La tercera edición de Flora encara su final con el objetivo de lograr las 40.000 visitas por patio
Festival Internacional de las Flores 2019
Cordobeses y turistas viven una jornada de sábado de festival que no defrauda y en la que en algunos patios, como los de Orive y Casa Góngora, se han formado largas colas en las entradas
La tercera edición del Festival Internacional de las Flores, Flora 2019, quema sus últimos cartuchos. Flora 2019 abrió sus puertas el pasado viernes 18 de octubre, para cerrarlas el domingo 27. Hasta el pasado jueves 24, los cinco patios en los que se reparte el festival habían registrado aproximadamente 135.000 visitas, lo que supone una media de 27.000 por patio, según los datos facilitados por la organización, que espera que tras la clausura de la cita se alcancen unas 40.000 visitas por patio.
Los sábados de Flora suelen ser días de bastante afluencia a los patios. El último sábado de la cita no es una excepción. Como ha ocurrido durante los días precedentes, es larga la cola de gente que espera para ver Constelación, esa obra de arte que el francés Thierry Boutemy ha diseñado en el Patio del Reloj de la Diputación de Córdoba.
A las puertas del recinto ejerce de controladora Nadejda Bragari, moldava de nacimiento y cordobesa de adopción –lleva 17 años viviendo en la ciudad–, quien insiste en que “la gente ha acogido con mucho entusiasmo y muchas ganas la visita a este patio; tenemos colas que le dan la vuelta prácticamente al Palacio de la Merced”. Ella deja pasar a la gente de 25 en 25. “La gente se impacienta y nuestra función es estar con ellos, explicarle lo que es la obra, hablarle sobre el autor, contarle qué es lo que se van a encontrar dentro de esa gran caja en la que está escondida la obra...”, detalla.
Nadejda les explica que “se trata de una obra del artista francés Thierry Boutemy, que ha ganado el segundo premio en esta edición de Flora, también les explicamos por qué el artista utiliza la melancolía y la naturaleza para mezclarlas e interlazarlas con el hombre y les pedimos que tengan la mente abierta porque es una obra muy original con una puesta en escena espectacular”.
“Claro, al ver una cajita tan negra al fondo –dentro de la que se esconde la obra– que es un espacio relativamente pequeño, la gente se sorprende, porque en comparación con otros años se esperaban más flores y en este caso hay un poco más de plantas de otro tipo”, añade. Nadejda también les habla del artistas, subrayando que utiliza para la obra plantas autóctonas francesas, “además tenemos un atril a la entrada con toda la información completa sobre la obra y el artista para que la gente pueda identificar esas plantas que han visto”, insiste.
Nadejda suele recomendar a los visitantes que no lean nada del atril “antes de entrar en esa cajita en la que está escondida la obra, porque el impacto visual que tiene no tiene a veces nada que ver con lo que el artista ha intentado expresar, cosa que luego al leer la información sí que pueden contrastar la sensación que han tenido con lo que realmente el artistas ha querido expresar”.
La larga cola que espera para entrar al Patio del Reloj de la Diputación no se repite en otros patios, en los que, no obstante, las visitas continúan llegando a los mismos sin pausa. Es el caso del patio del Palacio de Orive. “Este patio es grande y por lo tanto la gente entra y sale sin necesidad de formar colas”, detalla Alicia Rojas, que ejerce como controladora en el mismo. Alicia destaca que los visitantes suelen interesarse por entender la obra que el Palacio de Orive ha levantado la artista australiana Mary Lennox y a la que ha dado el título de Trabajo de campo.
“Yo les explico a los visitantes que cada año las obras tratan en Flora una temática distinta, este año es el viaje; y que los artistas, que vienen de fuera de España, menos uno de ellos que es español, se acercan a Córdoba meses antes del festival para inspirarse. Esta artista, en particular, que es australiana, vino en julio y de camino hacia aquí, en el tren pasó por los campos de Castilla, que son de trigo y de lavanda, y se inspiró en ellos”, detalla. Alicia añade en su explicación que lo que quiso “entonces” la artista australiana fue “trasladar esa inspiración” a un patio de Córdoba.
Junto a Alicia, Alberto Criado cuida, entre otras funciones de que nadie dañe la obra. “Nos suelen preguntar también cuales son los patios que han ganado. Les explicamos que el primer premio ha sido para la obra Trepidante, que está en Casa Góngora; y que el segundo premio ha recaído en Constelación, que está en el Patio del Reloj de la Diputación. Ahora queda por otorgar un premio al patio más popular, cuya votación se realiza por Facebook, a ver si tenemos suerte y este de Orive se lleva algo”, apunta Alberto.
Ese primer premio, dotado con 25.000 euros, ha sido para el trabajo de Flor Motion, un colectivo formado por 15 de los mejores floristas de Madrid unidos para promover y divulgar la cultura de la flor cuya obra se expone en el Patio Central de la Casa Góngora. Su intervención se compone de un torbellino de mimbre y algodón que invade el espacio y evoca a los orígenes de la planta.
En cuanto al segundo premio, de 10.000 euros, ha sido para Thierry Boutemy, quien se dio a conocer a escala internacional tras su trabajo en María Antonieta, la película dirigida por Sofia Coppola en 2006. Hoy, asentado en Bruselas, es un nombre clave en el mundo de la moda, el cine, el arte, las bodas y los eventos más exclusivos. Expone su intervención en el Palacio de la Merced, sede de la Diputación, con una apuesta por la mezcla de la creación de un mundo introspectivo con sensaciones a través del sonido y el aroma.
En esta ocasión, el jurado de los premios ha estado compuesto por Jesús Alcaide, crítico de arte y comisario independiente de arte contemporáneo; Mark Colle, uno de los nombres más prestigiosos y deseados del arte floral (ganador de Flora 2018); y Victoria Clarke, editora de Phaidon, sello de referencia internacional en libros ilustrados.
Además de los patios ganadores y del de Orive, el resto de los patios se encuentran en las siguientes localizaciones: Campo estático, del colectivo artístico PHKA, en el Patio de la Capilla del Palacio de Viana; y Museo de Memoria Botánica, de la estadounidense Lisa Waud, en los patios del Palacio de los Páez de Castillejo, en el Museo Arqueológico.
El Centro de Creación Contemporánea de Andalucía (C3A) acoge también una instalación fuera de concurso, de la reconocida artista valenciana Soledad Sevilla, llamada La salvación de lo bello (2019), que podrá visitarse hasta el final del festival. Esta intervención cuenta con la colaboración de la Escuela Andaluza de Arte Floral y la Fundación Ernesto Ventós. Las actividades paralelas, que constituyen la gran novedad de la tercera edición de Flora y que lo convierten en un festival mucho más ambicioso que en sus ediciones anteriores, están recibiendo una respuesta muy favorable por parte del público, colgando el cartel de aforo completo en la inmensa mayoría de ellas. Ya sean los Talleres Flora en Fundación Cajasol, Museo Arqueológico o Real Jardín Botánico; la Escuela Flora en este último; las actividades de JUGO Vinos Vivos; el Mapa Sonoro Flora creado por Fernando Vacas o las visitas guiadas, todas ellas están siendo disfrutadas por el público con gran interés.
Las instalaciones y el extenso programa de actividades, en las que han participado un total de 2.500 personas hasta la fecha, continuarán disponibles para el público hasta el domingo 27 de octubre. Para terminar, el colectivo Flor Motion, con la ayuda de colaboradores de diferentes institutos, realizará el lunes 28 de octubre dos instalaciones en las estatuas de Julio Romero de Torres y de Maimónides. Además, llevarán a cabo, por primera vez fuera de Madrid, una colorida guerrilla floral con ramos hechos con el sobrante de las instalaciones, que servirá como cierre de Flora 2019. Se convocará al público que quiera participar a las 17:00 en el Parque de Orive, para dar comienzo a esta gran acción colectiva.
El Festival Internacional de las Flores, Flora, llegó a Córdoba como una reinterpretación del concepto del tradicional patio cordobés. Tras tres ediciones comienza a ser una cita indispensable dentro de la programación cultural y un encuentro que compone la identidad de la celebración del otoño en la ciudad, a pesar de su carácter internacional por los artistas que realizan las intervenciones. Prueba de ello son las colas que se podían ver en los accesos de los patios incluso antes del inicio oficial del festival el pasado 18 de octubre.
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