Córdoba

Fiesta, flores y la estela de las Cruces

  • La primera cita de mayo vive su día grande con la presencia de cordobeses y miles de turistas · El buen tiempo y la jornada festiva dejan un buen balance en cuanto a participación

Sábado. Día del Trabajo. Sol, calor y ganas de fiesta. Con esta combinación de elementos no es de extrañar que el Concurso Popular de Cruces alcanzara ayer su jornada más apoteósica desde que el jueves a eso de las ocho de la tarde comenzaron a sonar las primeras rumbas. Algunos se saben ya de memoria las sevillanas de los pijos, que tanto triunfaron en la Feria de Nuestra Señora de la Salud el año pasado, y los más fieles a la primer fiesta de mayo saben ya que cuando suena la canción Córdoba tierra judía del paisano Álvaro Vizcaíno se acabó lo que se daba. Quizá da tiempo a una copita más pero, eso sí, ya sin música. Porque las normas se están respetando. Nada de discotequeo, a las 02:00 los altavoces calladitos y de botellones... alguno se escapa, pero la labor los -muchos- agentes locales está siendo de lo más efectiva.

Con la mejor cara que Córdoba tiene, aunque algo estropeada por los días anteriores de fiesta, la ciudad acogió ayer a miles de turistas venidos del resto de España y del mundo. También a los vecinos de la provincia, que no faltan a la primera cita del Mayo Festivo, que esperan casi con tanta ilusión que los propios residentes en la capital. Todos se unen en la misma fiesta que no busca más que pasarlo bien, disfrutar de los amigos mientras se bebe un Montilla-Moriles y se come un buen salmorejo. "Yo quiero morir en Córdoba" se oye decir a un madrileño que ha llegado con un grupo de amigos para celebrar su despedida de la soltería. Y es que la ciudad, es la más deseada cuando llega mayo.

También vivieron ayer un gran día las Cruces ganadoras después de que se despertaran con la buena noticia. La de la Asociación de vecinos de Santiago recibió ayer más visitas de lo habitual que pudieron disfrutar del mejor emblema del Casco Histórico. Los claveles rojos dan forma a una cruz que se integra perfectamente en un maravilloso rincón cordobés, el corazón de Santiago con elementos tan importantes como el agua y las flores. El presidente de la Asociación de Niños Saharauis, Arturo Falcón, estaba ayer muy contento por haber conseguido el primer premio en la categoría de recintos cerrados. "Es un reconocimiento al trabajo de todos nuestros voluntarios, que han hecho un gran esfuerzo y el resultado ha sido precioso", aseguró. A pesar de que habían obtenido algún año algún reconocimiento, es la primera vez que se alzan con el premio mayor, por lo que la alegría ayer en la sede del colectivo era mayúscula. La cruz, de claveles rojos, se encuentra en un magnífico patio cordobés adornado por más de 800 macetas. Todo un lujo que a veces pasa desapercibido por estar más lejos del Centro. Las cervezas se servían con más alegría en la Fuensanta, donde la Asociación de Vecinos San José Obrero ha conseguido el primer premio en el apartado de zonas modernas. Este año, los vecinos han querido representar las dependencias de una casa rústica de mediados del siglo pasado, una idea que le ha valido el reconocimiento del jurado.

Pero además de estos tres recintos, la zona del Casco Histórico fue la más visitada. Una gran ocasión, además, para conocer la historia de la ciudad. Por eso no era de extrañar que los turistas -antes o después de pedir el refresco correspondiente en la cruz de Los Dolores- se hicieran la foto de rigor con el Cristo de los Faroles. Los que vuelvan no reconocerán la Cuesta del Bailío sin gente, o al menos les costará trabajo. Se irán sabiendo que ese rincón tiene algo especial. La visita turística continúa esta vez por la plaza de Conde Priego y la iglesia de Santa Marina: una gran oportunidad de aunar fiesta y turismo.

Los de fuera y los de aquí disfrutaron ayer de una jornada intensa que comenzó al mediodía y terminó de madrugada. Hoy ya toca echar el resto, aunque todavía queda mucho mayo.

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