideas que aprovechan las nuevas tecnologías para mejorar la calidad de vida de la sociedad, el premio se entregó a la Fundación Orange, por su trabajo para reducir la brecha digital que se da en los grupos vulnerables que tienen menos contacto con la tecnología. El accésit se entregó al proyecto Alfabetics 60, que se dirige a que personas mayores de 60 años de Córdoba, para promover la inclusión digital en las nuevas tecnologías y capacitarlas para manejar dispositivos electrónicos como los teléfonos móviles y ordenadores.