Córdoba

Fallece el exalcalde Andrés Ocaña, figura histórica de la izquierda cordobesa

  • El exregidor, ya retirado de la política, muere por un paro cardiaco

  • Fue concejal entre 1995 y 2011 y accedió a la Alcaldía en 2009 tras ser el brazo derecho de Rosa Aguilar

Andrés Ocaña, en una entrevista concedida a 'El Día' en 2012.

Andrés Ocaña, en una entrevista concedida a 'El Día' en 2012. / josé martínez

El exalcalde de Córdoba Andrés Ocaña Rabadán (Aguilar de la Frontera, 1955) falleció anoche en la capital a causa de un paro cardiaco, según confirmaron a el Día fuentes del Consistorio y de Izquierda Unida. Con problemas de corazón desde hacía varios años -en 2013 tuvo que ser ingresado en la UCI del Hospital Universitario Reina Sofía tras sufrir un infarto-, Ocaña deja tras de sí una larga carrera política como militante de Izquierda Unida y del PCA. También en el Consistorio cordobés y en la Diputación Provincial queda su estela, pues, aparte de los dos años que pasó en la Alcaldía, desde los 90 hasta su retiro político en 2011 ocupó diversos cargos en ambas instituciones. Ocaña fue hombre de gran compromiso ideológico, fuertes convicciones y no menos fuerte carácter y será recordado como uno de los políticos más significativos del cambio de siglo en Córdoba y como uno de los personajes determinantes de la izquierda cordobesa en estos años.

Diplomado en Magisterio y profesor de Geografía e Historia en la enseñanza pública, el sexto alcalde cordobés de la democracia estuvo vinculado a movimientos de izquierdas desde su juventud, todavía bajo la dictadura franquista. Ya en la democracia, fue cofundador del sindicato Ustea, donde coincidió con otros históricos de Izquierda Unida, también docentes, como el exregidor Julio Anguita o el también ya fallecido Félix Ortega.

Participó en política desde muy joven y fue cofundador del sindicato UsteaLa peatonalización de la calle Cruz Conde queda como uno de sus logros duraderos

Su entrada en las instituciones se produjo sin embargo en 1995, cuando entró en las listas de Izquierda Unida en unos comicios que acabaría ganando el candidato del PP Rafael Merino. En ese mandato su labor no estuvo tanto centrada en Capitulares sino en el Palacio de la Merced, sede de la Diputación, en la que se encargó de la portavocía de IU y donde adquirió un notable conocimiento de la realidad provincial. Con ese bagaje, volvió a concurrir en las elecciones municipales de 1999 en la lista de IU que encabezó en esa ocasión Rosa Aguilar. Aunque volvió a ganar Merino, Izquierda Unida logró la Alcaldía con el apoyo de un PSOE que lideraba José Mellado. Andrés Ocaña, que en esos años se ocupó del área de Infraestructuras, se convirtió desde muy pronto en el brazo derecho de Rosa Aguilar, con la que trabajó estrechamente durante más de una década.

Su perfil político fue agrandándose de este modo y en el siguiente mandato, donde IU pudo gobernar en solitario aunque en minoría, se convirtió en el rostro de la siempre polémica Gerencia de Urbanismo. Ocupó también en estos años altas responsabilidades en las empresas municipales Vimcorsa y Procordoba, esta última ya disuelta. También, en el año 2000, fue elegido coordinador provincial de IU, aunque fueron años turbulentos por las intensas fricciones que se dieron con un sector crítico del PCA que por entonces lideraba Enrique Centella. De estos años son algunas de las polémicas más fuertes con las que Ocaña tuvo que lidiar en su carrera, como el proceso de regularización de las parcelas o el asunto de la Colecor, que acabó en una comisión política de infausto recuerdo y con la que el hoy fallecido exalcalde siempre se mostró muy crítico.

A las elecciones de 2009 volvió a comparecer Ocaña en la plancha tras Rosa Aguilar, y el mandato, debido al desgaste de los muchos años de gobierno y el incumplimiento de algunos grandes proyectos, se fundamentó en un pacto de gobierno con el PSOE de Rafael Blanco. El exalcalde se mantuvo pues en la Gerencia, aunque a mitad del periodo, en 2011, Rosa Aguilar dimitió para marcharse a la Junta con José Antonio Griñán en uno de los capítulos más llamativos y rocambolescos de las dos últimas décadas. Ocaña, con el apoyo unánime de IU, llegó entonces a la Alcaldía, donde, para sorpresa de muchos, mantuvo una línea continuista respecto a lo que habían sido las políticas precedentes. En su haber queda la exitosa peatonalización de la calle Cruz Conde, de la que él fue un firme defensor, y en su debe el sonado fracaso del Palacio del Sur, símbolo de la dificultad del cogobierno para sacar adelante sus iniciativas más ambiciosas. Sumida Córdoba en la crisis económica que aún hoy colea, el de Ocaña en la Alcaldía fue un periodo difícil que acabó en una enorme derrota electoral en 2011, comicios en los que el popular José Antonio Nieto consiguió la Alcaldía e IU se hundió hasta mínimos históricos con tan sólo cuatro concejales y quedando por detrás de Unión Cordobesa, el partido que había fundado el empresario Rafael Gómez. Ocaña, en tal circunstancia, hizo lo que pedía el momento y dimitió de su cargo para nunca más volver a la política activa. "El pueblo se ha equivocado", fue una de sus sentencias más recordados en aquellos aciagos días en los que tuvo que asumir una derrota que, aunque se podía esperar, no se sospechaba que tuviese el alcance que al final tuvo.

La muerte de Ocaña, al que anoche se intentó reanimar sin éxito en el Reina Sofía tras el paro cardiaco, provocó de inmediato una sucesión de reacciones doloridas en la política cordobesa, en las que se reivindicaba su labor y su sentido de la honestidad y la democracia. La alcaldesa de Córdoba, Isabel Ambrosio (PSOE), aseguró que con la "inesperada" muerte de Ocaña "Córdoba pierde a uno de sus servidores más fieles". También recordó la regidora que Ocaña "desempeñó durante 16 años numerosas responsabilidades en el Ayuntamiento, desde el más escrupuloso servicio público y siempre poniendo los intereses generales de esta ciudad por encima de cualquier otros". Por su parte, el subdelegado del Gobierno en Córdoba, Juan José Primo Jurado (PP), también ofreció su "más sentido pésame a familiares y amigos".

Los restos de Ocaña fueron trasladados anoche al tanatorio de Las Quemadas y para hoy se han suspendido la agenda en el Ayuntamiento y se ha declarado luto oficial. Será pues esta jornada de viernes un día dedicado a despedir a un líder histórico de la izquierda cordobesa y clásico de Capitulares, donde, más allá de aciertos o errores, deja un recuerdo perenne por su hondo sentido de lo público y por su amor por Córdoba.

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