Frases y versos para reivindicar la paz
El Proyecto Fahrenheit 451 celebra un acto en Córdoba para pedir, con la palabra, el final de las guerrasl esperanza Un grupo de niños del IES Luis de Góngora protagoniza un encuentro en el Centro Cívico Centro para mostrar su compromiso con la cultura de la paz.
En un mundo en el que los libros están prohibidos, las personas libro surgen como clandestina, delictiva y oculta fuerza de reivindicación de la cultura escrita, como única garantía de supervivencia de los grandes textos. El hallazgo trágico de Ray Bradbury en Fahrenheit 451 (la temperatura a la que arde el papel) encontró correlato visual en la versión cinematográfica de François Truffaut: hombres y mujeres, niños y ancianos pasean entre los árboles de un bosque lejano, proscritos y secretos, repitiendo una y otra vez la obra que han elegido, memorizando para vivir, para no olvidar, para transmitir un patrimonio prohibido, censurado, quemado, peligroso. La peripecia de los hombres libro conforma uno de los finales más impactantes de la literatura del siglo XX y el cine. Y está en la base de un proyecto que, puesto en marcha por aficionados a la lectura, reivindica la palabra como herramienta para construir un mundo menos imperfecto. Objetivo que se puso ayer de manifiesto en el Centro Cívico Centro de Córdoba y al que contribuyeron casi 30 niños del IES Luis de Góngora.
La mañana era de niebla y bufandas, un punto londinense. Varias decenas de personas ocuparon el salón habilitado para el encuentro, al que ocasionalmente llegaban los olores y la agitación del mercado. "Pido la paz y la palabra", de Blas de Otero, sonó como apertura. Hasta Córdoba viajaron miembros de la asociación de personas libro procedentes de Sevilla, Huelva, Granada y Málaga, así como representantes de otras asociaciones de diversas ciudades. Una reflexión inicial recordó que, según la Unesco, actualmente hay 57 guerras en el mundo. Hubo un minuto de silencio por las víctimas y comenzó el desfile de niños concienciados.
Se sucedieron los mensajes pacíficos, las frases bienintencionadas, las palabras nobles, los deseos. Cosas que dijeron Gandhi, Juan Pablo II, Einstein, la Madre Teresa de Calcuta, Gloria Fuertes o Marco Tulio Cicerón y también pensamientos de los propios niños, sometidos a un proceso de sensibilización que incluye el contacto con grandes escritores y pensadores.
Fue la segunda experiencia del Proyecto Fahrenheit 451 en Córdoba. En enero de 2009, las personas libro, conmovidas por el horror que se vivía en Gaza, visitaron la ciudad (con el apoyo de la oficina municipal de la Capitalidad Cultural Córdoba 2016) para celebrar el encuentro Palabras por la Paz, desde el convencimiento de que la paz es un valor que hay que defender cotidianamente y que la palabra, leída o compartida, es un buen vehículo para ello.
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