La Fiscalía solicita ocho años de cárcel para un hombre por, supuestamente, violar a una mujer que conoció en las Cruces de Mayo de 2012. Según recoge la calificación del Ministerio Público, a la que ha tenido acceso el Día, el hombre habría cometido un delito de agresión sexual por el que se le solicitan ocho años de privación de libertad, suspensión de empleo y cargo público durante el tiempo de la condena y la prohibición de que se acerque al domicilio o al trabajo de la mujer y mantener cualquier conversación con ella durante siete años.
La calificación expone que el acusado conoció a la chica durante las Cruces de 2012 para más tarde intercambiarse varias llamadas y mensajes de teléfono durante los días siguientes. Ambos decidieron quedar el 21 de mayo de ese mismo año y ya juntos, cerca de la casa del acusado, éste le afirmó que había olvidado la cartera y que quería enseñarle unas fotos que tenía en su domicilio. La joven accedió y tras mostrarle varias fotografías y otros tantos vídeos, el acusado comenzó a tocarle la pierna y el cuello mientras ella le decía que no lo hiciera. Cuando se dirigía al baño, el supuesto agresor la abordó en el pasillo y la intentó besar mientras ella se oponía, algo que molestó al hombre que comenzó a decirle "eres una estrecha, tú crees que voy a tomar algo contigo, yo me voy el jueves a Ibiza".
Ya en el salón, y a pesar de la oposición de la agredida, el acusado le tocó varias partes del cuerpo y la cogió para llevarla a su dormitorio donde supuestamente cometió la violación. Ella ante la violencia ejercida "se asusta y aminora su resistencia".
A pesar de que en un momento la joven consiguió zafarse y levantarse de la cama, continúa el escrito fiscal, el acusado volvió a cogerla y a tirarla diciéndole "tú no puedes comportarte así". La joven consiguió vestirse y salir de la casa interponiendo la denuncia dos días después. Como consecuencia de los hechos, la mujer sufrió un trastorno adaptativo mixto de tipo ansioso depresivo que tardó en estabilizarse 30 días de lo que además le quedaron secuelas de ansiedad, depresión y trastornos neuróticos. Todo ello es constitutivo de un delito de agresión sexual por el que la Fiscalía solicita penas que suman ocho años de prisión y la orden de alejamiento.
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