Hace 20 años, Córdoba se convirtió en un punto de encuentro en el que, durante varios días de noviembre, convergían algunas de las grandes figuras del piano. En 2002 nacía, vinculado a la celebración del centenario del Conservatorio Superior de Música, el Festival de Piano Rafael Orozco como una cita en la que mostrar la excelencia de figuras de renombre, pero también de jóvenes intérpretes que llegaban tras ser laureados en importantes certámenes.

El entonces director del conservatorio, el catedrático de Piano Juan Miguel Moreno Calderón, propuso al Ayuntamiento que colaborase con esta efeméride con la organización de un festival en memoria del fallecido pianista cordobés y que convirtiera a la ciudad en un punto de encuentro pianístico.

El primer concierto de la historia del festival lo dio Javier Perianes, que hoy en día es "el pianista español más internacional" y fue tal el éxito de la cita que el Ayuntamiento pensó que había que mantenerlo en el tiempo. Durante estos 20 años "hemos ido creciendo", explica Moreno Calderón, que es su director artístico desde sus orígenes.

El nombre estaba claro: el cordobés Rafael Orozco es uno de los pianistas más importantes que ha dado España y había fallecido en 1996. Aunque dejó Córdoba muy joven, con 15 años, "le gustaba regresar siempre que se lo permitían sus compromisos internacionales". Por ejemplo, actuó como solista en el primer concierto de la historia de la Orquesta de Córdoba, en octubre de 1992.

Arcadi Volodos, en un concierto en el festival en 2008.

El Festival Rafael Orozco de Córdoba es, "sin duda, uno de los más importantes" dedicados en exclusiva a este instrumento. Primero, porque "es de los que tiene más antigüedad" y, segundo, porque "la categoría de cualquier festival se mide por la altura de los artistas que conforman su plantel".

En ese sentido, apunta Moreno Calderón, por la cita cordobesa han pasado más de 200 pianistas, muchos de ellos figuras "de máximo nivel" como Arcadi Volodos, Nikolai Lugansky, Boris Berman, Vladimir Ovchinnikov, Ludmil Angelov, Javier Perianes, Jorge Luis Prats, Boris Giltburg, Joaquín Achúcarro, Akiko Ebi, Juan Pérez Floristán, Alexandre Kantorow, Josep Colom, Rosa Torres-Pardo, Benedetto Lupu, Alberto Nosé, Herbert Schuch, Ana Guijarro, Ashley Wash… Este año, el festival se celebrará del 7 al 30 de noviembre y en él estarán Grigory Sokolov (cuyo concierto tiene ya las entradas casi agotadas) y Elisabeth Leonskaja, entre otros. "Todo eso habla por sí mismo", apunta.

"Cada año para hacer el programa tengo verdaderos quebraderos de cabeza porque hay tantísimos pianistas que quieren venir a tocar, pianistas estupendos de muchos países, que es difícil elegir diez u once nombres", indica el director artístico de la cita. Además de la excelencia del festival, "para mucha gente es muy bonito venir a tocar en una cita que lleva el nombre de Rafael Orozco porque es un pianista muy admirado por los músicos que lo conocieron". Es por eso que por él han pasado figuras de 30 nacionalidades, entre ellos americanos, canadienses, rusos, ucranianos, georgianos, franceses o italianos.

En el resto de España "hay algunos festivales excelentes". "Está el ciclo de la Fundación Scherzo en el Auditorio Nacional de Madrid, también las Jornadas de Piano de Oviedo o el ciclo de pianistas del Auditorio de Zaragoza, entre otros", puntualiza Moreno Calderón. Sin embargo, estos son eventos que se desarrollan a lo largo del año, "no en una época concreta como nuestro festival, que está concentrado en noviembre".

Dúo Bizjak, en un recital en 2015 en el auditorio del Conservatorio Superior.

Además, explica que "también se escuchan a los mejores pianistas cada año en los festivales de música de Granada y Santander, cuya programación abarca más disciplinas como música sinfónica, coral o de cámara, pero en la que el piano está magníficamente representado".

Dentro de los festivales específicamente dedicados al piano en Andalucía, el de "mayor solera" es el Rafael Orozco, con "20 años ya y un carácter inequívocamente internacional". "Luego han surgido otros, como el creado recientemente en Málaga, que se celebra en verano", agrega.

Con dos décadas de trayectoria y tanta figura de talla internacional no faltan las anécdotas. En la primera edición fue tal el éxito que en algunos conciertos tuvieron que cerrar las puertas del auditorio del Conservatorio Superior porque ya no cabía más gente. Una de las que se quedó fuera fue la entonces delegada de Cultura del Ayuntamiento, Angelina Costa. "¿Cómo se iba a quedar en la calle si lo organizaba el Ayuntamiento? Eso fue algo muy gráfico", explica Moreno Calderón. Situaciones así ocurrieron con Perianes o Prats, entre otros, por eso algunos conciertos se comenzaron a hacer en el Gran Teatro o el Teatro Góngora, que tienen un mayor aforo.

Otra anécdota viene de la mano de Vladimir Ovchinnikov, "un pianista ruso fantástico", que "la primera vez que vino hizo una primera parte tan larga e intensa que alguna gente se fue sin darse cuenta de que quedaba una segunda parte". Después ha habido "conciertos realmente inolvidables" como el que dio Josep Colom, el de Arcadi Volodos, que fue "una cosa sensacional", o el año pasado con Nikolay Lugansky.

Vladimir Ovchinnikov, en 2014 durante su actuación.

Desde 2002, el objetivo ha sido "buscar la excelencia y centrar toda la atención en el piano, sin más ropaje", manifiesta Moreno Calderón. En ese sentido, añade que "no es casualidad que el primer recital de esta historia lo diera Javier Perianes, que es el pianista español más internacional y que luego ha venido en más ocasiones".

Desde entonces, esta cita musical ha compaginado "la presencia de grandes figuras consagradas y veneradas en el mundo de la música, con la de pianistas más jóvenes pero de talla internacional, avalados por haber sido laureados en los concursos más importantes del mundo, como el Chaikovski de Moscú, el Chopin de Varsovia, el Van Cliburn de Texas, el Arthur Rubinstein de Tel Aviv, o los de Bruselas, Leeds, Hamamatsu o Santander", indica el director artístico.

Y, después de haber reunido a pianistas de tanto talento, ¿queda alguno pendiente? "Sin duda, Daniel Barenboim, aunque está delicado de salud", incide Moreno Calderón, "y también Martha Argerich, Maurizio Pollini…" Son "figuras históricas" y que "están rondando ya los 80 años", pero "hay otros muchos porque el mundo del piano es apasionante". "¡Quién iba a decirnos que tendríamos a Sokolov, uno de los mejores pianistas de la actualidad!", manifiesta con mucha satisfacción el catedrático del Conservatorio Superior.

El pianista bilbaíno Joaquín Achúcarro, en 2009.

El Rafael Orozco es un "festival de la ciudad, financiado por el Ayuntamiento", puntualiza Moreno Calderón. Así, la apuesta municipal por esta cita se refleja en el aumento del presupuesto que tuvo en la última edición, cuando pasó de unos 40.000 euros a 70.000, mientras que este año será algo superior. "El presupuesto ha aumentado de una forma importante, lo que agradezco al alcalde y a la concejala de Cultura, y es fundamental que se consolide", asevera su director artístico.

Otros de los objetivos para que el festival crezca son "diversificar los espacios" para llegar a más ciudadanos y "seguir trabajando la promoción y la comunicación" para seguir dándolo a conocer en la ciudad y fuera de ella.