Los padres de la Félix Ortega exigen "calidad" en la Educación Infantil

Las familias de la escuela municipal infantil Félix Ortega celebraron ayer un debate en el que hicieron una defensa de su continuidad como centro de atención para niños de hasta seis años y demandaron una "Educación Infantil de calidad". El encuentro forma parte de las iniciativas que está llevando a cabo la organización de padres ante el anuncio hecho por el Ayuntamiento de cambiar su gestión.

Para defender su modelo, los padres incidieron en que los primeros seis años de vida de cualquier niño "son claves para su desarrollo y donde se perfila su personalidad". Para estas familias, la prioridad en estos centros "no son los contenidos académicos, ni siquiera que los niños aprendan a leer ni a escribir" hasta después de los seis años. A su juicio, en este tipo de escuelas -de las que en la capital sólo hay tres- deberían fomentar "situaciones lúdicas" y ser centros en los que "las actividades basadas en fichas y libros tengan poco espacio". Horarios adaptados a los ritmos de los niños, que los maestros "no griten, ni usen el autoritarismo con miedo y se ganen la confianza desde la reciprocidad" fueron otros de los argumentos que presentaron. "El mejor juguete es el menos estructurado", consideraron y añadieron que también es "importante que no haya sobreabundancia de plástico" en los centros. Los padres también mostraron su rechazo al uso de uniformes porque "son elitistas y tienen poca relación con la individualidad infantil".

A este debate acudió Andrés Pino, en representación de la escuela infantil Virgen de la Fuensanta, que sigue el mismo modelo de la Félix Ortega. Para Pino, la situación que atraviesa este modelo es de "regresión" desde que entró en vigor la Logse. Eso sí, reconoció que la gestión que defienden es "una quimera porque socialmente el modelo que sigue la Junta ha calado entre las familias". Lamentó que la lectura y la escritura se hayan convertido en un "fenómeno social y se pida que los niños aprendan antes". También criticó el elevado número de guarderías para niños de hasta tres años y que el "90% de ellas ocupen poco espacio" y, por ello, se ha implantado "lo peor de lo peor".